Hay momentos que marcan un antes y un después, incluso en una galaxia muy, muy lejana. La segunda temporada de Andor, que se acaba de estrenar en Disney+, ha cruzado una línea que la saga nunca se había atrevido a explorar en pantalla. Y lo ha hecho con contundencia, con la valentía narrativa que caracteriza a Tony Gilroy y su equipo.
Los tres primeros episodios ya están disponibles, y entre reencuentros, tensiones soterradas y el avance implacable del Imperio, hay una escena que destaca por su crudeza, su valentía y su simbolismo. Muchos consideran que Star Wars ha cruzado una línea y otros aplauden su representación. Si no habéis visto los episodios, cuidado con los spoilers.
'Andor' cambia las reglas de Star Wars con una escena que su protagonista casi no puede rodar
El inspector Krole (Alex Waldmann) regresa para dejar claro que el poder del Imperio no solo se mide en armas o órdenes ejecutivas. En una escena opresiva y cargada de tensión, confronta a Bix (Adria Arjona) con una proposición tan indecente como perturbadora: silencio a cambio de sexo. Ante la negativa de Bix, el oficial intenta forzarla, desencadenando un forcejeo brutal que roza el horror. La violencia, el miedo y la desesperación se apoderan del plano. Es muy similar a la vista en Malditos Bastardos.
Sí, estamos hablando de una escena de intento de violación en Star Wars. Y no es una sugerencia velada, ni una línea de diálogo perdida en un subtexto: es una secuencia directa, valiente y dolorosa, que marca territorio en un universo acostumbrado a los códigos del cine familiar.
“Recuerdo leer esa escena y sentir auténtico miedo de hacerla. Pero, joder, había algo profundamente poderoso en poder contar esto... en Star Wars. Que Tony [Gilroy] se lo diera a Bix fue un honor. Está en su estado más vulnerable, y alguien intenta aprovecharse de ella. Hemos oído esa historia muchas veces", indica la actriz en declaraciones recogidas por Variety.
La escena no fue un simple giro de guion. Fue un desafío. Una ruptura estética y narrativa que pone frente al espectador un espejo incómodo, como suele hacer Gilroy cuando decide recordar que lo que sucede “allí fuera” también tiene eco en el espacio exterior. En palabras de Arjona para Entertainment Weekly.
“Fue un reto enorme. Todos los implicados éramos conscientes del peso de esa escena, no solo dentro de la serie, sino dentro de Star Wars. Pero también me sentí muy protegida. Eso es lo que hace Tony: te refleja nuestro mundo incluso en los confines de la galaxia", indicaba.
Es cierto que el universo de Star Wars ha insinuado en otras ocasiones el abuso de poder o el acoso. Pero nunca lo había mostrado de forma tan directa, tan emocionalmente explícita, y mucho menos con una línea de diálogo tan frontal como la que pronuncia Bix después del ataque: “Ha intentado violarme.” “El simple hecho de decirlo me dio una fuerza enorme. Lo sentí durante todo el día. Cuando acabé de rodar, al llegar a casa, todavía lo tenía encima", concluía.
Andor ha demostrado, una vez más, que no quiere ser solo otra historia de rebeldes y sables láser. Quiere ser política y quiere ser incómoda. Sin medias tintas. Quiere mirar a los ojos al espectador y decirle que la opresión, el abuso y la dignidad son tan reales en el Senado Galáctico como en nuestras calles. Y, a tenor del apoyo de la crítica, lo está consiguiendo.
