Es la gran obra de Madrid y uno de los puntales de la gran reforma de la capital junto a Madrid Nuevo Norte, uno proyecto que sigue dando que hablar. Hablamos del colosal proyecto de José Luis Martínez-Almeida como alcalde, el soterramiento de 3,2 kilómetros de la A-5, desde Padre Piquer hasta Avenida Portugal. Un año después, la fisonomía de la zona es otra.
Desde la pasarela del Anillo Ciclista, conocida por los vecinos como "el palco VIP con vistas a la obra", se observan pilotes de más de 20 metros, excavadoras que parecen inmensas máquinas reducidas a la escala de un juguete debido a la magnitud del proyecto y un tráfico reducido y enrevesado que serpentea entre zanjas y agujeros de 300 metros que pronto serán túnel. Es un auténtico caos.
La colosal obra de la A-5: doce meses de obras, túneles empezados y conductores al límite
Tras décadas de reivindicaciones vecinales, el sueño de unir barrios de Latina y apartar de la superficie seis carriles con 80.000 vehículos diarios empieza a tomar forma. Desde enero se han colocado 6000 pilotes que servirán de paredes del túnel, siguiendo la técnica cut and cover: excavar bajo tierra mientras se mantiene el tráfico en superficie. "Primero se construyen los muros de contención, después se excava y se cubre con losas de hormigón para poder retomar circulación y trabajos simultáneamente", explica Juan Tébar, del colegio de ingenieros de Caminos en declaraciones recogidas por 20 Minutos.
Actualmente, la obra va por su segunda fase: el tráfico se desplazó al sentido salida y se iniciaron los trabajos de pilotaje y excavación del sentido entrada. En enero, la circulación pasará al sentido opuesto para soterrar la calzada contraria y urbanizar la superficie, mientras que la apertura del túnel se espera en noviembre de 2026.
No faltan tensiones: vecinos han documentado quejas por polvo, ratas, cortes de luz y agua y curvas cerradas que obligan a un “slalom” diario. Reclaman reducir la velocidad, instalar pantallas antirruido y avisos previos ante interrupciones. A pesar de las molestias, Almeida y Borja Carabante insisten: el Paseo Verde del Suroeste, con 70.000 m² de zonas verdes sobre el túnel, transformará la vida de los barrios, y "cada hora de inconveniente valdrá la pena", repiten en cada visita a la obra.















