Hace apenas unos meses, Ridley Scott —uno de los cineastas más influyentes de las últimas cinco décadas y responsable de clásicos como Alien: El octavo pasajero, Blade Runner o Gladiator— sorprendía a propios y extraños al desvelar la lista de sus cuatro películas favoritas.
Lo curioso no fue tanto la aparición de títulos indiscutibles y celebrados por crítica y público, sino la inclusión de una cinta mucho menos conocida por las nuevas generaciones: En busca del fuego (La Guerre du feu, 1981), una producción francesa que, aunque hoy parece haber caído en el olvido, dejó huella en toda una generación de cineastas incluido el propio Scott.
Ridley Scott revela su película de fantasía favorita y sorprende con una joya poco conocida: “Es una obra brillante”
Dirigida por Jean-Jacques Annaud —autor de películas tan dispares como El nombre de la rosa, El amante o Siete años en el Tíbet—, En busca del fuego es una de esas rarezas cinematográficas que parecen imposibles en el Hollywood actual: un drama prehistórico sin diálogos convencionales, ambientado hace unos 70.000 años, en pleno Pleistoceno Superior, y protagonizado por un grupo de homínidos que ha aprendido a conservar el fuego pero no a generarlo por sí mismo.
La premisa es tan simple como poderosa: tras un ataque de una tribu rival más primitiva, el fuego del clan se extingue, y un grupo de jóvenes se ve obligado a emprender una peligrosa expedición para encontrarlo de nuevo. Lo que sigue es una odisea brutal, a menudo poética, que mezcla la épica de la supervivencia con un ejercicio de reconstrucción antropológica que, en su momento, fue revolucionario. Scott lo explicó sin rodeos: “La gente no sabe lo inteligente y brillante que es esta película. Es fantástica”.
Con una nota de 7,2 en FilmAffinity y 7,3 en IMDb, En busca del fuego sigue siendo una obra de culto que recompensa al espectador paciente y curioso. Su ambientación, el trabajo físico de sus actores (con un joven Ron Perlman entre ellos) y la singularidad de su enfoque la convierten en una experiencia única, casi sensorial.
Actualmente, se puede recuperar en streaming a través de Filmin y en la suscripción de acontra+ en Amazon Prime Video. Un viaje al origen del lenguaje, la cultura y la humanidad que Ridley Scott no ha dudado en colocar entre sus imprescindibles.
