Continuamos la sección Retro, una vez pagado el debido homenaje a Michael Jackson, yendo más al pasado de lo que nunca habíamos hecho en esta sección (salvo en el primer artículo). Volviendo a la primera "edad dorada" de los videojuegos, truncada por una serie de factores, que causaron el declive de las consolas Atari, de los ordenadores Spectrum, Amstrad y compañía, y de la primera e incipiente industria del videojuego español, que nunca ha llegado a tener tanta actividad como entonces. Uno de los capítulos más "famosos" de esta primera gran crisis del videojuego, y sin duda el más costoso económicamente, fue protagonizado por la compañía Atari, que al no lograr vender tantas copias como había esperado, acabo enterrando miles de cartuchos sobrantes en el desierto. Sobre todo del nefasto y hasta mitificado (por su baja calidad) ET de la Atari 2600.
El caso más flagrante fue, como decíamos, el de Atari, la compañía que más tenía que perder -y, por lo tanto, más perdio. La historia del entierro masivo de cartuchos parece una leyenda urbana y muchos ponen en duda que hubiese ocurrido. Incluso el mismo creador de ET 2600 dice que le extrañaría mucho que Atari hubiese enterrado millones de cartuchos en vez de reciclarlos. La cuestión fue que un periódico local de Nuevo México se hizo eco de que una docena de tráilers habían traído cartuchos de Atari a un vertedero. Concretamente, a uno situado en Alamogordo, una pequeña ciudad de nombre hilarante que enseguida y a través del mismo diario, llamado Alamogordo Daily News, hizo campaña para que Atari se llevase "su basura de E.T. a casa". Poco después se aprobarían leyes para limitar la capacidad de los vertederos para asumir basura de fuera del condado.
No solo había, o habría, cartuchos de E.T. para Atari 2.600 dentro de esos tráilers. Aparentemente, otros juegos de Atari 2.600, notablemente la criticadísima conversión de Pac-Man, habían estado lejos de cumplir con sus objetivos de ventas, pues eran exageradamente altos. De Pac-Man se pensaban vender más unidades que consolas vendidas, pues se asumía que todos los que tenían la Atari iban a comprar el juego, y muchos de los que no la tenían iban a comprar la consola por el juego.
En cuanto a E.T. 2.600, es uno de esos juegos que aparece siempre de primero o en el podio de "los peores juegos de la historia" que hacen de vez en cuando las revistas de videojuegos. Compite codo a codo con Superman 64 por ser el juego más legendariamente malo, si bien todavía no se tienen noticias de un vertedero con millones de cartuchos de Nintendo 64 taponados por una capa de hormigón. Curiosamente, Superman 64 fue editado por Infogrames, que más adelante (en 2003) adquiriría y asumiría la marca Atari. ¿Coincidencia? Sí.