El encarecimiento del día a día en España ha llevado a muchos jubilados a plantearse alternativas fuera del país. Con una pensión media de 1.309 euros mensuales, según los últimos datos de la Seguridad Social, miles de mayores reconocen que les cuesta llegar a fin de mes, sobre todo por el precio de la vivienda, la inflación en productos básicos y el peso de los gastos fijos. En ese escenario, algunos exploran destinos donde su dinero rinde más, y Tailandia se ha convertido en uno de los favoritos.
Alberto, un jubilado español que lleva más de una década viviendo en el país asiático, lo resume sin rodeos: “Pagué 63.000 € por mi casa, eso en España imposible”. Casado con una mujer tailandesa, asegura que la elección fue sencilla cuando se jubiló: quedarse en España o instalarse en el país natal de su esposa. “Al principio pensé en repartir seis meses aquí y seis allí, pero económicamente es insostenible. Con una sola pensión, mantener dos hogares es imposible”, explica en declaraciones recogidas en redes sociales por el creador de contenido Sergio Castillo.
Motivos económicos
La diferencia de precios entre ambos países es el argumento central de su decisión. “Pago 20 baht al mes por la recogida de basura, que son 50 céntimos. Aquí casi nada se paga”, afirma. Su casa, adquirida hace ocho años, le costó alrededor de 62.000 euros, un precio que considera inalcanzable en España, donde el mercado inmobiliario sigue tensionado, especialmente en zonas turísticas. Aunque reconoce que la calidad de la construcción no siempre es la mejor, sostiene que la balanza económica compensa con creces. La diferencia de precios resulta, para él, determinante.
Este estilo de vida, reconoce, es especialmente atractivo para quienes ya cuentan con una renta fija de jubilación. “Si eres pensionista y no dependes de un trabajo, deberías planteártelo”, sugiere. Según Carlos, ese “moverse un poquito” puede significar una diferencia radical en bienestar. En un país con un coste de vida mucho más bajo, los jubilados disfrutan de comodidades impensables en España, como servicios domésticos o actividades de ocio más frecuentes.
Ahorro y calidad de vida
El español también rompe con algunos estereotipos culturales. A menudo, en España se caricaturiza la gastronomía asiática como exótica y limitada a insectos o platos extraños. Carlos matiza: “Claro que en los mercados encuentras cocodrilo o escorpiones, pero al lado tienes pizzerías, hamburgueserías o cualquier restaurante internacional”. A su juicio, la oferta culinaria en ciudades tailandesas es tan diversa como en cualquier capital europea, y con precios notablemente más bajos.
Su testimonio resuena especialmente en un contexto español marcado por la carestía de la vivienda y la inflación en bienes básicos. “Aquí puedes tenerlo todo y te sobra; en España no te sobra nada a final de mes”, resume. Una frase que sintetiza el contraste y que explica por qué tantos, como él, ya no contemplan regresar definitivamente.
