Tom Zhu, ingeniero de origen chino y actual vicepresidente senior de Tesla, se ha consolidado como la figura de mayor peso tras Elon Musk en la jerarquía de la empresa.
Fue una figura clave en la expansión de la empresa
Zhu ha sido fundamental en la expansión global de Tesla, especialmente a través de su gestión de la Gigafábrica de Shanghái, un proyecto que no solo permitió multiplicar la producción del Model 3 y Model Y en Asia, sino que también cimentó su reputación como un líder pragmático y enfocado en resultados. Según reportes de Bloomberg, Zhu ha escalado hasta convertirse en el principal responsable de las operaciones de ventas, producción y servicios automotrices a nivel mundial, respondiendo únicamente ante Musk.
Entró a Tesla por sus contactos
La trayectoria de Tom Zhu refleja un perfil atípico dentro de Tesla: estudió ingeniería en la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, y completó un MBA en la prestigiosa Duke University en Estados Unidos. Su experiencia previa en proyectos de infraestructura en África con la firma Kaibo Engineering le proporcionó una visión internacional poco común entre ejecutivos chinos. Fue precisamente a través de su red de contactos durante estos años cuando se produjo su entrada en Tesla en 2014, como jefe de proyecto para el despliegue de estaciones de carga en China, según detalla Kalkine Media.
Entre sus colaboradores, Zhu es descrito como un ejecutivo incansable, hasta el punto de que llegó a dormir en la Gigafábrica de Shanghái durante los momentos más críticos de su puesta en marcha, un gesto que cimentó su leyenda interna. Su capacidad para adaptarse a la cultura corporativa estadounidense y a las complejidades del mercado chino ha sido clave para ganarse la absoluta confianza de Musk, en un momento en que Tesla necesita líderes que manejen con solvencia mercados globales cada vez más desafiantes, según destacan analistas de Reuters.
La posibilidad de que Tom Zhu suceda a Musk como CEO de Tesla se debate con intensidad entre inversores y analistas. Mientras algunos, como la firma de análisis Wedbush Securities, consideran que Zhu sería la opción natural si Tesla priorizara la manufactura y la eficiencia operativa, otros señalan que un perfil más técnico, como el de Drew Baglino o Lars Moravy, podría ganar terreno si la apuesta estratégica se inclina hacia la inteligencia artificial y la robótica. No se descarta, en cualquier caso, un modelo de liderazgo compartido que permita repartir las cargas de gestión en una Tesla cada vez más diversificada.
Aunque su perfil público es discreto, lo que para algunos representa una debilidad en una empresa conocida por su exposición mediática, para otros es precisamente su gran fortaleza: podría ofrecer la estabilidad operativa que Tesla necesita para afrontar su siguiente etapa de crecimiento global. A la espera de que Musk decida su propio futuro en la empresa, Tom Zhu encarna el tipo de liderazgo sólido y meticuloso que podría garantizar la continuidad de Tesla en un mercado automotriz y tecnológico cada vez más competitivo.
