Antes de la llegada de GameCube parecía haber una norma no escrita que decía que toda consola de Nintendo debía estrenarse con un videojuego de Mario. Sin embargo, el cubo de la Gran N no llegó apadrinado por nuestro bigotudo fontanero, sino por su hermano, Luigi, quien hasta aquel entonces había permanecido siempre en segundo plano y como un personaje a la sombra del icono de la compañía.
Jugamos en directo a las 17:00
Pero las sorpresas no terminaron ahí, ya que Luigi's Mansion (2001) no era el enésimo juego de plataformas, tal y como muchos podrían haber esperado. En vez de tirar por "lo fácil", en Nintendo quisieron aprovechar la ocasión para experimentar con una aventura completamente nueva y muy original en la que debíamos explorar una terrorífica mansión encantada capturando fantasmas con una aspiradora modificada.
Un juego de exploración y puzles
Así pues, los saltos y las plataformas dejaban paso a la exploración y los puzles mientras buscábamos llaves con las que abrir las habitaciones cerradas de la aterradora casa y la manera de avanzar por sus diferentes alas, cuya estructura de progreso recordaba inevitablemente a obras como Resident Evil por todo el backtracking del que hacía gala.
Las batallas contra los fantasmas se reducían a pegarles un fogonazo de luz con nuestra linterna para así exponer su punto débil y poder aspirarlos, aunque estos no se dejaban atrapar así como así, por lo que teníamos que "tirar" de ellos como si los estuviésemos pescando mientras en su desesperado intento por huir nos iban arrastrando por toda la habitación en unas secuencias muy cómicas y divertidas.
Los fantasmones
Sin embargo, estos enfrentamientos no eran más que un entremés, ya que la auténtica "chicha" de su propuesta la encontrábamos en los fantasmones, unos espíritus de diseño más humano que nos planteaban unos puzles geniales. Al igual que con el resto, la clave para atraparlos consistía en iluminarlos con nuestra linterna, pero esto era algo mucho más fácil de decir que de hacer, ya que casi nunca exponían su corazón y nos obligaban a fijarnos muy bien en nuestro entorno, en sus patrones de comportamiento e incluso en su personalidad para dar con la manera de aspirarlos. Lo mejor de todo es que cada fantasmón era un enemigo completamente único, por lo que todos los puzles eran diferentes, evitando que el título cayese en la monotonía y consiguiendo que siempre tuviésemos un nuevo desafío con el que poner a prueba nuestro ingenio.
Otro de los grandes aciertos de la aventura radicaba en la enorme capacidad que teníamos para interactuar con los escenarios por medio de nuestra aspiradora. Raro era el objeto que no podíamos mover o aspirar, y hacer esto era imprescindible para encontrar la infinidad de secretos que estaban escondidos por la mansión, algunos de ellos ocultos de formas tremendamente ingeniosas. Puede que el mapa no fuese especialmente grande, pero era denso e interactivo como pocos e invitaba a investigar hasta su último rincón.
Visualmente un espectáculo
Tampoco podemos olvidarnos de mencionar su apartado gráfico, toda una muestra del potencial de GameCube, con un sistema de iluminación, unos efectos de transparencia y unas animaciones impensables para la época que nos dejaron con la boca totalmente abierta. Y ojo con su banda sonora, tan pegadiza como divertida, ya que Luigi pasaba tanto miedo que se ponía a tararearla para calmarse, un tarareo que cambiaba según nuestro nivel de salud.
La única pega que le pudimos achacar fue su duración, pues era perfectamente posible llegar a los títulos de crédito de una sola sentada si no nos atascábamos demasiado. Además, no era especialmente rejugable, más allá de darle una segunda vuelta en un modo de dificultad algo más alto que se desbloqueaba al terminarlo por primera vez y de intentar conseguir la máxima clasificación recogiendo tesoros.
Como curiosidad, decir que fue diseñado para ser compatible con una pantalla 3D que no requería gafas y que se podía acoplar a la consola, un accesorio que nunca se llegó a poner a la venta por sus altos costes de desarrollo. De hecho, no fue hasta el año pasado que por fin pudimos disfrutar de Luigi's Mansion de esta manera gracias a su relanzamiento para Nintendo 3DS.
Por suerte para todos, las terroríficas aventuras del hermano de Mario no acabaron aquí y en 2013 pudimos disfrutar de su fantástica secuela para 3DS, aunque el plato fuerte promete llegar este mismo mes con el estreno de Luigi's Mansion 3 para Nintendo Switch, una aventura que no solo apunta a convertirse en la mejor entrega de la saga, sino también en uno de los mejores juegos del catálogo de la consola.
¿Y a vosotros? ¿Os gustó más la entrega original de GameCube o su segunda parte? ¿Conseguisteis los retratos más caros para todos los fantasmones? ¿Estrenasteis vuestra GameCube con este juego? ¿Os dieron muchos problemas los Boos? ¿Qué jefe os gustó más? ¿Completasteis la mansión oculta? ¡Esperamos vuestros comentarios!