Análisis de This is the Police 2 (PC)
Weappy Studios dio en el clavo en 2016 con su videojuego This is the Police, un divertido título de gestión y estrategia en el que encarnábamos a un veterano jefe de policía que veía como su intachable carrera en las fuerzas de la ley se veía empañada por culpa de una serie de injustas y manipuladas acusaciones . Ante el temor de su inminente jubilación y su imperante falta de recursos, decide invertir los últimos meses de su vida en conseguir el dinero de las formas más ilícitas y poco recomendables usando su uniforme como llave. Corrompiéndose hasta los huesos.
El videojuego, que presentaba algunas características únicas y poco habituales, nadaba entre la ironía, el humor negro y cínico y la narrativa más cinematográfica, ofreciéndole al jugador una aventura en la que se sentía cómodo. La idea de una secuela rondó por el estudio, pero jamás creíamos que se acabaría materializando tan pronto. This is the Police 2 se alza sobre los mismos cimientos que su primera parte, pero ahonda en otros aspectos más propios del séptimo arte, apoyándose en una gestión clara, entretenida y poco asfixiante, que consigue inmiscuirnos en lo que creemos es uno de los juegos más atmosféricos de los últimos meses dentro del género.
Bienvenidos a Sharpwood
This is the Police 2 nos traslada a una localización menos urbana, artificial y masiva que la de su primera parte, aunque sirve como continuación directa. Cambiando la ciudad por un ambiente rural, la nueva obra de Weappy Studios nos contará la historia de la pequeña localidad de Sharpwood, una remota ciudad aislada en mitad de la nada en el más frío y distante norte.
Hablamos de un pequeño asentamiento en el que los habitantes se conocen entre ellos, llevan rencillas personales cargadas a sus espaldas durante generaciones y son muy fieles a sus costumbres y tradiciones, aunque estas sean un poco extrañas.
La comunidad de Sharpwood es tan especial como su departamento de policía. Si los residentes son raros, más lo son aquellos que, atraídos por la lejanía y el mal hacer de la ley en estas tierras, deciden aprovechar la disyuntiva para traer sus imperios criminales a la zona. Por lo tanto, en mitad de la nieve y los bosques, las pequeñas casas con porche y los pocos bloques de pisos que se levantan en estas tierras, encontraremos contrabandistas, pandilleros, populistas, políticos poco recomendables y mafias de todo tipo. Como no podía ser de otra forma, nuestra misión será lidiar con ellos, garantizar la seguridad y conseguir que el día a día en esta apacible ciudad sea el mejor de los posibles. A cualquier precio. Una vez más, This is the Police 2 mezcla con atino las habituales mecánicas de gestión y aventura, añadiendo por el camino una faceta de estrategia táctica muy interesante, ampliando elementos como el combate contra los criminales. En cierta manera, hablamos de una secuela muy continuista pero más refinada, compleja y completa, algo que consigue sorprendernos en aquellos puntos negros en los que el primer título se encontraba más aburrido o tedioso, nos encontremos con nuevos horizontes y sensaciones que le sientan más que bien al conjunto.
La historia que nos narra el nuevo juego de Weappy Studios es a todas luces más madura y profunda que en su primera incursión, con personajes muy carismáticos, complejos y un perfectamente definido y bien trazado guion. Sin entrar en demasiados detalles, nos encontraremos con una trágica pérdida en el cuerpo de policía, algo que dará lugar a que una inexperta sheriff tenga que tomar las riendas de un cuartel que es poco menos que un dislate. Contando con la ayuda de una escabrosa figura del pasado que ha sufrido en sus carnes las más diversas acusaciones posibles por sus métodos, deberemos garantizar la ley y descubrir y esclarecer algunos casos, misterios y problemas entre la comunidad.
This is the Police 2 versa sobre las decisiones morales a las que se enfrentarán estos personajes -y en el fondo, el propio jugador-, escogiendo de qué manera y forma hacer que se cumpla le ley en nuestras calles. A través de pequeños cortes con forma de cómic y otras secuencias más propias de una película, el juego consigue trasladar a la perfección esta nueva vertiente, más sólida y cohesionada que la de la primera parte, en parte por ser más concisa y clara en sus planteamientos. Sí, hay espacio para el humor negro y los diálogos cínicos marca de la casa, pero Weappy y THQ Nordic han dotado de un estilo más profundo a esta secuela y es algo que agradecemos, pues nos ayudará a avanzar en nuestra partida deseosos de saber qué decisiones, consecuencias y nuevas historias se abrirán ante nosotros minuto a minuto.
Lidiando con los problemas dentro y fuera de la comisaría
Al igual que en la primera parte, This is the Police 2 busca que seamos buenos servidores de la ley, pero también gestores. Nuestra misión principal será la de gestionar turnos de trabajo y vigilancia compuestos por los más variados policías, que tendrán sus personalidades, habilidades intrínsecas y sus propios defectos e inseguridades. De vez en cuando, y una vez equipados, nos encontraremos con emergencias y problemas que deberán ser resueltos en el momento. A través de una interfaz que nos mostrará un mapa detallado la ciudad, iremos escogiendo a nuestros agentes, policías y colaboradores para que atajen las distintas amenazas que nos encontremos. Los avisos serán muy variados, más que en la primera parte, y nos podemos topar desde disputas vecinales a tiroteos en barrios deprimidos, pasando por robos o incluso asesinatos.
Cada caso tiene un coste, y los policías que enviamos a estos avisos, consumen energía. Será vital tener un turno variado y con suficientes unidades, porque a veces los avisos se solapan o aparecen en el mismo momento. Pueden darse situaciones un tanto tensas, con varios policías resolviendo asuntos mundanos -como un vagabundo que está haciendo sus necesidades en la vía pública- y toparnos al mismo tiempo con un atraco o secuestro y que no tengamos los agentes necesarios o dispuestos para atajarlo de raíz. Los interrogatorios también serán harina de otro costal, y será importante saber o conocer qué persona puede acabar entre rejas. El equilibrio será difícil, pero puede lograrse siempre y cuando se tengan en cuenta multitud de factores, y uno de ellos, será la gestión de personal.
Si tenemos éxito en nuestras jornadas y turnos, recibiremos chapas o anillas de latas, que servirán como moneda en el juego. Con ellas, podemos comprar nuevos equipos para el departamento, equipos para los policías o contratar nuevos agentes. Como os decíamos, cada policía tiene sus propias características, y algunos son más válidos para la negociación o el disparo, mientras que otros son más ágiles o fuertes. Pueden ir adquiriendo experiencia, con lo que es vital tenerlos siempre en activo. Sin embargo, This is the Police 2 suele tener mucha mala idea, y nos propone situaciones curiosas en las que debemos actuar como verdaderos jefes. Nos podemos encontrar con absentismo laboral, desobediencia o incluso cara dura. En nuestras partidas hemos tenido agentes que son alcohólicos y hacen mal su trabajo, otros que no se dignaban a aparecer en el turno porque no querían o algún que otro que ha intentado escabullirse. Y esto, cuando estás combatiendo en las calles con mafias o criminales peligrosos, no hace demasiada gracia.
Por el contrario, si fracasamos, las potenciales anillas de cerveza de los casos mal resueltos o terminados se nos restarán, impidiéndonos ampliar o mejorar la comisaría por el camino. Es aquí donde entran las connotaciones morales de This is the Police 2, ya que en cada situación podemos siempre elegir qué hacer o de qué manera afrontar la realidad o el caso en cuestión. ¿Hacemos uso de la brutalidad policial y tumbamos a ese sospechoso con el taser? ¿Lo perseguimos y asustamos por las calles con el coche? ¿Y si dialogamos como personas civilizadas? Analizar la situación, siempre teniendo en cuenta al agente y la patrulla que hemos enviado es algo que tendremos que aprender a dominar desde las primeras horas del videojuego. En los tramos más avanzados del título, sobre todo llegando a su tercio final, nos daremos cuenta de la artificialidad de algunos planteamientos en lo relativo a la dificultad. Nuestros agentes de cansarán antes, los requisitos de los casos serán mayores y todo parecerá jugar en nuestra contra mientras parece desmoronarse todo lo que hemos planificado y construido en las horas anteriores.
No obstante, en el juego las situaciones se pueden complicar. Y mucho. This is the Police 2 arranca su planteamiento con una situación de combate y toma de prisioneros, en un asalto a una de las posesiones de la mafia en el pueblo. Si bien se resuelve de forma trágica, nos sirve para ver cómo ha mejorado el videojuego en estas facetas, convirtiéndose en un pequeño juego del corte XCOM. A veces, la ley deberá cumplirse por la fuerza, y tendremos que resolver situaciones usando a nuestros mejores agentes en una serie de combates y tiroteos por turnos. En ellos, moveremos a los policías por distintas cuadrículas, trazando trayectorias y disparando, deteniendo o noqueando a los malos. El título se hace muy divertido aquí, sobre todo por la variedad de situaciones y la profesionalidad -o falta de ella- de los integrantes de nuestro cuerpo de policía.
Es quizás lo mejor de la secuela. La variedad. Al igual que en la primera parte, habrá casos más complejos en los que tendremos incluso que investigar, recoger y leer testimonios y buscar quién ha matado a quién o qué pasó en un allanamiento de morada. Tendremos que construir un cuadro general con pequeñas imágenes, pistas que nos han ido ofreciendo los agentes y ordenarlo todo de manera correcta para saber quién es el delincuente o asesino y mandarlo entre rejas. Esta faceta deductiva, muy similar a la de las aventuras gráficas, ayuda a darnos un cierto respiro en el ritmo del juego, que a veces aunque sencillo y jerarquizado, puede ser algo alto. Dado que es un videojuego muy rejugable, en el que podemos reiniciar cada día o turno e intentar hacer las cosas bien, Weappy siempre busca que el jugador disfrute de la partida y tome riesgos, aunque estos puedan parecer muy caprichosos o peligrosos en un principio. Podemos equivocarnos en nuestra forma de hacer las cosas y permitirnos ver determinados asuntos desde otro prisma y ver si así funcionan o se solucionan mejor. En cualquier caso, This is the Police 2 presenta decisiones, momentos en los que imponer nuestra ley en base a nuestros deseos y formas de hacer y nos invita a dar rienda suelta a nuestras propias convicciones morales, algo que es francamente divertido.
Un estilo audiovisual único
Uno de los aciertos de This is the Police fue alejarse de tendencias que han llegado a ocupar todo el panorama indie, como el recurrente el pixel art. Usando elementos low poly -aquellos que usan polígonos simples o poco detallados para construir figuras complejas- y el 2D más conceptual, Weappy Studios configura un videojuego atmosférico, que nos presenta escenarios que parecen extraídos de películas muy concretas a nivel estético y con sus propios microuniversos estéticos como Fargo (1996, Joel Coen) o Tres anuncios a las afueras (2017, Martin McDonagh). Nos encontraremos incluso meta-referencias al cine de los propios hermanos Coen, como un tapiz que está presente constantemente en algunas conversaciones y que nos recordará, casi irremediablemente, a la alfombra de El Nota en El gran Lebowski (1998, Joel Coen). Sus gráficos pueden no parecen gran cosa, pero están muy cuidados, detallados cuando deben serlo y rebosan personalidad, así como su apartado sonoro, en el que destaca la voz de la protagonista, Lilly Reed, que tiene la suerte de estar encarnada por Sarah Hamilton (The Longest Journey).
Si bien estamos de acuerdo a que estamos ante un recurso estético para lidiar con los presupuestos habituales de este tipo de propuestas indie, la verdad es que le confiere una estética única y especial. En ello ayuda la banda sonora, uno de los elementos más notables de toda la producción, con una selección de temas muy cinematográficos, que ofrecen una experiencia entre el jazz y la música clásica, temas más ambientales y oscuros y un tono de partitura cinematográfica única. Una vez más, This is the Police 2 está traducido al castellano a nivel de textos y que cuenta, además, con una interfaz irreprochable, clara y muy intuitiva.
Conclusiones finales
This is the Police 2 es una digna secuela que sabe aprovechar los mejores ingredientes de la primera entrega y que los conjuga con mayor inteligencia, más atino y más coherencia. Apostando por un estilo más maduro, complejo y a la postre cinematográfico, ofrece una historia más inspirada, situaciones más variadas y distintas gracias a la inclusión del combate táctico y estatégico. Es, a todas luces, un juego mejor. A medio camino entre la aventura gráfica, el título de gestión clásico y un videojuego de rompecabezas de corte policiaco, This is the Police 2 es un juego recomendable, divertido y muy entretenido, tanto para el jugador especializado como para el más profano.
Hemos realizado este análisis con un código que nos ha proporcionado Dead Good Media.