El género del terror lleva experimentando desde hace varios años un resurgimiento espectacular y 2023 no será la excepción que rompa la regla. De hecho, aquellos que disfruten de pasar miedo delante de la pantalla encontrarán un año repleto de alegrías y muchos sustos con propuestas de lo más variadas. Sin ir más lejos, Dead Space Remake llegó hace unos días y triunfó, calificado ya por muchos como uno de los mejores remakes de la historia. Y no habrá que esperar mucho para el regreso de otro clásico, ya que Resident Evil 4 Remake saldrá el 24 de marzo, otro plato fuerte en cuanto a reimaginaciones de grandes clásicos del horror.
Tampoco nos olvidamos de Silent Hill 2 Remake o Alone in the Dark, que a pesar de no contar con una fecha de estreno concreta sus responsables apuntan a lanzarlos este año, o de videojuegos completamente nuevos como Alan Wake 2 o Layers of Fears.
Es por ello que, a modo de homenaje a este género que tan malos ratos nos ha hecho pasar, en Vandal hemos decidido recopilar los que son, bajo nuestro juicio, algunos de los juego que son tan aterradores o incluso más que Dead Space Remake, por si tras hablerlo jugado os habéis quedado con más ganas de tensión y sustos.
1. Alien Isolation
Alien Isolation es, por méritos propios, uno de los juegos de terror más influyentes y recordados de los últimos años, y a pesar de ello parece que SEGA no está muy por la labor de entregarnos una continuación... El Xenomorfo que nos persigue durante varios tramos de la aventura tiene gran parte de la culpa de que Alien Isolation sea un juego tan terrorífico ya que es capaz de generarnos una sensación de indefensión y un malestar como pocos enemigos en los videojuegos. Esta virtud se ve respaldada por una ambientación soberbia que ayuda a sumergirnos aún más en una historia que no nos da un solo respiro desde que comienza hasta que acaba, además de un sonido ambiental inmersivo y con varios guiños dirigidos a los amantes de la saga cinematográfica iniciada por Ridley Scott.
2. Amnesia: The Dark Descent
Amnesia: The Dark Descent es todo un ejemplo de los buenos resultados que se pueden obtener por parte de un equipo pequeño si este sabe a la perfección qué es lo que quiere transmitir con su videojuego y cómo pretende hacerlo. El primer Amnesia no es un título que pueda presumir de tener un apartado técnico espectacular, algo entendible dado que fue desarrollado por apenas cuatro personas, aunque sobresale en los aspectos verdaderamente importantes en un juego de estas características como son el sonido y el constante juego de luces y sombras. Además, se podría decir que su dirección minimalista es una de sus mayores bazas, y es que aquellos que lo hayan jugado sabrán que consigue causar sensaciones de verdadera angustia con muy pocos recursos.
3. Dead Space 2
El primer Dead Space de 2008 pilló a los fans del terror desprevenidos por su increíble ambientación y por mezclar como pocos secciones de acción y pánico absoluto. Ante el éxito indiscutible de esta obra desarrollada por Visceral Games, Dead Space 2 no se hizo de rogar y se estrenó a principios de 2011 para sorprender, una vez más, a los aficionados al género. Naturalmente, al tratarse de una secuela directa había perdido algo de factor sorpresa y algunos elementos que recuperaba del primero ya no tenían tanto impacto, aunque el equipo se las ingenió para suplir estas carencias siguiendo el principio de "más y mejor", con una aventura muy espectacular e intensa. Sí, puede que el título estuviese ligeramente más orientado a la acción, pero todavía seguía haciendo uso del terror como una de las herramientas principales para asustar al jugador, dejando para el recuerdo numerosas escenas de auténtico espanto que ningún fan del género se puede perder. ¿Habrá remake de Dead Space 2? No lo sabemos, pero mientras siempre podéis disfrutar del título original, que sigue siendo muy disfrutable.
4. MADiSON
Madison es uno de tantos títulos que tratan desesperadamente de imitar las bondades de P.T., la demo del cancelado Silent Hills de Hideo Kojima y Guillermo del Toro que dio tanto de qué hablar cuando se estrenó en exclusiva para PS4. A pesar de que P.T. fue retirado para siempre de la PS Store, en lugar de caer en el olvido inició una tendencia que sigue perdurando incluso en la actualidad. En el caso del juego que nos ocupa, Madison entra dentro del saco de las buenas imitaciones al presentar un viaje que sabe mezclar con acierto conceptos del survival horror clásico y del terror moderno. Lejos de ser el típico tren de la bruja cargado de recursos manidos como los molestos jumpscares, Madison permite cierto margen de exploración en sus escenarios y nos mantiene en una tensión constante para que nunca bajemos la guardia.
5. Outlast
Pocos juegos nos han revuelto tanto las tripas como Outlast, una experiencia de terror independiente inmersiva como pocas que expone constantemente al jugador a escenas explícitas, sangrientas y, en definitiva, no aptas para estómagos sensibles. Como buen título de terror que se precie, Outlast no nos pone en la piel de un soldado armado hasta los dientes, sino de un inofensivo periodista que se ve obligado a adentrarse en un tétrico hospital psiquiátrico en el que ocurren sucesos paranormales para destapar la verdad. El uso de una cámara con visión nocturna es vital para asegurar su supervivencia, aunque al no poder hacer frente a los enemigos no tiene otro recurso que el de caminar en sigilo, esconderse y rezar para pasar desapercibido.
6. Project Zero
La primera entrega de la saga principal de Project Zero, conocida como Fatal Frame en Japón, destacó en gran medida por el uso de la Cámara Oscura, un artilugio que permitía a Miku Hinasaki, protagonista de la aventura, observar espectros y todo tipo de entes paranormales e incluso atacarlos para garantizar su supervivencia. Sin lugar a dudas, lo que más llamó la atención de Project Zero fue el buen uso que hacía de sus mecánicas originales, aunque tampoco podemos olvidarnos de su atractiva historia construida a partir de mitos y leyendas de fantasmas que tienen su origen en el folclore japonés. ¿Para cuándo un remake de la primera entrega? Ya que a estas alturas tener una PS2 o una Xbox para jugar a él no es sencillo, podéis probar con Project Zero: Maiden of Black Water, lanzado el año pasado, o esperar a Project Zero 4, que llegará el 9 de marzo.
7. Signalis
Signalis fue, sin lugar a dudas, una de las grandes sorpresas que nos llevamos en 2022. Estamos ante una propuesta que bebe claramente de auténticos referentes como los juegos clásicos de Resident Evil y Silent Hill, pero que por el camino consigue introducir tantos elementos de cosecha propia que consigue desmarcarse lo suficiente como para no sentirse como una suerte de imitación. En esencia, aquí podéis encontrar un survival horror de la vieja escuela en el que no falta ninguno de los ingredientes que esperan los veteranos, desde la gestión inteligente del inventario, rebuscar hasta en el último recoveco de las habitaciones y resolver puzles, hasta medir cuidadosamente cada uno de nuestros disparos para no quedarnos sin munición y quedar a merced de los enemigos. Y además con ambientación de ciencia ficción en el espacio a lo Dead Space, por si queréis seguir en esa onda.
8. Silent Hill 2
Silent Hill 2 es todo un clásico que no podía faltar en esta lista ya que no por nada es considerado por muchos como el videojuego más aterrador de todos los tiempos. A pesar de que su obsoleto sistema de controles puede tirar para atrás a más de uno, es justo decir que la atmósfera del pueblo maldito sigue siendo tan brillante e hipnotizante como el primer día. Podríamos pasarnos horas alabando el diseño de sus criaturas, entre las que por supuesto destaca el mítico Pyramid Head, o desmenuzando cada uno de los matices de su historia. La secuela de Silent Hill es una de esas creaciones en las que sus virtudes se anteponen a sus aspectos anticuados y perduran durante mucho tiempo en la mente de los jugadores. Recordamos que este mismo año se pondrá a la venta Silent Hill 2 Remake, una reinvención del original que está siendo desarrollada por Bloober Team y que contará con parte del equipo original entre los que encontramos el compositor Akira Yamaoka y el artista Masahiro Ito.
9. The Evil Within 2
La secuela de The Evil Within, un juego dirigido por el veterano Shinji Mikami, padre de Resident Evil, consiguió construir sobre la base de la primera entrega para ofrecer una obra con más personalidad que su predecesor en la que caben diferentes vertientes del género, desde el horror más japonés hasta el occidental, aunque siempre con un claro enfoque en el terror psicológico, e incluso coqueteando con los mundos abiertos, algo no habitual en el género. En esta segunda parte volvemos a tomar el control de Sebastián Castellanos, quien se ve obligado a adentrarse de nuevo en un mundo de pesadilla que cuenta con algunos diseños de enemigos de lo más originales y terroríficos que no tienen nada que envidiar a las monstruosidades que podemos ver en Silent Hill o Resident Evil. Por si fuera poco, la historia tiene un ligero punto emotivo que le sienta de maravilla, aunque no por ello deja de ser espeluznante en todo momento.
10. Visage
Visage fue bautizado en su momento como el sucesor espiritual de P.T., un calificativo que no le vino para nada grande. No son pocos los títulos que tratan de imitar su atmósfera y estilo, aunque como ya hemos adelantado Visage es uno de los más destacables dentro de esta especie de subgénero. De esta manera, nos encontramos ante un videojuego con un trabajo tremendo en lo que se refiere a la recreación de ambientes y con un gran foco en el sonido, garantizando numerosos sustos durante el variado y rejugable viaje que nos propone. No inventa nada que no hayamos visto ya en otros títulos similares, aunque es capaz de tomar buena nota de los mejores referentes del género para llevar varias de sus ideas a su terreno y ofrecer algo familiar, aunque con pequeños destellos de frescura.
11. Resident Evil 7
Tras varias entregas en las que la mítica saga de Capcom abandonó el survival horror para entregarse en los brazos de la acción, esta séptima parte arriesgó apostando por un cambio de perspectiva, ahora en primera persona, y volviendo al terror y la escasez de recursos, con una ambientación realmente opresiva. Estamos posiblemente ante el Resident Evil más terrorífico, con permiso de Resident Evil 2 Remake, toda una prueba de fuego para aquellos que son capaces de pasar miedo con un mando entre las manos. Y si os va la marcha intentad jugarlo en realidad virtual, donde se dobla la apuesta del terror.