Análisis de Call of Cthulhu (PS4, Switch, PC, Xbox One)
Es un tanto curioso que, con el enorme impacto que la obra de H. P. Lovecraft ha tenido en la literatura, el cine y los videojuegos, en nuestra industria no hay muchos juegos basados de manera oficial en este universo. Ahora, Focus Home Interactive y Cyanide nos ofrecen un juego que no sólo cuenta con la licencia, sino que recoge el título de una de las historias más conocidas de Lovecraft: The Call of Cthulhu.
El terror cósmico, la realidad y la ficción
Call of Cthulhu es un juego de aventuras en primera persona que combina multitud de elementos jugables: toques de rol, decisiones, sigilo, exploración, puzles y hasta un poco de acción. Todo ello con una fórmula bastante lineal, con algunas zonas más abiertas a la exploración donde podemos marcar nuestro ritmo.
Personalmente, y entre tanto juego de mundo abierto, tener una experiencia más guiada, siempre con los objetivos claros, ha sido como un soplo de aire fresco.
Siempre podemos ir al grano o aprovechar para explorar nuestro entorno, donde podemos encontrar objetos que pueden ser muy, muy importantes para la aventura.
En Call of Cthulhu contamos con unas estadísticas que nos permiten definir los puntos fuertes de nuestro personaje. Éstos van desde la elocuencia a la fuerza, pasando por nuestras dotes de investigación o nuestras dotes para entender y empatizar. Según progresamos vamos ganando puntos que podemos invertir en estas habilidades y, aparte, a través de la lectura y la interacción con el entorno podemos mejorar también nuestro conocimiento de medicina y sobre lo oculto.
Todas estas habilidades nos sirven tanto para interactuar con el entorno –por ejemplo, tener la fuerza para abrir una puerta determinada– como para conseguir desbloquear nuevas respuestas en los diálogos –a través de la elocuencia o incluso la fuerza bruta–, y conocer más sobre los extraños eventos que suceden en Darkwater. Y es que entender la historia es un pilar vital de la experiencia.
La extraña muerte de Sarah Hawkings
En lo nuevo de Cyanide vamos a descubrir una interesantísima historia. En 1924, el detective Edward Price acepta el caso sobre la muerte de Sarah Hawkings. Esta prestigiosa artista murió en un fuego que accidentalmente quemó su casa… o eso dicen. Price llega a la misteriosa isla de Darkwater, donde, como os podéis imaginar, la muerte de Sarah Hawkings es sólo el principio.
Vamos a encontrarnos todo tipo de misterios y cosas inexplicables, y una de las claves del juego es decidir si queremos mantener la cordura y ceñirnos a los hechos, o abrazar el misterio y creer lo oculto. Esto cambiará cómo percibimos algunas secuencias, nos permitirá desbloquear unas u otras respuestas en los diálogos y nos guiará a diferentes finales.
Esta idea nos ha gustado mucho, ya que se integra con otros elementos que pueden alterar nuestra percepción –como beber alcohol–, y va difuminando la línea entre la realidad y la ficción. Eso sí, a veces es imposible tomar estas decisiones de manera consciente. Por ejemplo, nos ha pasado que uno de los eventos que nos llevó un paso más cerca de la locura fue por mera casualidad, explorando un escenario, y no pudimos hacer nada para evitarlo. Por otra parte, tiene sentido: en la vida real no puedes elegir qué te va a volver un poco más loco.
Para descubrir qué está pasando en Darkwater tenemos que hablar con sus habitantes, registrar sus documentos y, también, descubrir lo sucedido en ciertos momentos pasados a través de unas escenas de reconstrucción. En ellas, vemos flashbacks de lo que aconteció en una ubicación concreta, revelándonos verdades desconocidas que podemos usar en nuestra investigación.
En general, la mezcla de exploración, puzles, sigilo y acción funciona bastante bien. Call of Cthulhu es claramente un juego con un presupuesto bastante justo, pero sabe aprovecharlo bien para crear una aventura variada y con buen ritmo. La mayor pega que le podemos poner es que, diálogos aparte, no profundiza en ninguna de las cosas que hace, y queda un resultado un tanto descaifenado. Además, su duración no es excesivamente larga –hemos tardado unas siete horas en completarlo– y la rejugabilidad es una opción, pero no es su punto fuerte.
En cualquier caso, es un juego que se disfruta sobre todo por su narrativa. La verdad es que las decisiones tienen margen de mejora, pero funcionan bien, y nos hacen sentir en control de nuestra historia. Hemos estado muy intrigados todo el tiempo sobre lo que pasa en Darkwater, y aunque los dos finales que hemos visto nos han dejado un tanto fríos, el camino que hemos recorrido hasta llegar a ellos nos ha encantado.
El mundo de Lovecraft
Call of Cthulhu usa el motor Unreal Engine 4 para recrear el mundo de Lovecraft y, para un juego con un presupuesto discreto, el resultado es muy positivo. Hay elementos como las animaciones que tienen bastante margen de mejora, pero como veis en estas pantallas, luce bastante bien. Además, hay escenarios que no os vamos a enseñar para evitar destripes innecesarios que tienen un diseño artístico que nos ha gustado mucho.
En PS4 Pro, donde lo hemos analizado, se mueve a 30 imágenes por segundo muy estables, y aunque no sabemos a qué resolución funcionará, la imagen es muy limpia, sin bordes serrados. También hemos podido probarlo en PC, donde visualmente va un pasito más allá y, como podéis imaginar, puede moverse a más imágenes por segundo. Señalar que en PC es compatible con el formato 21:9, algo que siempre agradecemos los usuarios de estos monitores.
Call of Cthulhu nos llega con textos en castellano y voces en inglés. Algunas voces están mejor que otras, pero en general están a un buen nivel. Eso sí, en PS4 y con un sistema de sonido 5.1 hemos visto problemas con el volumen, con sonidos muy bajos por una parte y muy altos por otro. En PC, jugando con cascos estéreos no hemos tenido ese problema. De todos modos, sabemos que Cyanide tiene preparado un parche de lanzamiento para corregir varios errores, así que quizás se soluciona de cara al lanzamiento.
Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn
Call of Cthulhu nos ha gustado mucho. Su historia y la recreación del universo de Lovecraft nos han atrapado, y su desarrollo más lineal y guiado –aunque hay partes con algo más de libertad– se nos apetecía mucho. Es una pena que no sea más largo y que sea tan sencillo en lo jugable, ya que le habría sentado genial ofrecer una experiencia más profunda o desafiante, pero si te gusta el universo que rodea a Cthulhu, creemos que lo vas a disfrutar bastante. Si la obra de Lovecraft no es lo tuyo, encontrarás una entretenida aventura, aunque te perderás gran parte de su encanto.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Koch Media.