Con el estreno de su temporada número 27, South Park ha vuelto a colocarse en el centro de la conversación televisiva. La polémica no tardó en llegar con un primer episodio que parodiaba directamente a Donald Trump, en un ejercicio de sátira política que ya es marca de la casa. El debate sobre hasta dónde puede llegar la serie de Trey Parker y Matt Stone ha coincidido con la recuperación de una entrevista de 2015, en la que los propios creadores adelantaban cómo podría ser el final de la producción.
Ya daban por hecho que acabarían cancelando la serie de animación
En aquella conversación con IGN, Parker y Stone reconocían que llevaban casi dos décadas esperando la cancelación de South Park. “Creo que va a terminar con un fiasco, sin duda. Simplemente acabará en un fracaso, diremos: ‘A la mierda, tío’ y nos iremos”, afirmaban entonces. Su declaración no era un recurso dramático: confesaban haber asumido desde hacía 18 años que, en cualquier momento, la cadena podía dar por concluida su irreverente comedia animada.
Lejos de cumplirse esa predicción, la serie no solo sobrevivió, sino que se consolidó como uno de los títulos más longevos de la televisión estadounidense. Estrenada en 1997 en Comedy Central, South Park ha acumulado más de 300 episodios y se mantiene como uno de los pilares de la sátira política y social en la pequeña pantalla. En 2021, Parker y Stone firmaron un acuerdo millonario con Paramount Global para extender la serie al menos hasta 2027, lo que garantiza que el “fiasco final” aún tendrá que esperar.
El humor corrosivo que caracteriza a South Park ha puesto a la serie en el ojo del huracán en más de una ocasión. Desde sus primeros episodios, la irreverencia hacia líderes políticos, religiones, celebridades o movimientos sociales le ha granjeado tanto denuncias como lealtades férreas. La reciente parodia de Trump es solo la última muestra de una tradición que ha convertido a Stan, Kyle, Cartman y Kenny en iconos culturales más allá de la animación.
El contraste entre la visión apocalíptica que los creadores daban en 2015 y la solidez actual de la serie resulta significativo. “No pararemos hasta que nos cancelen”, dijeron entonces, subrayando que el final no dependería de ellos, sino de la cadena. Pero el tiempo ha demostrado que South Park sigue siendo un producto rentable y con gran tirón global: se emite en más de 100 países y acumula millones de espectadores en plataformas digitales, donde ha encontrado una nueva generación de seguidores.
