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Las 10 peores películas de Netflix de toda su historia

El servicio de streaming más popular del mundo puede producir muchísimo contenido de calidad, pero también es capaz de dar luz verde a verdaderos detritos audiovisuales. Repasamos algunas de ellas.

Netflix es uno de los portales de contenido audiovisual más importantes de nuestros días. El portal de streaming es un contenedor casi imposible de abarcar, con cientos de miles de películas y series o documentales. Día tras día entran y salen cosas, y estar al día es complicado, y más aún lo es el hecho de saber qué ver sin perder el tiempo. En Vandal Random hemos elaborado listados de las mejores películas o las mejores series, pero hoy buscamos algo más truculento: las peores películas jamás producidas por el servicio de streaming.

Las peores películas de Netflix

The Cloverfield Paradox

Paramount Pictures quería estrenar la nueva secuela de la antología Cloverfield en cines, una saga que se inicio con la exitosa Monstruoso y que continúo con Calle Cloverfield 10, cada una haciendo acopio de sus propios clichés de ciencia ficción. Funcionaron muy bien en taquilla y era lógico continuar con ella. Pero la cinta era de muy baja calidad, y según hablan las malas lenguas, se la coló a Netflix por una burrada de millones. No obstante, estaba producida por J.J. Abrams, y eso suele ser un cierto sello de tranquilad.

En The Cloverfield Paradox, se nos contaba que la Tierra podía desaparecer del espacio sin previo aviso debido a una serie de paradojas y una enorme crisis energética. Si bien el punto de partida era interesante, los personajes no estaban bien desarrollados, el humor era incómodo y los momentos en los que tenía que brillar el guion, no lo hacía. Ni el final sorpresa, ni los giros de la trama fueron suficientes para un fracaso millonario. En las oficinas Paramount Pictures se siguen riendo del gol que les metieron a los chicos de Netflix por toda la escuadra.

The Ridiculous 6

Adam Sadler firmó un importante contrato de exclusividad con Netflix hace unos años, garantizándose que todas las producciones que llegue a protagonizar el taquillero actor deben llegar o ser propias de la plataforma de streaming. Esto nos has regalado algunas perlas cinematográficas, como Diamantes en bruto, una obra maestra que ha sido escogida como una de las mejores películas del año pasado, pero también zurullos cósmicos vestidos de western como The Ridiculous 6, un western en el que Sadler se une a Rob Schneider, Luke Wilson, Spade, Steve Buscemi, Danny Trejo y Blake Shelton. Considerada como una de las películas más caras de la historia de Netflix, se trata de la peor cinta de Adam Sadler en la plataforma y una de las producciones más infames de toda la historia del portal de streaming. Casi nada.

The Outsider

A lo largo de los últimos años, Jared Leto se ha ido granjeando la fama de ser un actor de método especial y único, sobre todo a raíz de su Oscar en Dallas Buyers Club. En The Outsider, otra película original de Netflix, el actor interpreta a un prisionero de guerra que decide quedarse en Japón e ir ascendiendo poco a poco en la mafia japonesa, conocida como yakuza, y fundar su propio clan en un claro desafío a las costumbres tradicionalistas del país. Sí, la idea es buenísima, y la cinta tiene momentos algo inspirados, pero es como un plato de comida en un hospital: alimenticio, pero sin sabor alguno. La crítica se cebó con ella y con la actuación de Leto, que fue clasifica como anodina.

Tigre y dragón 2: La espada del destino

Tigre y Dragón es una de las películas más influyentes de la historia. Estrenada en 2001 supuso un auténtico terremoto en Hollywood y en Occidente, inaugurando una era en la que el cine asiático dictaminó el orden de estreno de cientos de películas iguales o similares en temáticas, y consagró nombres propios en el firmamento de Los Angeles. Tras encandilar a la Academia al conseguir cuatro Oscar, y considerada como una de las cintas más importantes de las últimas décadas a nivel estético y audiovisual, la idea de una secuela para Netflix parecía buena dentro de lo arriesgado del concepto. Con Michelle Yeoh repitiendo como Yu Shun Lien, la secuela de Tigre y Dragón es un mal trago con sabor a salsa de soja. Sí, tiene secuencias increíbles, pero no valen la pena por el sufrimiento de una trama sin gracia y una serie de decisiones estéticas propias de los productores norteamericanos.

Death Note

Adam Wingard no es mal director. Es el responsable de algunos segmentos de VHS y su secuela, de películas como The Guest o Tú eres el siguiente. Sabe crear atmósferas y cuando se le ofreció adaptar el manga y anime Death Note a imagen real, parecía una elección correcta. Pero nada más lejos de la realidad. Estamos ante una de las decepciones más grandes de Netflix, una adaptación fallida en todos los aspectos, que intenta simplificar al máximo la trama, retorcer los argumentos y aspectos morales de la historia original sin demasiado éxito y que respeta el espíritu lo justo como para poder llevar el nombre sin que parezca una adaptación libre. Criticada por el casting, Death Note debería borrarse de la programación del portal.

Memorias de un asesino internacional

Podríamos decir que Memorias de un asesino internacional es el ABC de las películas tipo de Netflix. Estrellas, humor y algo de acción facilona. La plataforma se ha abonado a personalidades como Kevin James, uno de los humoristas y actores más famosos de Hollywood, al que intenta colar en casi cualquier historia que se precie. En la cinta, el actor encarna a un apacible escritor que es confundido con un peligroso y reputado sicario cuando su novela sobre un asesino profesional se publica como una historia real en lugar de un relato de ficción. Pronto acabará secuestrado, involucrándose en un asesinato y descubriendo su propia valentía. Puag. Es el epítome perfecto de la falta de decoro y tacto de Netflix a la hora de producir una comedia de gran presupuesto.

El padre del año

¿Qué contenido calórico tiene el agua? Pues esta película dejará el mismo tras verla. Cero. En El padre del año, dos universitarios recién graduados discuten borrachos sobre quién de sus padres ganaría una pelea. Debido a que el debate acaba generando cierta repercusión, los padres deciden tomárselo en serio y competir en las más disparatadas pruebas. En definitiva, otra comedio tipo con David Spade y Nat Faxon de principales protagonistas. Sin sabor ni alma.

The Kissing Booth (Mi primer beso)

No, Netflix no sabe tocar con atino ciertos géneros. Por mucha comedia ligera que decida producir, casi ninguna llega a buen puerto. Y en el caso de The Kissing Both hablamos de una película que lo tendría todo, a priori, para triunfar. Contándonos la historia de Elle, conocemos sus primeros pasos en el amor, su primer beso y toda la pesca romántica habitual del género, pero de la peor forma posible. Aburrida, ñoña y simple, ha generado dos secuelas en Netflix, a cada cual más mala -la última no se ha estrenado, pero ya apunta maneras-, pero por ser la original y la culpable de este mal por entregas, nos quedamos con la primera.

Sextillizos

Palabras mayores en el ámbito de la basura cinematográfica existente en Netflix, pues hablamos de una película que se toma en serio y que incluso se permite el lujo y el adorno de presentarnos una historia relativamente madura para un pretexto propio de las comedias de los años noventa. En Sextillizos, un padre descubre cuando va a tener su propio hijo que es sextillizo y se dispone a hacer lo imposible por encontrar a sus cinco compañeros de útero, intentando reunirse con ellos. Hasta aquí bien, pues se generan situaciones divertidas y absurdas, capaces de hacernos reír, hasta que la cosa va por derroteros un tanto existencialistas y moralistas, descarrilando estrepitosamente hasta el punto de resultar aburrida e incómoda de ver.

Su último deseo

Material fresco. Si pensamos en una película con Ben Affleck, Willem Dafoe o Anne Hathaway pensamos en, por lo menos, una más o menos aceptable. Pero nada más lejos de la realidad. En Su último deseo, Hathaway interpreta a una periodista de Washington D.C que se juega su credibilidad y puesto de trabajo a fin de ayudar a su padre, que está completamente arruinado, en un trato con un traficante de armas. Mola, ¿verdad? Pues no, nada más lejos de la realidad. Es confusa, torpe y muy ambiciosa, con un argumento muy grande para el estilo visual y que hace que todo naufrague a las primeras de cambio. Una decepción mayúscula.