Muchos de nosotros anhelamos que juegos de antaño vuelvan con una secuela en la actualidad, o sean revisados adaptándolos a las nuevas tecnologías.
Alien Syndrome fue un gran juego, convertido a un buen número de plataformas, por lo que contaba con muchos seguidores, y por ello, en el año 2007 fue lanzado para Wii y PSP, consiguiendo un juego que no pasó del "bien".
No sabemos cuáles son los motivos por los que compañías, teniendo la posibilidad y la capacidad de homenajear un juego con varias décadas a sus espaldas y una legión de seguidores, lo hacen de manera poco ambiciosa.
Para muchos fue una pequeña decepción el juego del que hablamos, ya que muchas veces, vemos ejemplos de programadores que con apenas recursos homenajean, remasterizan y nos sorprenden con juegos geniales que sí son un digno homenaje al videojuego que tratan, (véase Maldita Castilla y Mega Man vs Street Fighter).
Pero no queremos ahondar más en este tema, ya que si algo nos ha demostrado esta misma generación, es que los juegos indie y con pequeños recursos tienen cabida en la industria, algo que sin duda ha enriquecido el mundo que a nosotros tanto nos gusta.
Por eso, volvamos al año 1987, año en el que la película de Ridley Scott, Alien el octavo pasajero, y Aliens: el regreso de James Cameron, ya habían perturbado el sueño de una generación que vio en el "mundo Alien" un filón increíble para los videojuegos.
Sega usó todos estos ingredientes para sacar un mueble en el que nosotros seríamos los soldados Ricky y Mary, como vemos en el flyer de aquí arriba, y somos los encargados de salvar a sus compañeros de las garras Aliens a través de unos extensos niveles.
El juego se movía bajos los circuitos de un Sega System 16A, un hardware conocido por todos, pero con las limitaciones que también conocemos. A pesar de ello, gráficamente no era una proeza, pero tampoco un desastre.
Los sprites de nuestros héroes no eran grandes, más bien pequeños, pero eso era precisamente lo que hacía que Alien Syndrome fuera un juego divertido.
¿Por qué decimos esto? Pues porque el dotar a los sprites de un tamaño "limitado" hacía que el campo de visión fuera mayor, y que la labor de acabar con todo lo que aparece en la pantalla fuera menos agobiante que si hubieran sido sprites de mayor tamaño.
Pero la mayor labor gráfica estuvo en los propios Aliens. Por ello veremos una gran cantidad formas alienígenas a lo largo de sus seis extensos niveles. Pero como no podía ser de otra forma, a medida que vayamos rescatando compañeros y recogiendo cápsulas potenciadoras, nuestro personaje irá adquiriendo mayor capacidad de destrucción.
Escenarios de construcción laberíntica serán los que nos hagan sentirnos enclaustrados en ocasiones sin saber dónde ir, pero en algunas zonas, podremos acceder al mapa, por el cual nos podremos guiar por fin, a la zona donde nos faltan algunos rehenes o la sala donde nos espera el temible jefe de zona.
Si gráficamente el juego cumple, su música, del compositor Tohru Nakabayashi, encaja bien ante las diferentes estancias y luchas entre hombres y Aliens, aunque en ocasiones se hace pesada.
Sobra decir que este "dispara y corre" gozó de éxito, ya que, como decíamos al principio, se valió de la temática tan en boga gracias a la película de James Cameron.
Por eso mismo, las conversiones no tardaron en aparecer, Sega Master System, Game Gear y NES, por parte de las consolas y Amiga, Atari ST, Commodore 64, ZX Spectrum, MSX, MS DOS y Sharp x6800 por parte de los ordenadores de sobremesa, fueron las agraciadas con conversiones que, en general lograron acercarse al espíritu del arcade.
Pero como son muchos los vídeos de todas las versiones, veamos las diferentes portadas, ya que es uno de los pocos juegos que apenas comparten este material gráfico:
En parte es debido a la gran cantidad de diferentes compañías encargadas de las conversiones. Pero sin duda, el arcade es la versión que muchos de nosotros jugamos y recordamos. ¿Qué versión tuviste tú?
Muchos de nosotros recordamos Alien Syndrome como el gran juego que fue, y apenados asistimos al título que conmemoraba su veinte aniversario. Pero nada nos impide volver a desempolvar el cartucho, y rebobinar esa cinta en la que guardamos un pedazo de historia de los videojuegos.