En una reveladora conversación interna, Kevin Feige —el arquitecto principal del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM)— habría reconocido que ver cada nuevo proyecto de la saga comenzaba a sentirse "más como simples deberes que como un buen entretenimiento".
La declaración, de la que se hace eco Wall Street Journal, adelantada por fuentes cercanas a Marvel Studios, refleja una preocupación creciente dentro de la compañía: el temido fenómeno de la "fatiga Marvel" no solo afecta a los espectadores, sino que ya hace mella entre los propios empleados. El mandamás ya está trazando ambiciosos planes para el futuro y está confiado en el éxito de Thunderbolts* y en las grandes películas que están por venir.
Kevin Feige admite que seguir el MCU empieza a sentirse como una tarea: Marvel se enfrenta a la "fatiga" y al problema del "club sin nuevos fans"
Desde que en 2008 Iron Man inauguró la era dorada de los superhéroes en el cine moderno, Marvel Studios ha mantenido un dominio apabullante en taquilla. Sin embargo, con más de treinta películas, múltiples series de televisión interconectadas y un sinfín de tramas cruzadas, el modelo que llevó al éxito a Avengers: Endgame en 2019 parece estar mostrando signos evidentes de desgaste.
Según informes recogidos en medios estadounidenses, los trabajadores de Marvel hablan cada vez con más frecuencia sobre la "Marvel fatigue" en sus comunicaciones internas. La preocupación no se limita únicamente a la saturación de contenido: hay un miedo latente a que el MCU haya dejado de ser accesible para nuevos espectadores.
Algunos empleados incluso describen la situación como la creación de un "no new fans club", un círculo cerrado donde solo los fans veteranos comprenden la enrevesada narrativa, mientras que los recién llegados se sienten completamente perdidos. "Para disfrutar de una nueva serie o película, parece que ahora necesitas haber visto diez proyectos anteriores", comentan voces internas. "Eso antes era un incentivo: hoy es una barrera", indican anónimos. Y no es algo raro.
El problema, como señala el propio Feige, radica en que lo que antaño era una cita ilusionante en los cines se ha convertido, progresivamente, en una experiencia de obligación: el público siente que debe "ponerse al día" antes de ver cualquier nueva producción. Un esfuerzo que no siempre es correspondido con la frescura narrativa o el nivel de calidad esperado.
Marvel Studios ha intentado adaptarse a este nuevo escenario con proyectos más independientes como Werewolf by Night o Echo, pero el debate interno sugiere que el desafío es más profundo: ¿cómo recuperar la emoción original en un universo donde cada paso parece depender de los veinte anteriores?
Mientras el MCU finaliza en su llamada "Saga del Multiverso", con títulos como Deadpool y Lobezno cosechando un éxito brutal o Avengers: Secret Wars en el horizonte -que puede arrasar-, Feige y su equipo enfrentan una decisión crucial: reformular la estructura de su saga o arriesgarse a que el fenómeno que redefinió la cultura popular en el siglo XXI termine encerrado en un laberinto de su propia complejidad.
