Análisis Warparty, en la Edad de Piedra de la estrategia (PC, Switch, Xbox One, PS4)
El género de la estrategia vive uno de los mejores momentos a nivel histórico gracias a títulos como Total War: Warhammer II, Frostpunk o BattleTech que han sido auténticos juegazos que han devuelto al candelero a un género que parecía olvidado antes de la presente generación.
Warparty es el último título que quiere subirse al buen momento de forma del género con una entrega que apuesta por la estrategia en tiempo real más clásica que, sin embargo, no acaba de cuajar del todo bien a nivel jugable convirtiéndose en un título muy básico que no está a la altura de los referentes del género hoy día.
Estrategia en la Edad de Piedra
Warcave y Crazy Monkey Studios nos llevan a la Edad de Piedra de la humanidad para ofrecernos una historia y ambientación que mezclan varios conceptos de forma no demasiado acertada en un mundo con magia, tecnologías primitivas y todo tipo de extrañas criaturas con zombis y dinosaurios que, al menos para nosotros, no acaban de cuajar del todo bien en el juego.
La premisa a nivel narrativo es sencilla, controlar una de las tribus humanas más importantes usando todas las herramientas y poderes mágicos que estén a nuestro alcance para expandir el poder de nuestra tribu, reunir artefactos perdidos y derrotar a nuestros rivales para hacer que nuestra tribu sea la que domine la faz de la tierra.
Tres facciones y múltiples modos de juego
En Warparty nos encontraremos con tres facciones diferentes, cada una de ellas con sus propias características.
Por ejemplo, los Salvajes tienen más facilidades para construir o crear aldeanos, los Vithara tienen un mayor poder espiritual y con los dinosaurios mientras que, por último, los Necramas pueden controlar a los muertos con facilidad.
Pasando a sus modos de juego, Warparty es un título con bastante contenido para tratarse de un modesto título de estrategia, contando con horas y horas de contenido para un jugador y multijugador aunque tampoco innova demasiado en lo que se refiere a los modos de juego.
En los modos en solitario nos encontramos con una campaña, escaramuzas, el típico tutorial para descubrir todos los pormenores del juego y un modo supervivencia en el que nos tendremos que enfrentar a distintas oleadas de enemigos y que podría haber sido mucho más interesante con algo más de esmero en su desarrollo.
Por su parte, en el multijugador nos encontraremos con partidas personalizadas, sin clasificación y clasificatorias para poder medir nuestra habilidad y escalar en un ranking que podremos consultar en cualquier momento desde los menús del juego contando con diferentes divisiones en función de nuestra habilidad, algo tan clásico como adictivo.
Conceptos básicos que no innovan hoy día nada
Warparty es un claro homenaje a los títulos de estrategia en tiempo real del pasado, recordándonos poderosamente a Warcraft, sobre todo por el diseño de su interfaz y con ciertos toques a nivel gráfico o artístico que nos recuerdan a los primeros tiempos de la variante estratégica del universo de Blizzard.
Estos continuos guiños a los juegos del pasado hacen que, rápidamente, cualquier jugador del propio Warcraft o de Age of Empires se haga con el control del juego, algo que puede traernos buenos recuerdos pero que, sin embargo, queda un tanto en entredicho al flaquear a nivel jugable en ciertos puntos, siendo incluso más básico en algunos aspectos como los "héroes" que eran bastante mejores en un título añejo como Warcraft 3 que en este juego desarrollado en 2019.
Una IA que sí merece la pena
La sencillez en el acabado gráfico de Warparty y de algunas de sus mecánicas contrastan con una inteligencia artificial que sí merece la pena y que sabe pensar de una forma coherente y realista tanto a la hora de ejecutar sus propias estrategias como reaccionando a nuestros ataques o movimientos en el mapa de una forma muy lógica siendo, de hecho, el mejor punto del juego bajo nuestro punto de vista.
Lo único criticable en este sentido es que, en ocasiones, la IA parece que no necesita recolectar recursos o que, por lo menos, lo hace de una forma más rápida que la nuestra, siendo capaz de mandar, en ciertos puntos de la partida, oleadas y oleadas de monstruos sin apenas coste aparente para su "economía".
Sencillez técnica adaptada a consolas
A nivel técnico nos encontramos con un juego muy sencillo que, pese a que es agradable a la vista artísticamente, no destaca en ninguno de sus puntos, ni gráfico ni sonoro. Eso sí, hay que agradecer que el juego viene completamente subtitulado al castellano, un punto que, al menos para el que os escribe, siempre es clave en un título de este tipo.
Quizás, el no complicarse demasiado la vida a nivel técnico haya servido para facilitar la adaptación del juego a consolas, algo que no se suele ver en un género como el de la estrategia. Warparty, de hecho, esta disponible tanto en PS4 como en Xbox One y en Nintendo Switch, plataforma que, en su modo portátil, quizás sea donde más luzca el juego.
Un juego sencillo… para nobeles del género
Warparty es un juego con bastante contenido que homenajea a los títulos clásicos de la estrategia intentando hacer llegar el género a todo el público posible, contando incluso con una versión de consola, algo que no es habitual en la estrategia y que, desde luego, hay que agradecer al equipo de desarrollo.
El problema es que, el juego, si eres ya un veterano de este tipo de títulos, es demasiado sencillo y tiene algunas carencias a nivel jugable que podrán sacarnos de la partida rompiendo un poco la magia de la que suelen estar impregnados los buenos juegos de estrategia que nos hacen rebanárnosla cabeza durante horas y horas.
Eso sí, los jugadores novatos, más casuales o que no hayan tocado el género en mucho tiempo se encontraran un título accesible, con una buena dosis de contenido y una interfaz sencilla e incluso familiar en algunos casos que podrían hacer de Warparty una buena puerta de entrada o de reconexión con el género.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código que nos ha proporcionado Cosmocover.