Análisis Descenders, bici de montaña extrema y procedimental (PC, PS4, Switch, Xbox One)
Los juegos de deportes extremos casi se han desvanecido de nuestra industria. Tras vivir su momento dulce durante esa época liderada por la saga Tony Hawk, muy pocos exponentes del género han conseguido hacerse un hueco en nuestras estanterías; incluso en las virtuales. Como siempre, los estudios independientes vienen al rescate, y tras bastante tiempo en acceso anticipado, Descenders viene a darnos una nueva dosis de esa acción extrema.
Run to the hills, run for your life
Como os contamos la última vez que hablamos de él, Descenders es un juego arcade de bicicletas de montaña, en el que tenemos que completar una serie de recorridos para llegar a la siguiente zona, además de subir de nivel, fichar por equipos y desbloquear nuevos elementos de personalización. La clave es que los circuitos se generan de manera aleatoria y, además, tiene un sistema de vidas como el de los juegos clásicos, además de la posibilidad de tomar diferentes rutas al completar cada nivel, como si de R-Type Delta se tratase.
Tenemos cuatro entornos diferentes, cada uno con diferentes tipos de pruebas. Tenemos las normales, en las que simplemente tenemos que llegar a la meta. Luego, tenemos pruebas especiales, que pueden alternar entre tener que jugar a la fuerza con la cámara en primera persona, realizar un desafío de patrocinador, enfrentarnos a un circuito particularmente difícil, o, si tenemos suerte, encontrar pistas especiales que nos darán una vida adicional sólo por terminarlas.
Las vidas son importantísimas, ya que sin ellas no podremos llegar al «jefe», una prueba final para cada zona que nos permitirá progresar a la siguiente. Normalmente son un salto más complejo de lo habitual, en el que tendremos que medir muy bien la velocidad y la dirección para caer bien. Y es que si caemos mal desde muy alto, podemos perder varias vidas, frenando drásticamente nuestro progreso.
El diseño de Descenders es muy inteligente, porque llegar a la meta es, muchas veces, algo secundario. Cada misión tiene un objetivo opcional, pero teniendo en cuenta que este objetivo nos da una vida extra, se convierte casi en prioritario. Este objetivo puede ir desde hacer dos backflips a llegar a la meta en menos de X segundos, pasando por caer bien un truco, y tenemos que saber priorizar para no perder más vidas por el camino.
Por ejemplo: si el objetivo opcional de un nivel es hacer dos backflips, una vez lo hayamos conseguido podemos ir despacito hasta la meta sin correr ningún riesgo más; si el objetivo opcional es llegar a la meta en X segundos, podemos salirnos del camino principal y acortar campo a través para ir directos. Hay que jugar con cabeza, y esto hace que cada prueba sea diferente.
Aparte, hacer acrobacias –ya sean trucos, estar en el aire, conseguir velocidades altas, evitar accidentes por los pelos– nos ayudan a conseguir «miembros del equipo», una especie de cartas que modifican los escenarios, las físicas de la bicicleta y otros factores para facilitarnos llegar a la meta con vida. Es un añadido interesante, que nos anima a tomar más riesgos y nos recompensa por ello.
Opciones… ¿extremas?
Descenders nos ofrece muchas maneras de jugar, aunque, obviamente, en esencia el objetivo sigue siendo siempre intentar mantener la verticalidad sobre dos ruedas. Tenemos el modo principal de juego que hemos detallado arriba, además de otros dos modos. Uno de ellos nos ofrece cuatro pruebas especiales de mayor dificultad, y el otro un desafío diario que sólo podemos intentar una vez.
Por supuesto, tenemos un modo libre que, a su vez, sirve en cierto modo de editor de circuitos. No se pueden crear como tal, pero sí que podemos seleccionar una serie de parámetros para que el juego genere uno de manera procedimental usando las características que le pedimos. La verdad es que, con el concepto de juego, tener pistas fijas sencillamente no funcionaría.
Por último, con la versión 1.0 se ha introducido multijugador. Por ahora es bastante sencillito, y está bastante más centrado en lo social que en lo competitivo. Hay una zona central abierta bastante extensa con multitud de zonas para hacer trucos donde empezamos por efecto, y que ahora está poblada por otros jugadores. Lo mismo con las carreras: podemos ver a otros usuarios mientras jugamos, aunque no interfieren con nosotros. Si preferimos, podemos jugar con amigos en vez de con desconocidos, claro, aunque esperamos que se vayan añadiendo más opciones para aprovechar el multijugador en el futuro.
Limitado en lo técnico
Descenders se ve muy bien en PC, pero en Xbox One X, donde lo hemos analizado, se ve bien, a secas. Se echan en falta algunos de los efectos visuales de la versión de ordenador, como el desenfoque de movimiento por la velocidad, pero sí que es cierto que cumple. Lo más importante, sobre todo, es que el control responde genial y que la tasa de imágenes por segundo –a 30– es bastante estable, por lo que se puede jugar sin problemas.
Suponemos que un equipo independiente lo tiene más difícil para optimizar un juego procedimental con escenarios tan amplios, pero queremos pensar que poco a poco lo irán consiguiendo. Ahora mismo el juego funciona a 720p en la versión base y a 1080p en la X, así que hay margen de mejora. En lo sonoro, tanto los efectos como la banda sonora –electrónica y drum & bass– pasan bastante desapercibidos.
La libertad de la montaña
Sin ser un juego rompedor, Descenders es un título bastante recomendable, sobre todo si tenéis Game Pass, donde ya se encuentra disponible. Tiene un concepto clásico, arcade y adictivo que funciona muy bien, aunque lo procedimental pueda echar a algunos para atrás, os aseguramos que la idea está implementada con mucho acierto en la fórmula. Es cierto que acaba de salir del acceso anticipado, pero creemos que todavía puede evolucionar mucho más. Aun así, si se os apetece un juego de este estilo, lo que Descenders ofrece ahora mismo va a daros bastantes horas de diversión.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por No More Robots.