En los noventa estaban empezando consolas como Mega Drive o Super Nintendo, mientras que en los arcades la línea que separaba su hardware con el de casa era amplia. Con las nuevas consolas de 16 bits se acortó un poco esa diferencia.
Data East tiene una gran historia escrita en los muebles arcade. La mayoría de sus juegos estaban por encima del notable con alguna que otra excepción, pero muchos de los que nos dejamos nuestras pagas en alguna de sus máquinas podemos dar buena cuenta de la calidad y de la diversión de la gran mayoría de sus títulos.
En el año 1991, el año del juego de hoy, existía una clara separación entre las máquinas de cada y las recreativos. Pero es por ello por lo que la historia de Data East y las consolas fuera tan corta, para muchos fue claramente por el fracaso de su conversión a Mega Drive, pero empecemos por el principio.
Data East es una compañía con grandes títulos cómo Robocop o Windjammers. Pero a principios de los noventa sorprendió con True Crude Dudes (Crude Dudes en Japón) un beat'em up con tintes de plataformas, cargado de un gran sentido del humor y con un aroma de clásico del que hoy podemos seguir sintiendo.
Un beat'em up diferente
El juego nos pone en situación, allá por el no muy lejano año 2020. Nueva York está destrozada por unas explosiones que dejan la ciudad en un caos en el que se aprovechan unas bandas llamadas "Big Valley". En esta situación el gobierno decide que la única esperanza son dos mercenarios punkies con los que deberán eliminar a la banda que tiene aterrorizada a la ciudad.
De esta manera se nos deja a los mandos de uno de los dos mercenarios -o los dos a la vez- para ir superando cada fase en la que destacaba la posibilidad de coger casi cualquier objeto del escenario para usarlo cómo arma.
Los controles eran sencillos de aprender ya que al puñetazo y a la patada se le unía el lógico salto y un útil movimiento de esquivar. Pero todo ello desde una concepción "de plataformas" en el que se nos muestra todo el juego desde unas dos dimensiones sin poder andar por el escenario, como en muchos otros beat em up que había y que llegaron después.
Esto ya le daba la personalidad que Data East buscaba y que unió a unos buenos gráficos en los que destacaban los detallados escenarios entre los que nos podíamos encontrar Nueva York ardiendo en llamas o la icónica estatua de la libertad abatida entre los escombros que podíamos usar para acabar con nuestros enemigos.
También destacaba el diseño de los enemigos, con un aire ochentero que nos introducía en la historia entre grandes guiños humorísticos que ponían la nota diferente a un juego "macarra". Pero aparte del genial diseño de escenarios y personajes Two Crude Dudes destacaba por una gran variedad en todos ellos, y entre los jefes de mitad y final de nivel.
Jugando con un amigo podíamos contemplar las típicas partidas en las que se repartían los mamporros entre los enemigos, y esto se multiplicaba gracias a las geniales distintas formas de acabar con ellos, ya que, aunque el control podía pecar de ser un poco tosco, en cuanto nos hacíamos con él disfrutábamos cómo enanos despachando esbirros.
El punto más flojo era sin duda la banda sonora. Machacona cómo pocas y quizás el único lunar de un juego que destacó por alejarse por estereotipos y se convirtió en un clásico que hizo pensar a Data East dar el salto con su conversión a Mega Drive.
La conversión, a pesar de no llegar lógicamente al nivel gráfico de la recreativa, estaba a buen nivel, pero la tibia recepción por parte del público hizo que para muchos esta razón fuera la que hiciera que Data East no realizase apenas conversiones para consolas domésticas y se centrase en Neo Geo.
El arcade es el que muchos recuerdan y sin duda la mayor calidad global es una buena razón, pero la versión de Mega Drive, quizás por haber sido denostada, también tiene un hueco en muchos amantes de los videojuegos retro. ¿Con cual te quedas?