La muerte en pantalla se ha convertido en una seña de identidad para Pedro Pascal, actor chileno que ha pasado de ser un rostro emergente en televisión a convertirse en uno de los intérpretes más queridos —y más sacrificados— del panorama audiovisual. Spoilers a continuación de sus últimas producciones en televisión y en el cine.
Desde su brutal ejecución como Oberyn Martell en Juego de Tronos hasta su dramática despedida como Joel en The Last of Us, Pascal ha demostrado no solo una versatilidad actoral notable, sino también una inusual disposición para aceptar roles destinados a un destino trágico. Su tendencia a morir en pantalla lo acerca peligrosamente al territorio ocupado durante años por Sean Bean, conocido por su inigualable historial de personajes caídos.
Comenzó 'muriendo' en la pequeña pantalla
La racha mortífera de Pascal comenzó mucho antes de su salto al estrellato global. En Buffy Cazavampiros, fue víctima tanto como humano como vampiro, en dos muertes rápidas que anticipaban una tendencia en su carrera. Más tarde, su historial se amplió con papeles en series como Ley y orden, Graceland, Nikita, y en películas como Bloodsucking Bastards o Equalizer 2, donde su personaje no sobrevivía al tercer acto. Esta constante ha sido tan marcada que el propio actor, en una entrevista para Entertainment Weekly, confesó que "le matan mucho en pantalla", aunque, ya acostumbrado a tal sino, añade que al final le ha cogido el gusto a estos de morir en la ficción.
Sus 'muertes' son cada vez más brutales y desgarradoras
La brutalidad de sus muertes recientes ha consolidado aún más esta peculiar asociación. En Gladiator 2, su personaje Acacius encuentra un final épico al ser abatido en el Coliseo romano, mientras que en The Last of Us, la adaptación de HBO del célebre videojuego de Naughty Dog, su icónica muerte a manos de Abby replicó uno de los momentos más impactantes y divisivos de la narrativa del medio interactivo. Para los fans, cada despedida de Pascal es una herida abierta, un recordatorio de su capacidad para humanizar a sus personajes hasta el punto de hacer sus caídas emocionalmente devastadoras.
Las muertes más brutales de Pedro Pascal en pantalla
1. Oberyn Martell — Juego de Tronos (2014)
Sin duda, la muerte más famosa y desgarradora de Pascal. Oberyn está ganando el combate contra Gregor Clegane (La Montaña) cuando, en un descuido, este lo derriba, le perfora los ojos con los pulgares y finalmente le aplasta el cráneo en primer plano.
2. Joel Miller — The Last of Us (serie, 2025)
Basada en el videojuego The Last of Us Part II, Joel es emboscado, reducido y asesinado a golpes de palo de golf por Abby Anderson, en una escena cargada de violencia física y emocional.
3. Whiskey — Kingsman: El círculo de oro (2017)
Tras traicionar al equipo, sufre un brutal combate donde finalmente es partido en dos por su propio lazo electrificado.
4. Ezra — Prospect (2018)
En esta cinta de ciencia ficción indie, su personaje es gravemente herido durante un tiroteo en un planeta alienígena hostil y acaba agonizando lentamente mientras sufre por la traición de su compañera.
5. Marcus Acacius — Gladiator 2 (2024)
Tras desobedecer las órdenes imperiales, Acacius es condenado a muerte y fusilado por una lluvia de flechas.
6. Eddie — Buffy the Vampire Slayer (1999)
Eddie es atacado y transformado en vampiro en su primer día en la universidad, para luego ser asesinado por Buffy de forma bastante rápida.
A pesar de este patrón, la carrera de Pascal no se define únicamente por sus muertes. Su carisma y profundidad interpretativa lo han llevado a encabezar franquicias como The Mandalorian, donde, al menos de momento, su personaje permanece con vida, protegiendo a Grogu y esquivando su destino habitual. La diferencia con Sean Bean, quien llegó a rechazar papeles que implicaban su muerte, es significativa: Pascal parece abrazar estos finales trágicos como una oportunidad para explorar registros emocionales intensos y dejar una impresión imborrable en el espectador.















