La tercera temporada de La rueda del tiempo en Prime Video, que se estrenará el 13 de marzo en el portal de streaming, llega prometiéndonos una narrativa más oscura, profunda y épica. Y no es para menos: los tráiler y adelantos de Amazon nos han vendido esta nueva tanda de episodios como un punto de inflexión para la serie, y así ha sido.
Como el showrunner Rafe Judkins dejó caer hace unos días, la tercera temporada es una declaración de intenciones. Y es cierto. Los primeros 15 minutos del primer episodio de la tercera temporada de La rueda del tiempo incluye una de las escenas más locas que hemos visto nunca en televisión y, en líneas generales, está plagado de momentos realmente impactantes. En Vandal hemos podido ver el arranque de la serie gracias a Prime Video y os contamos qué nos ha parecido sin spoilers.
'La rueda del tiempo' aspira a ser la nueva 'Juego de tronos' en Prime Video y la tercera temporada tiene un arranque notable
La segunda temporada ya nos pareció mucho mejor que lo visto en los anteriores episodios, y en esta nueva entrega, se constantan todos los cambios realizados en la estructura, el formato y la idea de la adaptación de las novelas de Robert Jordan. En estos nuevos episodios se nos seguirá narrando la historia Rand al'Thor, el Dragón Renacido, quien enfrenta dilemas sobre su destino y el uso de su poder.
Al mismo tiempo, y en una clara clave política y sociológica de este mundo de fantasía, se nos comenta cómo la Torre Blanca muestra reticencias a apoyarlo en su lucha contra el Oscuro y los Renegados, lo que añade tensión a una trama que adquiere capas de profundidad y complejidad. La rueda del tiempo es más ambiciosa, tiene una mayor celeridad en su ritmo y cuenta, al mismo tiempo, con un guion en el que profundiza en los habituales temas de la saga, como el conflicto entre destino y el libre albedrío.
Durante este arranque, Moiraine Damodred (Rosamund Pike), la influyente Aes Sedai, es acosada por visiones de un futuro incierto, mientras que Rand al’Thor (Josha Stradowski) debe afrontar su papel como el Dragón Renacido. Esta dupla, una vez más, nos regala momentos realmentes vibrantes, con conversaciones que demuestran que, una vez más, Rosamund Pike ha nacido para el papel.
Judkins, responsable de los guiones de Agentes de S.H.I.E.L.D. y esa pequeña joya que fue Chuck, parece que ha encontrado el tono de la ficción de Amazon. Tenemos que decir, otra vez, que la adaptación vuelve a tener un gran nivel y fidelidad a momentos o tramas, pese a que se permiten algunas que otras licencias en personajes, destinos y hechos.
Hay que que destacar que ha sabido extraer lo importante y clave de las novelas de Jordan, cuya complejidad y riqueza simbólica las han convertido en referente ineludible para millones de lectores en todo el mundo, conjugan mitología, filosofía y una estructura narrativa profundamente inspirada en El Señor de los Anillos y el ciclo artúrico.
Sí, es una mezcla poderosa, y de hecho, la serie, con sus inevitables licencias creativas, ha procurado traducir esta vastedad conceptual a un formato televisivo más dinámico, con resultados que han oscilado entre la admiración y la controversia. Hay lectores que no terminan de ver ni comprender los sacrificios realizados en esta adaptación, pero creemos que están justificados la mayoría de las veces en este prometedor y abrumador arranque televisivo.
La tercera temporada, basada principalmente en El ascenso de la sombra, el cuarto volumen de la saga y una de las entregas más veneradas por los seguidores de Robert Jordan, nos traslada a territorios inexplorados dentro del vasto continente de las Tierras Occidentales. Desde la implacable aridez del Yermo de Aiel hasta las intrigas y peligros que acechan en el puerto de Tanchico, la travesía también los conducirá a la enigmática ciudad de Rhuidean, un enclave envuelto en misterio donde Rand y Moiraine desentrañarán secretos que marcarán sus destinos de forma irrevocable.
La rueda del tiempo vuelve a exhibir una producción de gran calibre, preservando con destreza los elementos proféticos y fantásticos que impregnaban la obra de Robert Jordan. Su riqueza visual y narrativa se cimenta en un meticuloso desarrollo del universo en el que se ambienta la historia, un concepto que, pese a ser cada vez más desdeñado en ciertos círculos creativos, aquí resulta esencial. La serie de Prime Video se esfuerza por construir un mundo de fantasía vasto y verosímil, donde cada cultura, credo y facción posee una identidad bien definida y una razón de ser dentro del entramado narrativo.
En este sentido, La rueda del tiempo logra lo que The Witcher jamás consiguió a lo largo de sus temporadas: conferir una sensación de autenticidad a su mundo. Mientras que la adaptación de Netflix presentaba personajes que deambulaban sin rumbo por entornos carentes de profundidad, la producción de Amazon Studios imprime una genuina solidez a sus escenarios.
Los parajes que desfilan ante el espectador no son meros decorados, sino espacios con historia, vida y propósito. Este logro es fruto de una dirección artística cuidada, una elección de localizaciones evocadora -e inteligente- y un reparto comprometido con la esencia de la obra original.
La tercera temporada de La rueda del tiempo transmite una ambición renovada, con una visión más personal y profunda del material original. Aunque se roza la superficie de lo plasmado en los libros, la narrativa gana en coherencia y solidez, tejiendo tramas más complejas sin perder el entretenimiento. Cada episodio de este inicio mantiene la tensión con un ritmo pausado pero consistente, sin concesiones al error habitual en estas producciones de fantasía, aunque sí al misterio.
Rosamund Pike sigue siendo el pilar absoluto de la serie, encarnando a Moiraine con una entrega tal que resulta difícil imaginar la historia sin ella. Su interpretación, medida y magnética, otorga peso dramático a cada escena. No obstante, el inicio de la temporada no está exenta de fallos.
Algunas tramas y decisiones narrativas resultan discutibles, y aunque la serie acierta al construir personajes complejos y fieles al espíritu de Robert Jordan, a veces pierde fuerza al dilatar sus momentos clave en lugar de ejecutarlos con precisión. El ritmo ha mejorado mucho, no hay duda, pero deben afinarlo aún más para hacerse hueco en la complicada competencia de fantasía.
La rueda del tiempo es una saga televisiva un enorme potencial, respaldada por una base de seguidores fiel y un elenco que encarna con acierto a sus contrapartes literarias. Su tercera temporada reafirma el éxito de una ficción que, tras sorprender en su debut, demuestra ahora la solidez necesaria para consolidarse en el género. Con una narrativa que equilibra ambición y fidelidad a la obra de Robert Jordan, la serie afianza su futuro con cada episodio.
Como amantes del género, solo queda esperar que el Poder Único siga guiando a sus creadores y que esta épica adaptación continúe expandiendo su universo con la grandeza que merece.
