El actor británico Tom Hardy, de 47 años, ha abierto su corazón para hablar de los sacrificios físicos que ha supuesto su intensa trayectoria en el cine. Aunque ha conquistado al público con papeles exigentes en películas como The Dark Knight Rises o Mad Max: Fury Road, detrás de las cámaras ha tenido que lidiar con un alto coste físico.
Tom Hardy, sincero sobre su estado físico: “Estoy hecho polvo, siento que mi cuerpo se descompone”
En una reciente entrevista con Esquire, Hardy confesó el desgaste que ha sufrido su cuerpo tras años entregado a personajes extremos y escenas de acción: “Me han operado dos veces de la rodilla, tengo una hernia discal en la espalda y ciática”, explicaba. A esa lista se suma también una dolorosa fascitis plantar, que afecta a la planta del pie y dificulta su movilidad.
Hardy reconoce que no todo ha sido evidente desde el principio, pero que los signos del deterioro han ido acumulándose con el tiempo. “¿De dónde viene todo esto? ¿Por qué me pasa?”, se pregunta. “También tengo un tirón en el tendón de la cadera. Es como si todo mi cuerpo se estuviera deshaciendo poco a poco, y sé que no va a ir a mejor”. Hay que recordar que Hardy, los últimos años, se ha involucrado activamente en el Brazilian Jiu-Jitsu (BJJ), disciplina en la que ha alcanzado un nivel notable, compitiendo y ganando medallas en torneos abiertos al público.
A pesar del desgaste, su pasión por la interpretación lo ha llevado a asumir retos físicos constantes. “Disfruté muchísimo interpretando a Eddie en Venom”, recuerda. “Hacía malabares con motosierras, me subía a un monociclo y me lanzaba por los aires. Siempre trataba de darlo todo”, concluía. Actualmente, Hardy no afloja el ritmo. Está rodando la serie MobLand junto a Pierce Brosnan y Helen Mirren, y recientemente estrenó en Netflix su última película de acción, Havoc, en abril.
