La robótica va a cambiarlo todo. No se trata de una simple frase reclamo. Tras décadas creyendo que los hogares asistidos por robots eran algo propio de la ciencia ficción, los avances recientes en robótica y aprendizaje automático nos acercan por fin a un escenario donde los robots no solo son conceptuales, sino herramientas capaces de integrarse en la vida cotidiana.
Si bien es cierto que China ha acaparado titulares sobre todo en temas polémicos como la gestación humana artificial, los avances de la industria se orientan, en su gran medida hacia la comercialización de robots autónomos que puedan estar en nuestros hogares, ayudándonos en tareas simples como fregar los platos o pasear al perro. Y ojo, los avances son increíbles.
No es ciencia ficción: la tecnología futurista aterriza en tu hogar con Figure F.02, un robot autónomo capaz de ayudar en la cocina
Figure AI, una de las compañías más ambiciosas en robótica humanoide, ha dado un paso decisivo hacia ese futuro. Su modelo Figure 02, o F.02, ha demostrado que puede doblar ropa, reorganizar paquetes y, lo más llamativo, cargar un lavavajillas. Actividades sencillas para nosotros, pero extraordinariamente complejas para un robot que debe percibir, calcular y manipular en tres dimensiones.
Today we're unveiling F.02 loading the dishwasher autonomously pic.twitter.com/gVGW7BlAAZ
— Figure (@Figure_robot) September 3, 2025
Con 1,68 metros de altura y 70 kilos, el F.02 es un autómata totalmente eléctrico capaz de operar durante unas cinco horas por carga. Su movilidad alcanza 1,2 metros por segundo y puede transportar objetos de hasta 20 kilos, situándolo muy cerca de la capacidad física de un adulto promedio. Pero la verdadera revolución no está en su tamaño ni en su fuerza, sino en su independencia operativa.
A diferencia de Optimus de Tesla, que requiere supervisión humana para muchas de sus funciones, F.02 funciona de manera autónoma gracias a un sistema de inteligencia artificial llamado Vision Language Action (VLA). Este sistema permite interpretar instrucciones en lenguaje natural y ejecutar tareas sin intervención humana, acercando a la robótica doméstica a una autonomía realista.
Otro punto clave es su capacidad de aprendizaje continuo. Inicialmente entrenado para doblar ropa y mover paquetes, F.02 ha incorporado recientemente la habilidad de cargar un lavavajillas sin necesidad de rediseñar su hardware ni crear un nuevo modelo de IA. Lo que parece trivial es en realidad un reto formidable: separar platos de pilas desordenadas, reorientarlos con precisión centimétrica, coordinar ambos brazos y manipular objetos frágiles o resbaladizos. Cada lavavajillas es un rompecabezas distinto, y el robot debe adaptarse en tiempo real a errores o movimientos inesperados.
Lo más fascinante es que todo esto se logra con el mismo robot y el mismo cerebro digital, simplemente añadiendo nuevos datos. Este enfoque apunta a un futuro en el que los robots domésticos no serán aparatos estáticos, sino entidades que mejoran con actualizaciones de software, aprenden de su propia experiencia en casa y se convierten en asistentes realmente útiles en la vida diaria.
