Cuando se escribe sobre música de videojuegos siempre hay una saga que tarda poco en salir a la pizarra, puesto que este 2016 cumple nada menos que 30 años de fructífera vida en los que ha acumulado la que seguramente es casi sin pestañear la mayor colección de melodías en contrapunto, tan célebres y recordadas como los juegos que las contienen.
Me refiero a Castlevania, por supuesto, una saga muy querida tanto por su música como por su idiosincrasia. Hoy repasaremos la primera etapa de la franquicia, desde sus inicios en los 8-bits de NES con el primer Akumajo Dracula hasta la primera entrada a los 16-bits con Super Castlevania IV en Super Nintendo, que marcaría el rumbo de los siguientes.
Adentrando en los aposentos de Dracula
Un septiembre de 1986 la vieja Konami lanzaba al mercado Castlevania, juego destinado a convertirse en clásico por su genial propuesta de acción / plataformas bañada en oscuras leyendas europeas y películas de terror de Universal Studios o Hammer Films. Y si hubo un elemento que ayudó a dejar huella fue desde luego su música, un recital fantástico en el que trabajaron Kinuyo Yamashita y Satoe Terashima, compositoras del sound team.
Tras un breve pero inconfundible prólogo de apertura frente a la puerta del castillo, se abre paso el sonido del "Vampire Killer", el inmortal himno de la saga atribuido a Terashima, al igual que la siguiente pieza para la zona de la armería, "Stalker". Las grandes piezas de Yamashita llegan con "Wicked Child" y "Heart of Fire", también entre las más recordadas.
Otros temas míticos son "Out of Time", el "Poison Mind" de los jefes o el "Black Night" de Drácula, sin olvidar las melodías que acompañan las muertes, el final de fase y el cartel de game over. El juego cierra con un estupendo ending titulado "Voyager" que acompaña los créditos finales con los seudónimos del equipo, en homenaje a los maestros del terror.
Es necesario mencionar el remake Akumajou Dracula de 1993 para X68000, que viene en la versión Castlevania Chronicles de PlayStation e incluye una nueva banda sonora que hace uso del estupendo chip YM2151 de la máquina. Además de versiones arrange de los temas del original incluye nuevas piezas como "Black Mass" para la escena introductoria, "Moon Fight" o el estupendo "Load File BGM" para el tiempo de carga en el X68000.
Vagando entre el ocaso y el alba
La llegada de Castlevania II: Simon’s Quest trajo algunos cambios, entre ellos un enfoque más inclinado hacia la aventura y los elementos roleros, añadiendo un desarrollo menos lineal que se mueve entre las fases diurnas y las fases nocturnas. Esto afectó a la forma en que se dispara la música, ahora mucho más dinámica y acorde a estos momentos.
El principal encargado de esta entrega fue Kenichi Matsuraba, pero Satoe Terashima repitió, como mencionan los créditos. La selección de temas es menor, pero no menos intensa, con un famosísimo "Bloody Tears" que brilla con luz propia. La zona del poblado central va acompañada por "The Silence of Daylight", mientras que en las fases nocturnas de acción suena "Monster Dance". Otro de los grandes temas del juego es "Dwelling of Doom", de la zona de la mansión, sin olvidar por supuesto los créditos finales con el genial "A Requiem".
Al igual que las pistas del primero y de juegos posteriores, la música de Castlevania II: Simon’s Quest ha sido recogida en múltiples discos, que van desde colecciones MIDI hasta CDs con remixes como son los cuatro Perfect Selection (Dracula, Dracula Battle, Dracula Battle II y Dracula NEW CLASSIC). En ellos se contó con la formación Nazo2 Project, liderada por Nazo Suzuki, integrante de Konami Kukeiha Club; en el caso de los Dracula Battle fue Naoto Shibata Project, conjunto dirigido por Naoto Shibata, bajista de Anthem, esa banda de heavy metal japonesa que ha aparecido ya antes por VGM.
1476. El exilio de Valaquia
Volviendo parcialmente a sus raíces, aunque añadiendo más personajes y narrativa, la tercera entrega de NES, Castlevania III: Dracula’s Curse, se convirtió en una de las más queridas, y con razón. La selección de temas musicales no solo es la más completa y excelente de la trilogía de 8-bits, sino que en su versión japonesa, Akumajo Densetsu, hacía además uso de uno de los chips más avanzados que tuvo la consola, el VRC6 de Konami. En las versiones occidentales hubo que conformarse con el MMC5 de Nintendo.
Hidenori Maezawa, Jun Funahashi y la señorita Yukie Morimoto fueron los compositores de esta tercera parte, también miembros destacados del sound team. El tema principal aquí es "Beginning", otra pista musical que ha pasado a los anales de la saga y de la música de videojuegos en general junto con las mencionadas de los juegos anteriores.
El texto de introducción va acompañado por la música del "Prelude", que en el caso de la versión japonesa –todos los enlaces que pondremos son de esta versión, que es la original– da una primera muestra del potente sonido del chip. También empezamos a encontrar los primeros temas 100% del barroco, como "Prayer", la de "Clocktower" o el magnífico "Aquarius", que llevan el contrapunto al terreno de las fugas y las tocatas. Veremos cómo en la saga este enfoque se irá dando la mano con el rock para producir el baroque rock.
No debemos olvidar "Mad Forest", que es de los más memorables, ni tampoco otros cortes como "Riddle", "Demon Seed", "Dead Beat", "Rising" o "Stream". Al llegar a Drácula el "Overture" nos da la bienvenida, mientras que el cierre final tiene lugar entre dos temas calmados muy destacables: el mítico "Evergreen" del ending y "Flashback" para los créditos. En el álbum Akumajo Dracula Famicom Best de 1990 se encuentra toda la música de la trilogía de NES al completo.
El retorno del legendario Vampire Killer
Entrados ya en los 90, Konami preparó el salto a los 16-bits de Super Nintendo con un juego que marcó un antes y un después: Super Castlevania IV. El planteamiento mantiene el espíritu clásico de acción / plataformas divido en fases, pero además de añadir nuevas mecánicas se beneficia de los chips de sonido Sony que monta la máquina de Nintendo, por lo que deja atrás casi por completo el contrapunto por unas piezas más envolventes.
Masanori Adachi y Taro Kudo, también veteranos de Konami, serían los compositores de esta entrega. Lo primero que llama la atención es la intro y sus efectos de sonido con el "Dracula’s Theme" de fondo. Comienza a sonar con tranquilidad "Prologue / The Courtyard" hasta que cruza el puente levadizo e irrumpe el auténtico tema central: "Theme of Simon", quizás el más puramente Castlevania de todo el juego y otro hit absoluto en la saga.
A partir de ahí vuelven los temas más atmosféricos, con "The Cave" y "Waterfall" haciendo uso del MIDI como si de una pequeña orquestra se tratase. Hay otros temas notables, como "Chandeliers", el órgano del "Entrance Hall", la progresiva "The Submerged City", la "Treasury Room" o "Room of Close Associates". Se recuperan también los temas clásicos de la trilogía "Vampire Killer", "Bloody Tears" y "Beginning" para terminar con el combate de rigor, "Dracula Battle", que recupera el motivo de la intro, y por supuesto el "Ending".
Castlevania en arcade y portátiles
Durante los mismos años que hemos abarcado salieron algunas entregas menores que se deben tener en cuenta también a la hora de hablar de la música. En Famicom salió un muy curioso Akumajo Special: Boku Dracula-kun, plataformas de corte cómico con el hijo de Drácula que tuvo como invitados a Satoko Minami y Shinji Tasaka para la música. Este spin-off tuvo otra entrega en Game Boy titulada Kid Dracula, con música de Akiko Itoh.
Siguiendo con Game Boy tenemos Castlevania: The Adventure y Castlevania II: Belmont’s Revenge, las dos primeras entregas portátiles, que tuvieron como principal compositor a Hidenori Funauchi, aunque en el primero con ayuda de Norio Hanzawa y Shigeru Fukutake. Aquí surgen célebres pistas como "Battle of the Holy", "Death Fair", "Revenge" en el caso del primero o "New Messiah", "Praying Hands" o "Ripe Seeds" del segundo. Sin duda dos grandes bandas sonoras muy queridas que se mueven en el estilo de las originales.
El último de los juegos menores a tratar es quizás el más importante en el plano musical, ya que Haunted Castle supuso la adaptación de la franquicia a recreativas, y aunque en el apartado jugable no destaca, la música de Kenichi Matsuraba lo hace con creces. Contiene cortes conocidos como "Cross Your Heart", "Don’t Wait Until Night", "Basement Melodies", "Devil’s Revival", "Wedding March Tragedy" o el gran "Sent to the Devil’s Requiem" final.