La ciencia ficción ya no es ese rincón apartado de la cartelera reservado a los soñadores y a los devotos del género. Con el paso de los años, y especialmente en lo que llevamos de siglo XXI, el sci-fi ha dejado de ser un género de nicho y ha logrado consolidarse como uno de los pilares del cine contemporáneo. No solo arrasa en taquilla: también ha calado hondo en la crítica, en los festivales y, sobre todo, en la memoria colectiva.
Clásicos modernos como Matrix han vuelto con secuelas, el renacimiento de Blade Runner como saga o incluso los intentos de revitalizar franquicias como Predator o Alien demuestran que la pregunta ya no es si el género tiene futuro, sino cuál de sus nuevas obras debería entrar en el Olimpo de las imprescindibles. Y ahora, gracias a una votación reciente recogida por Screen Rant, tenemos una respuesta bastante clara.
La ciencia ficción del siglo XXI tiene reina en forma de película, y es obra de Denis Villeneuve
Más de 500 figuras de la industria —directores, guionistas, intérpretes— han participado en una encuesta para elegir la mejor película de ciencia ficción del siglo XXI. El resultado no deja lugar a dudas: La llegada (Arrival), dirigida por Denis Villeneuve y estrenada en 2016, ha sido la más votada. Una obra contenida, elegante y profundamente emocional que no solo inauguró el idilio del cineasta canadiense con la ciencia ficción, sino que también marcó un punto de inflexión en el género.
Protagonizada por Amy Adams y Jeremy Renner, La llegada parte de una premisa conocida —el contacto con una civilización alienígena— para desarrollar un relato íntimo y cerebral donde el lenguaje, la pérdida y el tiempo se entrelazan en un juego narrativo brillante. Villeneuve, que ya apuntaba maneras tras Enemy o Prisioneros, construyó aquí una película que no necesita explosiones ni combates espaciales para hablar de lo más profundo del alma humana.
Eso sí, no es una cinta para todos los públicos. Su ritmo pausado, su estructura fragmentada y su carácter introspectivo pueden desconcertar a quienes busquen una experiencia más directa o espectacular. A pesar de su envoltorio de ciencia ficción, La llegada es, ante todo, una meditación sobre la comunicación, la pérdida y el destino, lo que la convierte en una obra exigente, pero también profundamente gratificante si se entra en su frecuencia emocional.
Casi una década después, La llegada sigue resonando con fuerza. Y ahora, gracias a este reconocimiento colectivo, se consagra como la obra de ciencia ficción más influyente del siglo XXI.















