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Juegos Retro

Una mirada semanal al pasado, recordando grandes juegos clásicos y momentos de la historia del videojuego.

Los juegos clásicos más difíciles (1)

Un repaso a algunos de esos clásicos con dificultad extrema, solo para jugadores de toda la vida.

Bienvenidos a la sección Retro de Vandal, donde repasaremos juegos clásicos, sagas de antaño y recuperaremos cajas con consolas y juegos con olor a naftalina. En esta ocasión repasaremos una lista de los que a juicio de Vandal son 10 de los juegos más difíciles jamás creados y que además por derecho propio se han convertido en clásicos imperecederos.

Si acudimos a la R.A.E. podemos ver que se define como "Inconveniente, oposición o contrariedad que impide conseguir, ejecutar o entender bien algo y pronto." Partiendo de esta premisa no podemos considerar como difícil un juego que por una cosa u otra permita superarlo de manera pronta. Aquí trataremos sólo los juegos que para pasarlos o acabarlos requieren de una dosis extrema de habilidad y que además se nutren de la consabida fórmula de ensayo-error.

Hablaremos por supuesto de antiguos juegos en los que no existían diferentes niveles de dificultad o bien la diferencia entre un nivel y otro eran la cantidad de vidas con la que partías. En estos juegos conocer las rutinas de los jefes era fundamental.

Todos los juegos de los que hablaremos son juegos clásicos o representan a sagas clásicas. No hablaremos de juegos difíciles pero actuales como puedan ser Ikaruga, F-Zero GX o Ninja Gaiden de Xbox.

Muchos de los juegos que comentamos están disponibles en descarga para las consolas de nueva generación y aunque muchos de nosotros hemos empezado a jugar con ellos otros aficionados no los han probado.

Por eso en esta visión de la dificultad extrema incluiremos juegos en los que cuando moríamos o acababa la partida estaba totalmente claro que o bien nos habíamos equivocado o no éramos lo suficientemente hábiles, pero tenemos claro que casi siempre había una escapatoria posible. Por lo tanto vamos a excluir juegos en los que la dificultad radicaba en un control defectuoso o bien su dificultad se basaba en las típicas trampas o enemigos dopados.

Por supuesto esta lista de diez juegos es subjetiva y no están todos los que son pero si son todos los que están. Cada uno de vosotros recordará uno o varios juegos que le resultaron excepcionalmente difíciles. Como decían por ahí. Round one, fight!

10. Super Mario Bros. The lost levels.

Conocido en Japón como Super Mario Bros 2 y lanzado para NES en 1986. Algunos se preguntarán si el juego realmente es tan difícil como para estar aquí. Bueno pues baste decir que Nintendo decidió no lanzarlo fuera de Japón por la elevada dificultad de título.

Más tarde el juego sería lanzado dentro de un recopilatorio para SuperNes llamado Super Mario All Stars.

El juego sigue la premisa del anterior, Saltar y avanzar por los distintos niveles. Es un juego realmente difícil por la gran cantidad de zonas en las que puedes caer, es como si a Mario Bros le hubieran quitado el suelo en la mitad de las zonas y hubieran metido diez veces más enemigos en zonas de lo más puñeteras. Imaginaos saltar en tuberías donde no paran de salir plantas carnívoras a la vez que se nos vienen encima balas de cañón y nuestra única salida de la situación es saltar encima de tres paratroopas seguidos para llevar a una nueva zona aun más difícil. En determinadas fases soplaba un viento que modificaba nuestro salto y complicaba aun más la situación. Por suerte lo que no cambiaron fueron los jefes que seguían siendo tan fáciles como en el primer juego. Se pueden ver videos en la red de superjugadores pasando el juego cada salto medido al milímetro y se puede uno hacer una idea de la dificultad que atesora.

¿Por qué jugarlo?

Porque te quitará de la cabeza que Mario es para sólo niños.

9. Prince of Persia

Jordan Mechner creo esta joya atemporal en 1989 y aun hoy se sigue recordando como uno de los mejores juegos jamás creados.

Encarnamos a un Príncipe de Persia que se ve obligado a emprender una aventura para rescatar a la princesa de las garras del malvado visir. La dificultad de Prince Of Persia estriba en la cantidad de trampas que hay a lo largo del juego y los duros combates que hay que librar. Al principio no tenemos armas pero al poco tiempo se nos dará una espada con la que hacer frente a los esbirros del visir. Zonas plataformeras muy exigentes y un tiempo límite de 60 minutos en el que se debía completar el juego, si fallábamos teníamos que volver a empezar.

¿Por qué jugarlo?

Porque la princesa te espera.

8. Ninja Gaiden. (Tecmo)

Ninja Gaiden es conocido por ser uno de los mejores juegos de Xbox, también lanzado para PS3 con la coletilla de Sigma. Es por todos sabido que Ninja Gaiden era uno de los juegos más difíciles que apareció para Xbox, pero es también cierto que ya en los orígenes de esta saga primaba la dificultad por encima de todas las cosas.

Ninja Gaiden fue lanzado en Japón allá por 1988 en los salones recreativos bajo el título original de Ninja Ryukenden y es en EE.UU. donde se pasa a llamar Ninja Gaiden. En Europa tanto la versión arcade como las dos versiones lanzadas en NES se llamaron Shadow Warriors.

Ya desde la primera entrega jugamos como el ninja Ryu Hayabusa. Ryu encuentra una carta de su desaparecido padre Ken donde le dice que debe viajar a América en busca del Doctor Smith. Resulta que el padre de Ryu y el Doctor Smith han escondido dos estatuas que si se unen tienen el poder de destruir el mundo. La misión de Ryu es encontrar y destruir las estatuas a la vez que descubrir que le ha ocurrido a su padre.

El apartado gráfico era más que digno para la época y los distintos escenarios tenían un decorado bastante variado además de contar con escenas entre las fases de mucha calidad.

El juego contaba con una entretenida dificultad, por no decir otra cosa. La primera pantalla engañaba y nos ponía las cosas fáciles pero en la segunda la cosa cambiaba radicalmente y a los dificultosos saltos se unían enemigos que aparecían por todos lados situándose a veces al borde de los precipicios que teníamos que alcanzar dando al traste con una y otra vida. Los reflejos del jugador eran puestos a prueba constantemente, sin embargo Ninja Gaiden contaba con una ventaja y es que la dificultad y la longitud de los niveles estaban perfectamente medidas. De este modo los actos estaban divididos en escenas y después de cada muerte el jugador es enviado a un punto de control de la escena o al comienzo de ella y no al principio de la fase como ocurría en la mayoría de los juegos. Jugablemente como en todos los juegos del tipo se podía saltar y golpear pero además el personaje podía saltar sobre la pared y conseguir una serie de mejoras que abarcaban desde shurikens hasta lanzar olas de fuego.

Si algo destacaba en Ninja Gaiden era que cualquier enemigo te podía dar una tremenda paliza como no estuvieras listo. Saltos en los que tenías que calcular con precisión donde caer a la vez que evitabas a los enemigos. La dificultad del juego alcanzaba el máximo exponente en la última pantalla en la que había que derrotar a tres jefes finales seguidos sin posible error. Si ya el juego era difícil esta parte era poco menos que imposible.

Sin duda alguna Ninja Gaiden es un juego que ha alcanzado la categoría de clásico por méritos propios.

¿Por qué jugarlo?

Porque Ninja Gaiden es un juego por el que no pasa el tiempo y porque jugando al original se puede entender porque es tan alta la dificultad de los Ninja Gaiden actuales.

7. Megaman (Capcom)

El primer Rockman fue lanzado por Capcom en Japón para Nes en el año 1987. Fue el juego que dio origen a una de las sagas más prolíficas de Capcom. Megaman, como se conoce en occidente, es un robot creado por el Doctor Thomas Light y reprogramado por este para luchar contra el Doctor Wily y sus robots que están sembrando el caos por todas las ciudades.

Megaman es una saga a la que la dificultad ha acompañado en casi todas sus entregas con unos niveles y enemigos diseñados para hacer sufrir al jugador. El personaje puede disparar a la izquierda y derecha y saltar. Aquí radica una de las principales dificultades de Megaman y es que el disparo a los enemigos en muchas ocasiones requería una alta coordinación entre salto y el propio disparo para no caer en un precipicio. El juego cuenta con seis fases más la fase final. El orden de las fases es seleccionable y es recomendable hacerlo en determinado orden pues si no las posibilidades de sobrevivir merman considerablemente. Al final de cada fase nos enfrentamos a un jefe final al que si vencemos nos da un nuevo disparo al que es vulnerable otro de los jefes del juego. Los disparos secundarios eran limitados y una vez gastados teníamos que recoger cápsulas para recargarlos. Por eso es por lo que hay que elegir bien el orden y seleccionar al jefe que es vulnerable al disparo que acabamos de obtener. De hecho seleccionar el orden correcto facilitaba el enfrentamiento contra los jefes muchísimo. Megaman era también un juego de desgaste, había enemigos que poco a poco nos restaban vida a lo largo de la fase hasta que llegábamos al jefe con el agua al cuello. Las zonas saltos no eran para nada sencillas, con plataformas móviles y techos y suelos llenos de pinchos.

Puede que haya muchos juegos más difíciles que Megaman pero desde luego es una franquicia que ha sabido mantener su alta dificultad a lo largo de los años y además de manera elegante.

Por cierto, en Megaman no se puede guardar la partida.

¿Por qué jugarlo?

Porque pone a prueba tu paciencia y reflejos.

6. Contra. (Konami)

Contra o Gryzor (y Probotector en versiones domésticas), como se le conoció en Europa es otro clásico lanzado por Konami en 1987. Como era común en la época seguía el esquema de salto-disparo que tan buen resultado dio en los salones recreativos. En el juego controlábamos a dos soldados Bill y Lance cuya misión era detener a una organización terrorista conocida como Red Falcon, que planeaba una invasión alienígena a la tierra.

El jugador comenzaba con un rifle de munición ilimitada, aunque a lo largo de las diez fases de las que consta el juego se podían recoger hasta cuatro armas más diferentes con munición limitada y cada una con sus características especiales. Existían dos objetos adicionales, uno para obtener invencibilidad durante un tiempo y otro para aumentar la cadencia de fuego. Se puede disparar en cualquiera de las ocho direcciones del mando bien en el suelo o saltando. Como era usual en el género bastaba un disparo para dar al traste con una de nuestras vidas.

El juego original contaba con modo cooperativo para dos jugadores, lo que ponía las cosas un poco menos difíciles si los dos jugadores se coordinaban bien.

A lo largo del juego existían una serie de escenarios en los que la perspectiva cambiaba del scroll lateral nos hacía avanzar hacia dentro del escenario. Las fases se representaban en forma de pasillos dentro de las bases enemigas, existiendo un tiempo límite para acabarlos.

La dificultad principal de Contra, como casi todos los juegos de la época radicaba en unos jefes muy duros y la necesidad de coordinar los saltos y los disparos en fases plagadas de enemigos y disparos en las que cualquier bala perdida acababa con una preciada vida.

¿Por qué jugarlo?

Porque representa una manera de hacer las cosas y un sello de una compañía.

La semana que viene remataremos con los cinco primeros.

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