Kathleen Kennedy, una de las figuras más influyentes de la industria cinematográfica de Hollywood, ha comunicado a su círculo cercano su intención de abandonar el cargo de presidenta de Lucasfilm a finales de 2025. La noticia, adelantada por varios medios estadounidenses, supone el cierre de una etapa crucial para la compañía, cuya dirección asumió en 2012 tras la adquisición de Lucasfilm por parte de Disney.
El acuerdo, valorado en 4000 millones de dólares, marcó el inicio de una nueva era para Star Wars, con Kennedy al frente del resurgimiento de la saga galáctica y de otros proyectos icónicos como Indiana Jones. Pero su salida de la empresa fundada por George Lucas llega en el peor momento posible y muchos creen que Kennedy ha debilitado enormemente la marca en los últimos años.
Star Wars dice adiós a su líder: Kathleen Kennedy deja Lucasfilm en un momento crítico para la saga
La llegada de Kennedy a Lucasfilm se produjo en un contexto de transición. Nombrada inicialmente como copresidenta junto al creador de Star Wars, George Lucas, tomó las riendas de la compañía cuando este decidió retirarse. Bajo su liderazgo, la franquicia galáctica regresó a la gran pantalla tras una década de ausencia con Star Wars: El despertar de la Fuerza (2015), dirigida por J.J. Abrams. La película no solo reavivó el interés por la saga, sino que también superó los 2000 millones de dólares en taquilla, consolidándose como uno de los mayores éxitos comerciales de la historia del cine.
Pero el éxito inicial de la nueva trilogía fue diluyéndose con el tiempo. Mientras Los últimos Jedi (2017) dividió a los fanáticos con su enfoque narrativo, El ascenso de Skywalker (2019), cierre de la trilogía, recibió críticas mixtas y no logró replicar el impacto económico de su predecesora, y muchos quisieron quitarla del mando (algo a lo que ella se opuso).
A lo largo de su gestión, como explican en Puck News, Kennedy tomó decisiones que generaron tanto elogios como controversias. Uno de los episodios más sonados ocurrió durante la producción de Han Solo: Una historia de Star Wars (2018), cuando los directores Phil Lord y Chris Miller fueron despedidos debido a diferencias creativas, siendo reemplazados por Ron Howard. A pesar del cambio de dirección, la película se convirtió en el primer título de la saga en no recuperar su presupuesto en taquilla.
Por el contrario, Rogue One: Una historia de Star Wars (2016), cuyo proceso de regrabación fue supervisado por Tony Gilroy tras los desacuerdos con el director Gareth Edwards, resultó un éxito, superando los 1000 millones de dólares y consolidándose como uno de los spin-offs más aclamados por crítica y público.
Más allá de Star Wars, Kathleen Kennedy también supervisó la producción de Indiana Jones y el dial del destino (2023), la quinta entrega de la saga protagonizada por Harrison Ford. La película, dirigida por James Mangold, buscaba ofrecer un cierre digno al icónico personaje creado por George Lucas y Steven Spielberg, aunque su recepción crítica y comercial no convenció. La película fracasó en taquilla.
En los últimos años, el foco de Lucasfilm se ha desplazado hacia el streaming, con series como The Mandalorian, Andor y Ahsoka, estrenadas en Disney+, consolidando el universo galáctico en el formato televisivo. Este cambio de estrategia ha permitido explorar nuevas narrativas y personajes, obteniendo una acogida favorable tanto de la crítica como de los seguidores, pero también han generado incertidumbre sobre el futuro de la saga en la gran pantalla, especialmente ante la próxima salida de Kennedy.
Con una trayectoria profesional que incluye colaboraciones con leyendas como Steven Spielberg y George Lucas, Kathleen Kennedy deja un legado complejo, marcado por éxitos taquilleros y decisiones controvertidas. Su partida abre un nuevo capítulo para Lucasfilm, que deberá definir su rumbo en una industria en constante evolución y ante el desafío de mantener viva la llama de Star Wars. No será fácil, aunque ya hay planes a futuro muy ambiciosos.
