Luc Besson es el sinónimo perfecto del blockbuster francés. El guionista y director, responsable de algunas de las películas de ciencia ficción más ambiciosas e inventivas de la historia reciente del cine, y si bien sus obras brillan con luz propia conforme pasan los años, envejeciendo como los buenos vinos, uno de sus mayores triunfos fue y será El quinto elemento. Hablamos de una obra maestra del género, que combina la naturaleza del cómic francés con el estilo de Hollywood, narrándonos una historia sobre mesías, razas extraterrestres de todo tipo y seres especiales. Si bien no es que fuese un éxito de taquilla en Estados Unidos, el film contentó a tal cantidad de gente apasionada a su alrededor en tantas partes del globo, que se llegó a pensar en hacer una secuela que, desgraciadamente, jamás llegó a materializarse (vía ComicBook).
La historia de la secuela de El quinto elemento
Ha sido el escritor y guionista Robert Kamen, responsable de guiones como el de Karate Kid, el que ha comentado recientemente que la decepción financiera que supuso El quinto elemento de Besson en un mercado tan importante como el estadounidense, lo que impidió que una secuela avanzara o llegase a buen puerto. Kamen ha dejado caer que Besson había escrito un guion muy ambicioso de unas 180 páginas para continuar la historia de Korben Dallas y Leeloo, con nuevas aventuras, enemigos y problemas a resolver. El quinto elemento combinaba con inteligencia la ciencia ficción con la aventura pulp, presentándonos una historia sin complejos en la que Milla Jovovich destaca sobremanera, convirtiéndose en la estrella de referencia para Hollywood en este tipo de historias. Es un film muy querido en Europa y en mercados concretos, pero en Estados Unidos no llegó a triunfar comercialmente hasta que las reposiciones y el mercado de vídeo doméstico la llevó a muchos hogares. Durante años, y más allá de su calidad artística -los diseños de Jean-Paul Gaultier siguen vigentes a día de hoy-, hay que destaca que sus diferentes versiones DVD y ediciones en Blu-ray se han usado como demostración y material de calibración de pantallas y televisores.
"Teníamos un guion, e íbamos a hacerlo como una secuela, pero no tenía sentido, El quinto elemento no era lo suficientemente grande en términos comerciales aquí", ha explicado Kamen a Uproxx. "Fue un triunfo en el resto del mundo, y es un clásico que se sigue aplaudiendo y viendo a día de hoy, pero solo ganó unos 75 u 80 millones de dólares aquí, en Estados Unidos. Era un film que estaba muy adelantado a su tiempo. Así que nunca hicimos la secuela", continúa el guionista. "Lo cierto es que planteamos una historia que nos tomaría como unas 180, y considerábamos adaptarla para trabajar con ella en un guion de cara a una película", concluía. Pero ahí se quedo. La película se quedó justo en tierra de nadie, algo que motivó a ambos profesionales a desarrollar otros proyectos y continuar con sus ideas.
Besson no pararía ni se decepcionaría con la falta de repercusión de una de sus mejores cintas en Norteamérica. El director francés, responsable de joyas como Leon: El profesional, continuaría desarrollando otras narrativas e historias muy particulares como la de Lucy y la reciente Valerian y la ciudad de los mil planetas, y pese a que se encontraría con el aplauso de su público más fiel, los estudios seguirían desconcertados y asustados por las formas y las historias de este director. Kamen, que reconoce que las majors temblaban cuando Besson les proponía ideas para hacer grandes películas. "Bill Gerber, el productor de Gran Torino, que fue el vicepresidente ejecutivo de Warner, me llamó allá por 1993 muy nervioso", admite el guionista que trabajó con el cineasta francés en aquella idea que se acabaría convirtiendo, a posteriori, en El quinto elemento. "Me dijo: 'Tenemos este guión. No tenemos ni idea de qué quiere contar, no tiene ni pies ni cabeza'. Me envió el guion, y es verdad, aquello no tenía sentido. Pero vi Nikita y reconocí a un genio cinematográfico", admite. "Y empezamos con mal pie. Lo conocí en persona y le dije qué había mal o erróneo en el guion. No llegó a entenderlo todo, porque su inglés en aquel entonces no era muy bueno, pero se sentó allí junto a mi y otros ejecutivos y pude ser testigo de cómo se iba cabreando cada vez", prosigue.
"Imaginad lo que tuvo que ser para él. Es un autor francés, yo soy un puto guionista de Hollywood. Y al final de la reunión, cuando todo terminó, Billy me llamó y me dijo: 'Amigo, acabas de arruinar esa relación. Porque todo lo que había que hacer era seguir diciendo lo enorme que era este guion'", continúa en relación a la concepción del film con Bruce Willis como gran estrella. Pero un día, sonó el teléfono. Era Luc Besson y quería que Kamen lo ayudara con el guion. Durante tres días con sus respectivas noches, modificaron el concepto original en una narrativa más cohesiva e interesante. Y salió.
En los últimos años, Besson ha renegado de esa idea, y no ha querido abordar la posibilidad de continuar con la historia de El quinto elemento. En 2017, de hecho, se mostró incluso contrario a rodarlo. "Tal y como está planteada, en El quinto elemento, no hay nada en su ADN para hacer una secuela. No hay nada que nos lleve a ello", relató Besson a ComicBook. "Simplemente son dos personas que ya viven juntas, son felices, y ella es el quinto elemento, eso es todo, resuelven el problema. Así que no, no creo que sea bueno. Sonaría impostada y sería falso. Sería algo que solo haría por dinero, y no me interesa", concluía.
