La última tendencia viral en redes sociales ha encendido las alarmas en el mundo dermatológico. Se trata de la llamada “piel de cavernícola”, un método extremo de “autocuidado” que consiste en no lavar el rostro durante meses para, supuestamente, regenerar la piel.
Sin embargo, dermatólogos advierten que esta práctica puede conllevar serios riesgos, incluyendo infecciones y trastornos cutáneos conocidos como dermatosis neglecta.
La guarrería hecha viral
El fenómeno surgió a raíz de un vídeo viral de la usuaria de TikTok Tia Zakher (@tiazakher), quien mostró su cutis extremadamente seco y escamoso, asegurando que el abandono total de la higiene facial había mejorado el enrojecimiento de su piel. Aunque la joven reconoce que este método no es para todo el mundo, dermatólogos temen que la popularidad del vídeo fomente la adopción de esta peligrosa práctica entre otros usuarios.
Una práctica sin respaldo y con riesgos médicos
La doctora Yury Nahidú Pardo, dermatóloga clínica y estética, ha desmentido rotundamente las supuestas propiedades regeneradoras de la técnica, según recoge 20 minutos. En su cuenta de Instagram, explica que lo que muchos interpretan como “piel que se está limpiando” es, en realidad, dermatosis neglecta. Esta condición surge de la falta de higiene y se caracteriza por la acumulación de células muertas, sudor, sebo y suciedad, formando placas oscuras y escamosas.
“No es piel renovándose, es mugre atrapada”, advierte la doctora. Y añade que, además de afectar la apariencia de la piel, esta acumulación puede favorecer la aparición de infecciones bacterianas o fúngicas, comprometiendo seriamente la salud cutánea.
Cómo se manifiesta la dermatosis neglecta
La doctora María Lia Pieretti, pediatra-dermatóloga especializada en neonatología, ha detallado que la dermatosis neglecta puede generar manchas hiperpigmentadas, verrugosas y seborreicas que se localizan preferentemente en zonas de pliegues, como el cuello, las axilas y las ingles. Según explica la experta, la acumulación de sebo y corneocitos (células muertas) crea una capa visible y difícil de eliminar sin la fricción adecuada.
La buena noticia es que la dermatosis neglecta tiene solución: la limpieza cuidadosa con agua, jabones suaves, exfoliación y, en algunos casos, cremas especiales, permite restaurar el estado normal de la piel.
El consenso dermatológico rechaza las prácticas extremas de “desintoxicación cutánea” sin fundamento científico. Estudios publicados en revistas médicas como Journal of the American Academy of Dermatology y Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology destacan que la higiene diaria moderada es clave para prevenir patologías como dermatitis, acné y dermatosis infecciosas. La American Academy of Dermatology (AAD) también recomienda rutinas adaptadas a cada tipo de piel, pero nunca la supresión completa del lavado.















