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Si te gusta Star Wars, tenemos malas noticias: los videojuegos cancelados a los que nunca podrás jugar

Estos títulos encontraron unas némesis que no pudieron enfrentar, los problemas económicos y la adquisición de LucasArts por parte de Disney.

Si hay algo más triste que la Tragedia de Darth Plagueis en el universo de Star Wars es la tragedia de sus juegos cancelados, siendo una saga tan longeva (Star Wars: Episodio IV Una Nueva Esperanza se estrenó en 1977) y con tanto éxito, saltó a la velocidad de la luz del cine a los videojuegos dejando tras de sí, y hasta día de hoy, títulos realmente memorables, como los dos Kotor y el Star Wars: Battlefront 2 de 2005, por ejemplo. Pero no estamos aquí para hablar de la gloria de la franquicia, más bien de los juegos que se quedaron por el camino, ya que, pasando de mano en mano entre compañías es fácil que algunos proyectos se queden en el tintero, dejando a los fans soñando con lo que pudo haber sido.

Star Wars: Battle of the Sith Lords

Star Wars: Battle of the Sith Lords, conocido internamente como "Codename: Damage" o "Maul", fue un proyecto que generó grandes expectativas debido a su enfoque en uno de los villanos más populares de las precuelas, Darth Maul. Desarrollado por Red Fly Studio a partir de 2010, este juego iba a ser una aventura de acción en tercera persona centrada en el combate cuerpo a cuerpo, tomando inspiración de títulos como Batman: Arkham Asylum y Star Wars: The Force Unleashed. El juego prometía ofrecer una visión profunda y oscura del universo de Star Wars, explorando tanto el pasado como el futuro de Maul, quien fue dado por muerto en La Amenaza Fantasma, pero que tras su popularidad y la facilidad con la que se vendían los muñequitos, decidieron traerlo de vuelta un poco a medias.

Los primeros conceptos del juego presentaban al Sith luchando junto a Darth Talon, una Sith Twi'lek del universo expandido, contra los enemigos del lado oscuro, lo que indicaba una trama que se alejaba totalmente de la cronología habitual y del canon. Todo esto, como ya se verá en otro de los juegos más famosos que se cancelaron, apunta a que fue idea de George Lucas, la misma persona que tuvo la "brillante" idea de Indiana Jones y el Rey Mono, una prometedora película (aunque llena de idead locas como nazis con brazos mecánicos o fantasmas escoceses) que, como estos juegos, nunca veremos.

El desarrollo de Battle of the Sith Lords fue un caos desde el principio debido a la falta de una dirección clara por parte de LucasArts, lo que dejó a los desarrolladores de Red Fly con poca orientación sobre la historia y el contexto de Maul dentro del canon de Star Wars. A pesar de esto, lograron crear algunos prototipos jugables que mostraban un sistema de combate dinámico y pulido para su momento. Sin embargo, la adquisición de Lucasfilm por parte del imperio Disney en 2012 significó el final del proyecto, ya que la nueva dirección corporativa decidió reorientar los esfuerzos hacia otros juegos en desarrollo. Aunque los fans del lado oscuro de la fuerza quedaron decepcionados, el juego ha mantenido su estatus como uno de los títulos cancelados más prometedores.

Star Wars: The Force Unleashed 3

Star Wars: The Force Unleashed 3 fue la esperada continuación de una saga que ya se había establecido con sus predecesores. Los dos primeros títulos permitieron a los jugadores experimentar la Fuerza de manera intensa y brutal, controlando al poderoso Starkiller, el aprendiz secreto de Darth Vader. La tercera entrega pretendía cerrar la historia de nuestro protagonista en un juego que prometía ser más ambicioso que los anteriores, incorporando un modo cooperativo donde los jugadores podrían alternar entre Starkiller (o su clon, o el clon de su clon… ya me entendéis) y Darth Vader.

Esta dinámica habría añadido una nueva dimensión a la narrativa, explorando la tensa relación entre maestro y aprendiz mientras intentaban frustrar los planes del Emperador y otros enemigos. Sam Witwer, quien interpretó al protagonista en los dos primeros, reveló que la historia habría comenzado con Boba Fett persiguiendo la nave Rogue Shadow, estableciendo un tono de tensión y peligro desde el principio. Un comienzo que para muchos se sentiría como el final recortado del título anterior, que acaba de forma abrupta con el Esclavo I persiguiendo a nuestros protagonistas.

Sin embargo, The Force Unleashed 3 nunca llegó a pasar de las primeras etapas de desarrollo debido a la reestructuración de LucasArts tras la ya mencionada compra de la compañía. Los problemas internos en el estudio y los resultados poco alentadores de The Force Unleashed 2 también contribuyeron a su cancelación. Esta decisión dejó a muchos con la sensación de que la historia del personaje principal quedó incompleta, y a pesar de las novedades jugables que podría haber ofrecido, nos tendremos que conformar con las referencias en otras producciones de la franquicia, como la base Starkiller en el Episodio VII de la trilogía de secuelas o una referencia al casco de este personaje en la serie Andor. También es un personaje extra en Soul Calibur IV.

Star Wars: Battlefront 3

La cuarta entrega de la saga Battlefront, Star Wars: Battlefront 3 es uno de los títulos más famosos entre los juegos cancelados de la marca, conocido por estar casi completado antes de su abrupta cancelación. Su desarrollo se propuso originalmente para Pandemic, que ya había trabajado en los títulos anteriores, pero por lo visto la Fuerza no les acompañó demasiado y rechazaron la oferta, al final corrió a cargo de Free Radical Design, el estudio detrás de la serie TimeSplitters, este juego iba a ser la culminación de la saga, prometiendo batallas masivas tanto en tierra como en el espacio con transiciones sin interrupciones entre ambas.

Este enfoque ambicioso habría llevado la experiencia de juego a un nuevo nivel, que aunque suene muy bien, es algo que ni los últimos títulos de la franquicia han podido ofrecer aún siendo desarrollados por DICE, filial de EA, una compañía con muchos más recursos que Free Radical y siendo el último de 2017.

A pesar de estar en una etapa avanzada de desarrollo, con informes que indican que el juego estaba "casi completado" (sabiendo los estándares actuales de juegos completados, nos podemos imaginar qué significaba eso), Battlefront 3 fue cancelado en 2008 debido a problemas financieros y desacuerdos entre la desarrolladora y LucasArts. Las razones exactas de su cancelación siguen siendo debatidas, pero por primera vez en esta lista no tuvo nada que ver con Disney.

Este hecho dejó a los fans con una sensación de pérdida, especialmente cuando se filtraron clips y datos del juego que mostraban su hipotético potencial. Aunque DICE revivió la franquicia con un reinicio de Battlefront en 2015, muchos nostálgicos tuvieron que esperar hasta 2017 para disfrutar de Star Wars Battlefront III Legacy, un mod creado para el Battlefront 2 de 2005 basado en material del original que sigue actualizándose y busca llenar ese hueco que dejó la saga.

Star Wars: Project Ragtag

Star Wars: Project Ragtag es otro de esos títulos que prometía ofrecer una experiencia única dentro del universo de Star Wars, esta vez bajo la dirección de Amy Hennig, la mente creativa detrás de la saga Uncharted y Legacy of Kain, entre otras. Anunciado tras la decisión de otorgar a EA y sus filiales la licencia exclusiva de producción de videojuegos, el proyecto estaba siendo desarrollado por Visceral Games, conocidos por la serie Dead Space, y se planteaba como un título de acción y aventura para un solo jugador, que seguía a un grupo de personajes fuera de la ley en la época de la post-imperial.

Con una historia cinematográfica, el juego tenía como objetivo capturar la esencia de un blockbuster, combinando elementos de acción con una narrativa envolvente y personajes complejos. Según las descripciones de los desarrolladores, uno de los momentos destacados del juego habría sido una persecución espectacular donde el protagonista huía de un AT-ST a través de un entorno destructible, mostrando la capacidad del motor gráfico Frostbite, utilizado para el remake de Dead Space, por poner un ejemplo.

A pesar de las altas expectativas, Project Ragtag fue víctima de las tendencias cambiantes en la industria de los videojuegos y la presión corporativa para desarrollar juegos como servicio. En 2017, Electronic Arts cerró Visceral Games y trasladó el proyecto que finalmente fue cancelado en 2019. Esto supuso un duro golpe una vez más para los fans que esperaban con la cartera ya en la mano una nueva aventura narrativa en el universo de Star Wars, especialmente bajo la dirección de una creadora tan respetada como Amy Hennig. Debido al potencial del proyecto, algunos elementos del juego podrían haber sido reciclados o usados de inspiración en el futuro, como el caso de Jedi: Fallen Order o Star Wars Outlaws.

Star Wars: Imperial Commando

Star Wars: Imperial Commando iba a ser la esperada secuela de Star Wars: Republic Commando, el aclamado shooter táctico de 2005 que permitió a los jugadores liderar un escuadrón de élite durante las Guerras Clon, posteriormente referenciado en series como The Clone Wars y la novela Imperial Commando: 501st, escrita por Karen Traviss. Anunciado de manera no oficial poco después del lanzamiento de su predecesor, la secuela iba a explorar las consecuencias de la Orden 66 desde la perspectiva de un comando imperial, llevando a los jugadores al otro lado del conflicto, ya sabéis, distinto jefe, mismo trabajo.

Esta secuela pretendía mantener los elementos tácticos que hicieron popular al primer título, pero con un enfoque en la lucha contra los terroristas Rebeldes y la diezmada escoria Jedi, lo que habría sido un punto de vista interesante para el momento, ya que no había muchas posibilidades de encarnar a los (elegidos democráticamente) malos de la película. El desarrollo comenzó con la creación de algunos conceptos iniciales, incluyendo borradores de guión y diseños de personajes y escenarios, pero nunca llegó a avanzar lo suficiente como para ser presentado oficialmente.

Desafortunadamente fue cancelado antes de que pudiera tomar forma, en parte debido a la recepción mixta de Republic Commando por parte del público y a los problemas internos dentro de LucasArts, que nunca faltan. La cancelación dejó, como siempre, dudas sobre qué habría sido de los personajes del primer juego y cómo se habría desarrollado la trama en un contexto tan opuesto como el paso de la República al Imperio, si Sev y su equipo habrían seguido órdenes como buenos soldados o si alguno se hubiera pasado al otro bando. A pesar de la falta de material concreto o prototipos jugables, Imperial Commando ha mantenido un estatus casi de culto entre los seguidores de la franquicia, que no pierden la esperanza por que se retome la saga, ya que Disney parece estar escuchando cada vez más a los fans.

Star Wars: 1313

Star Wars: 1313 representaba una nueva dirección en la narrativa de los videojuegos de la franquicia, con un enfoque en el lado más oscuro y crudo del universo de Star Wars dejando un poco de lado los jedi. Anunciado con gran entusiasmo en el E3 de 2012, este juego prometía a los jugadores una experiencia cinematográfica inmersiva, inspirada en títulos como Uncharted. Desarrollado por LucasArts utilizando Unreal Engine, el juego estaba ambientado en los bajos fondos del nivel 1313 en Coruscant, la ya más que conocida ciudad-planeta donde el crimen organizado y los cazarrecompensas prosperaron lejos de la mirada vigilante de la ley.

Los jugadores iban a asumir el papel de un cazarrecompensas anónimo que navegaba por este inframundo lleno de peligros, conspiraciones y traiciones. El tráiler revelado y las imágenes del juego mostraban gráficos de vanguardia para la época y una jugabilidad basada en la acción rápida, el combate con armas de fuego y la interacción con el entorno a través de plataformas y coberturas.

Sin embargo, el desarrollo de Star Wars: 1313 se vio afectado por varios contratiempos, entre ellos un cambio en la dirección creativa cuando George Lucas decidió que Boba Fett, el icónico cazarrecompensas, fuera el protagonista. Este cambio en la narrativa obligó a los desarrolladores a reconfigurar gran parte del juego, lo que ralentizó su progreso. La ya mencionada anteriormente compra de Lucasfilm por la casa del ratón fue la puntilla, pues decidieron cancelar varios proyectos en desarrollo, incluyendo este mismo.

A pesar de la gran expectativa y el impacto positivo que tuvo su presentación inicial, el proyecto fue oficialmente cancelado en 2013. Los fans, aún habiendo pasado ya 12 años, lo recuerdan como una oportunidad perdida para explorar un lado diferente y más maduro de la galaxia de Star Wars, con el potencial de convertirse en uno de los títulos más emblemáticos de la franquicia.

Estos han sido las cancelaciones más sonadas pero en la papelera de reciclaje de la franquicia hay otro buen puñado de juegos que pudieron ser pero nunca fueron, quizá en otra galaxia muy muy lejana o con algún mod hecho con cariño por un grupo de fans. Entre el resto de juegos cancelados están Star Wars: Smuggler, en desarrollo por LucasArts y cancelado antes de ser anunciado; Star Wars: Episode VII: Shadows of the Sith, anterior al Episodio VII de Kylo Ren, de principios de los 2000, cuando se pensó en un juego que seguía las aventuras de Ben Solo y su desarrollo en la Fuerza, continuando la saga tras El Retorno del Jedi. Sus conceptos fueron tomados como punto de partida para Star Wars: The Force Unleashed.

También está Project Hermes, pensado como una secuela de Star Wars: Super Bombad Racing; o Star Wars: Knights of the Old Republic 3, que ni llegó a comenzar su desarrollo por falta de recursos, aunque uno de sus diseñadores dice que todo estaba prácticamente escrito. Además de otros tantos como Star Wars: Attack Squadrons, cancelado después de cinco meses en beta; Star Wars: Rogue Leaders: Rogue Squadron de Wii, que iba a ser un recopilatorio de Rogue Squadron que no cuajó debido a problemas financieros de la desarrolladora Factor 5; además de la saga "Rebel" como Star Wars: Rebel Agent, Star Wars: Rebel Fury, Star Wars: Rebel Jedi, Star Wars: Rebel Scum y Star Wars: Rebel Warrior, todos cancelados por motivos desconocidos. Una pena.