El fin de semana pasado tuvo lugar una de las tres citas que la gigante japonesa ha preparado este año para los jugadores de su MMO. La primera fue en Las Vegas del 17 al 19 de octubre y la siguiente se celebrará en Tokio el próximo mes de diciembre. En cuanto a los europeos, nuestro festival se vio reducido a un solo día, aunque no por ello fue menos importante. Además, la noche anterior se organizó una fiesta exclusiva para los pocos afortunados que consiguieron hacerse con las limitadísimas entradas VIP, gracias a las cuales se llevaron algunos obsequios exclusivos y pudieron compartir velada con los miembros del equipo de desarrollo que se desplazaron hasta Londres.
El festival como tal abrió sus puertas el sábado 25 a las 10 de la mañana. El emplazamiento escogido, Tobacco Dock, resultó idóneo para las características de la feria, pues el espacio se adaptaba a las necesidades sobradamente y la propia infraestructura acompañaba a la ambientación de la feria, que estaba decorada y distribuida magníficamente para que los asistentes se sintieran como si pasearan por los escenarios de Eorzea.
A las 7 llegamos a las instalaciones para hacer la cola de rigor, que se fue extendiendo a ritmo vertiginoso a medida que se acercaba el momento de entrar. Algunos fans habían madrugado incluso más para asegurarse una pronta entrada, pero resultó no ser necesario. La organización, en este sentido, fue excelente. El staff coordinó la entrada con mucho acierto, de manera que la gran marea de asistentes se movió veloz y ordenadamente hacia el interior del Tobacco Dock, donde nos guiaron directos hacia la Ishgard Gallery, que era un gran salón de actos con todo el equipamiento adecuado para las ceremonias, concursos y mesas redondas. Todo ello se retransmitió por streaming a través de Twitch (Square Enix ofrecía una suscripción Premium de pago para quienes quisieran seguirlo desde casa). También los grandes televisores que había esparcidos por todo el recinto retransmitían estos eventos programados, de manera que los asistentes podían seguirlos sentados cómodamente en la terraza del Carline Canopy o mientras hacían cola para alguna actividad.
La ceremonia de apertura estuvo dirigida por el propio Naoki Yoshida (director y productor), que tras cortinas de humo de colores apareció disfrazado de mago negro para darnos la bienvenida al evento. No tardó en acompañarle Koji Fox (traductor principal de las expansiones de Final Fantasy XI y Final Fantasy XIV en su totalidad), que con un tono humorístico se metió al público en el bolsillo. Así, entre bromas y chascarrillos, la pareja empezó a comentar las novedades que se avecinan para Eorzea.
Muchos de los detalles ya se habían dado en la convención de Las Vegas de la semana pasada, así que Square Enix se aseguró de guardarse algo de información para ofrecer en primicia a los fans europeos. Además, estaban también las sorpresas específicas de nuestro mercado, como el nuevo Data Center que incorporará multitud de servidores adicionales para acercarnos más a la situación de otras regiones.
Las novedades de Heavensward
Por supuesto, el gran anuncio de Heavensward no vino de nuevas a nadie, y el tráiler que pudimos ver fue el mismo que ya conocíamos. No obstante, en las pantallas se fueron mostrando bocetos, modelados 3D y arte conceptual para ir ilustrando todo lo que Yoshida nos iba contando: nuevos capítulos de historia en un arco llamado The Dragonsong War, más equipamiento y armas, límite de nivel ampliado hasta el 60 (actualmente es 50), nuevas mazmorras y una nueva raza todavía sin anunciar.
A continuación, llegó una de las noticias más esperadas por los fans: ¡monturas voladoras! En el acto se nos mostró al chocobo negro y la aeronave individual, pero se confirmó que el equipo está trabajando en seis distintas (el público pidió el chocobo gordo y más opciones, a lo cual Yoshida respondió con entusiasmo y prometió meditarlo). La incorporación de la exploración aérea llevará a los jugadores a los cielos de Eorzea, donde encontraremos mundos flotantes, islas y otros rincones con muchas aventuras desde una nueva perspectiva. También se detalló un poco el sistema de vuelo, que busca ser muy fluido para combinarse con el desplazamiento terrestre sin interrupciones.
Otra noticia que encantó al público fue la de las dos nuevas tribus: los Vanu Vanu y los Gnath. Cada cual vendrá acompañado de un nuevo Primal, que recibieron ovaciones generalizadas: Bismarck es una gran bestia que ofrecerá un combate totalmente novedoso al suceder entre nubes. El otro es Ravana, un Primal diseñado específicamente para Final Fantasy XIV.
La ceremonia finalizó con otra novedad igualmente aplaudida: un nuevo job, el Dark Knight. Este tendrá el rol de tanque y llevará una espada a dos manos, además de ser portador del poder de la oscuridad. El Dark Knight no tendrá una clase básica. Es más, Yoshida insinuó que todos los compradores de la expansión podrán empezarla ya con el nuevo job. ¡Aunque no será el único! El otro job nuevo se presentará a finales de diciembre en el FanFestival de Tokio. Yoshida se quitó la camiseta de Batman (Caballero Oscuro/Dark Knight) que llevaba bajo el disfraz y vimos que vestía otra del Agente 007. La pista indica, claramente, alguna clase de pistolero o similar.
Un paseo por los gremios
Todos los asistentes recibimos, al entrar, una pulsera y un pase que incluía mapa, horarios de eventos programados y, en la parte trasera, una yincana a modo de quests como las que hay en el juego. De esta forma, se invitaba a los asistentes a participar en todas las actividades para conseguir los sellos que te permitían ir a recoger distintos premios en el Keeper of the Quest, desde imanes hasta camisetas y láminas de ilustraciones. También aquí esperaba la "goody bag", una por persona, que se podía ir a recoger en cualquier momento del día e incluía lo siguiente (todo con temática de Final Fantasy XIV): bolsa de tela, camiseta del evento, libreta y un cargador portátil con adaptadores variados que salvaron las baterías de un buen montón de smartphones que no paraban de grabar y hacer fotos de todo lo que iba aconteciendo. Por descontado, en todo el recinto había WiFi gratuito y abierto que funcionaba a las mil maravillas.
Una de las quests del pase era una Treasure Hunt, con diez pistas indicando la ubicación de diez rotuladores con sello que estaban escondidos por todo el lugar. Podías ir encontrándolos mientras hacías las actividades o ir expresamente a buscarlos. Muchos no estaban a simple vista, pero tampoco estaban en lugares rebuscados. El mayor escollo, de hecho, era no ser angloparlante, aunque podías ir al Keeper of the Quest a por ayuda, así que había facilidades. Vale remarcar que los rotuladores se mantuvieron en su lugar hasta el final del día sin estar atados ni nada, lo cual demuestra el buen comportamiento de los asistentes, que rondaban los 25-30 años de edad.
El Tobacco Dock dividía las actividades en dos plantas. La parte de arriba estaba más dedicada a las actividades con los ordenadores, así como la tienda de merchandising, el salón de actos y la taberna. En el piso inferior estaban los tenderetes al más puro estilo minijuegos del Golden Saucer, además de los talleres y la exposición de arte. Todo el lugar estaba acondicionado con farolillos de calor que proporcionaban una temperatura adecuada, también con lugares para sentarse (aparte del Guild Hall, con mesas para reunirse o comer), buena cantidad de aseos en ambas plantas y un gran Aetheryte un poco cutrecillo que marcaba el punto central al que teletransportarse.
Hasta aquí, lo que concierne a organización y planificación estuvo a la altura de la ocasión, con abundante personal, tanto staff como de seguridad, que trabajó con entusiasmo y ayudaron a que todo el ambiente fuera de lo más jovial y alegre. El único punto que falló estrepitosamente fue el del Market Ward. La tienda de merchandising ofrecía una pequeña selección de productos a precios bastante caros (aunque no dejan de ser los oficiales de Square Enix), pero lo verdaderamente desastroso fue que solo hubiera una caja registradora procesando las miles de compras. Nada más terminar la ceremonia inicial, se formó una cola que daba la vuelta por todo el pasillo y que se mantuvo así hasta prácticamente la hora de cerrar, a las 8 de la noche. Las ventas se efectuaban muy lentamente y ponerse a la cola para comprar algo significaba pasar 4-5 horas de pie, perdiendo la oportunidad de hacer cualquier otra cosa o asistir a los eventos programados que te pillaran de por medio.
Para colmo, la vitrina que exponía los productos a la venta estaba en el interior de la tienda, tras una marabunta de gente, así que era imposible ver lo que querías comprar, a no ser que lo vieras en las manos de los que ya habían salido del laberinto humano. Durante el transcurso de la mañana se fueron agotando varios productos, principalmente los peluches, y el único anuncio al respecto era un grito del vendedor en el momento que se llevaban la última unidad, de manera que los que hacían cola de puertas hacia fuera no se enteraban. Más grave es la falta de previsión si tenemos en cuenta que la interminable cola y los productos agotados ya sucedieron en el evento de Las Vegas. En definitiva, la tienda de merchandising fue un desastre absoluto de cara a los asistentes.
Dejando ya de lado el único aspecto oscuro de la feria, podemos pasar a hablar de las actividades. Abajo estaba la Adventurer’s Academy: el Behemoth Riding era una suerte de toro bravo, en la Elezen School of Archery podías disparar al blanco con un arco, en Pugilist Reaction Trial había máquinas que ponían a prueba tus reflejos y en el Monk Steady Hand Test tenías que llevar una anilla a través de un conducto sin tocarlo (lo logró una sola persona, según el azafato). En esta misma planta estaban los Carnival Stalls: Lasso the Behemoth era un tiro al blanco con anillas de cuerdas, Fishing Challenge consistía en un minijuego de pesca en barriles y Eorzean Target Testing te pedía puntería con dardos. En todos ellos te daban chucherías al participar.
En la misma zona estaban los talleres. En el Aesthetician Salon tenían una amplia selección de "tatuajes" (pequeños dibujitos con símbolos del juego) y peinados como los que hay disponibles para tu personaje que podías pedir para que te hicieran las señoras que había dentro, en una estancia habilitada con una luz tenue y muchos sillones. Justo al lado encontrábamos los gremios de Carpenters y Goldsmiths, donde los participantes hacían joyas y máscaras. La Ul’dah School of Alchemists era incluso más sofisticada, con sesiones de media hora en las que elaborabas perfumes con mezclas de aceites esenciales.
Por los alrededores de la zona de actividades estaban la preciosa exposición de arte (con armadura incluida) y el Mih Khetto’s Theatre, con una pantalla verde para hacer una composición con croma. También había cuatro stands con la Nintendo 3DS para jugar partidas competitivas al Theatrhythm Curtain Call.
Hora de jugar
El piso superior, en cambio, estaba repleto de ordenadores de última generación y alguna que otra PlayStation 4. Las salas más pequeñas tenían unas cinco mesas de ocho ordenadores cada una, donde se montaban Roulettes girando, efectivamente, una ruleta real que determinaba el Primal contra el que competían los equipos. Muchos ya iban con su full party montada de casa. En caso contrario, no era complicado encontrar otros miembros sueltos para completar el equipo necesario. Cada una de las tres salas que albergaban Roulettes correspondía a las facciones de Eorzea: Gridania, Limsa Lominsa y Ul’dah. La única pega es que en algunas de estas salas no había mando disponible, así que los acostumbrados a la versión de consola teníamos que aprender rápidamente los controles de PC.
Por último, había una gran sala habilitada para el Odin Battle Challenge. Este Primal, que se añadirá en la próxima actualización como Duty (actualmente es una Fate), estaba disponible para jugar en primicia. La cola para entrar era bastante larga, pero se avanzaba a buen ritmo. En la espera, era habitual ver equipos levantando cartelitos de "L1M …" y, aunque hacia el final de la jornada hubo un poco de lío para formar equipos completos (la gente no quería separarse de sus acompañantes), el funcionamiento era bastante ágil. Para próximas ediciones, quizá sería mejor formar una cola para full parties y otras para jobs, de manera que cada cual se sitúe en la del rol que quiere/sabe manejar y los equipos los monte el staff, sin que la gente tenga ese reparo a separarse en equipos distintos. Al fin y al cabo, nadie había jugado esa batalla antes (a menos que asistieran a Las Vegas), así que solo los más habilidosos ganaban y, como premio, se llevaban el sello y una camiseta de "I beat Odin".
A las 6 de la tarde tuvo lugar el concurso de cosplays. Lo cierto es que la cantidad de gente disfrazada no era muy elevada, pero los poquitos que había tenían una buena cantidad de horas de trabajo a sus espaldas. Los participantes hacían una mini actuación en el escenario de apenas 15 segundos. A destacar el excelente trabajo de las chicas que iban de Chocobo y Leveilleur, así como los de Hildibrand y un chico que iba de Miqo’te. También había un par de bardas, un mago negro e incluso uno disfrazado con el traje de Halloween que están dando ahora mismo en un evento especial del juego.
Finalmente, a las 8:30 de la noche se celebró la ceremonia de cierre de un modo que pilló a muchos por sorpresa: un apoteósico concierto con los temas de los Primals que vendrán en el nuevo disco From Astral to Umbral, que saldrá a la venta a finales de año en Japón. Este contiene 12 temas nuevos, 6 remasterizaciones a piano y otras 6 cantadas por bandas. En el concierto participó Koji Fox con unas actuaciones que animaron la noche e hicieron soltar más de una carcajada a los asistentes. Para acabar, salió Yoshida al escenario para despedir la jornada y prometer una futura edición para el año que viene.
En definitiva, el Final Fantasy XIV Festival de Londres no ha decepcionado. La organización fue excelente, el ambiente inmejorable y toda la planificación de actividades superó las expectativas. Si algo le podemos pedir para 2015 es que se mejore el abarrotamiento de la tienda de merchandising y que en Europa le dediquen más días, como se ha hecho en el resto de regiones. Por lo demás, se trata de un evento con el que los fans pueden compartir su pasión y, desde luego, cualquier jugador que conozca el universo de Eorzea puede pasarlo estupendamente. Altamente recomendado.