Durante los últimos tres años hemos estado usando un dispositivo iOS como móvil principal. Veníamos de un iPhone 14, al que llegamos tras una larga trayectoria en Android con la idea de comprobar, como amantes de la tecnología que somos, si la evolución de Apple en los últimos años encajaba por fin con nosotros.
La experiencia fue muy buena, con un dispositivo de gran autonomía, fluidez y un sistema fácil de usar. Sin embargo, desde 2024 sentimos que el teléfono se empezaba a quedar atrás, y no por el hardware, cuyo comportamiento seguía siendo excelente, sino por el software: a nuestro modo de ver, los de Cupertino se han quedado rezagados en un campo tan clave como la inteligencia artificial.
Por eso hemos decidido dar de nuevo el salto, volver a Android y hacerlo con la versión más pura del sistema operativo y con la creadora del sistema, Google, utilizando el Pixel 10 Pro, un teléfono también premium, con un muy buen hardware… y un salto en inteligencia artificial que al menos, para nosotros, ha merecido mucho la pena.
Un teléfono de aspecto totalmente premium y una transferencia de datos sencilla… excepto por WhatsApp
Nada más abrir la caja del Pixel 10 Pro y agarrarlo, nos dimos cuenta de su aspecto y acabados premium. La combinación de vidrio y aluminio hace que el teléfono se sienta como lo que es, un gama alta que da gusto tener en las manos. A nivel de diseño, nos encanta, incluso con el llamativo conjunto de lentes de su parte trasera.
Tras esto, nos pusimos manos a la obra con uno de los pasos más temidos al cambiar de iOS a Android: la transferencia de archivos. Optamos por la conexión por cable, un proceso que se realiza desde la configuración inicial del Pixel 10 Pro de forma sencilla y rápida (también podéis hacerlo más adelante). La excepción, como es habitual, fue WhatsApp, que nos dio algo de guerra. En el caso de la aplicación de Meta, lo más conveniente es optar por una copia de seguridad guardada en Drive para ahorrar tiempo y disgustos.
En cuanto al impacto inicial al comenzar a usarlo, lo cierto es que al ser viejos usuarios de Android no hemos tenido problemas. El sistema operativo de Google ha evolucionado, es más bonito, se siente más fluido y ha tenido en estos años varios cambios y mejoras tanto visuales como a nivel de gestos u opciones, pero sigue sintiéndose tan familiar y fácil de usar como siempre.
La experiencia del día a día tras un mes de uso
Vamos ahora a hablaros de nuestra experiencia durante el día a día. No vamos a centrarnos demasiado en los números concretos de miliamperios de la batería, potencia del chip o píxeles de la cámara ni en otros números, ya que los tenéis en el apartado de especificaciones técnicas y creemos que a estas alturas la mayoría ya habréis visto todo eso ((y además tenéis a nuestros compañeros de El androide libre como medio especializado en Android para datos más técnicos).
De entrada, vamos a hablar de un factor clave para muchos: la autonomía. No hemos tenido problema alguno en llegar al final del día de forma bastante holgada, incluso utilizando la carga inteligente que limita la carga del teléfono al 80 % (salvo unos pocos días que la carga al 100 %) para aumentar la durabilidad de la batería. El uso que le hemos dado al teléfono ha sido intenso: llamadas, correos, fotos, vídeos, apps, IA, Maps… y nunca hemos tenido problemas. Incluso cargando el móvil solo hasta el 80 % con el modo inteligente, hemos llegado al final del día de forma holgada, conservando alrededor de un 20 % de batería. Por otro lado, los Pixel 10 incorporan la tecnología de carga inalámbrica y magnética Pixelsnap, además de carga rápida de 30 W que aunque podría ser mejor en un teléfono de esta gama, es suficiente, así que estamos muy satisfechos en lo referente a la batería, la carga y su autonomía.
Por otro lado, la fluidez del teléfono está fuera de toda duda y reacciona muy rápido a todo lo que le pedimos, a la hora de hacer transiciones entre aplicaciones, movernos por los distintos menús, al interactuar con las diferentes redes sociales o al usar distintas apps o juegos con el mismo. De hecho, cuando se descubrieron las especificaciones del teléfono se habló bastante del chip Tensor G5 que sobre el papel, en los benchmarks, quedaba por detrás de otros chips de gama alta del 2025. Pero, a la hora de la verdad, en el día a día de la gran mayoría de los usuarios nadie va a percibir si el chip del Pixel 10 Pro está en el primer, tercer o quinto lugar de una lista de números.
Además, queremos destacar una de las cosas que más alivio nos han dado durante el día a día, que es el filtro automático de llamadas de Android que detecta esas llamadas de SPAM de centros de telemarketing u otro tipo de comunicaciones fraudulentas y que las evita directamente, algo que iOS y los iPhone no hacen de forma nativa, lo que nos resulta inexplicable, y que nos ha ahorrado dolores de cabeza y pérdidas de tiempo.
La pantalla también nos ha gustado mucho, con su panel OLED LTPO de 1280 x 2856 píxeles y su tasa de refresco de 120 Hz que ofrece una gran densidad de píxeles, una profundidad de color muy interesante y, sobre todo, la capacidad de darnos brillo, mucho brillo, lo que es ideal para el uso en exteriores. Incluso en los días más soleados no habrá problema para ver con claridad lo que ocurre en el teléfono.
El factor Google: La IA Gemini y una cámara que ‘piensa’
Toca hablar de lo que nos hizo dar el paso a cambiar de teléfono que es, precisamente, tener un uso más integrado de la IA en nuestro terminal, algo que no era posible con el iPhone 14 y que ha supuesto un salto hacia adelante en comodidad, pasando por el asistente virtual que ahora es el propio Gemini y que se comporta de una forma mucho más efectiva que Siri, una prueba más de que Apple se ha quedado rezagada en la carrera de la IA.
Son muchas las funciones de IA por las que apuestan la familia de los Pixel 10 que, de entrada, ofrece un año de Google AI Pro sin coste adicional para que podamos sacar el máximo provecho a Gemini y a sus mejores modelos de inteligencia artificial.
Por ejemplo, una de las funciones más interesantes es la posibilidad de que Gemini 'vea' nuestra pantalla o a través de la cámara, lo que abre un enorme abanico de posibilidades. Le mostramos, por ejemplo, el ático para que nos hiciese sugerencias de decoración y, en otra ocasión, le pedimos que calculase los litros restantes en el depósito de la calefacción mientras le dejábamos “ver” la imagen de nuestra cámara y el resultado fue sorprendentemente preciso.
Otra función interesante de la IA, sobre todo a futuro, es la traducción de llamadas en tiempo real que por el momento nos permite comunicarnos con personas de habla inglesa sin problemas. Es la propia IA desde el teléfono la que se encarga de realizar la traducción de nuestras palabras del español al inglés y viceversa con tan solo un segundo de retraso. De momento la traducción hacia el inglés funciona algo mejor, pero es cuestión de tiempo que se vaya afinando esto y que se sumen distintos idiomas.
A todo esto, por supuesto, hay que sumar las posibilidades que nos ofrece Gemini como tal, que como decimos, está totalmente integrada en el teléfono para ser tanto nuestro asistente (sustituyendo a Google Assistant) como para utilizar su aplicación, realizar consultas, etc.
Una cámara verdaderamente inteligente
Hemos esperado a hablar de la cámara a este apartado de la IA porque más allá de los tipos de lentes con los que cuenta el teléfono, los megapíxeles y otros detalles, lo verdaderamente potente aquí es el uso de Gemini para convertir la cámara del Pixel 10 Pro en una verdaderamente inteligente pasando de contar con una cámara muy buena tanto para fotos como para vídeos a una cámara excelente.
Tenemos un asistente a la hora de hacer fotografías al que le podemos consultar cómo hacer la mejor foto que queremos, dándonos diversos consejos y pautas para sacar una fotografía de mejor calidad, con un mejor encuadre y distribución de objetos y que quede bastante mejor que lo que, al menos nosotros, haríamos habitualmente. Sí, nos llevará unos segundos más hacer la foto mientras la IA piensa y después seguimos sus consejos, pero para capturar momentos especiales merece la pena.
También hay otras funciones muy útiles, como un modo que evita que alguien salga con los ojos cerrados en una foto grupal o las herramientas de borrado y edición por IA, que funcionan realmente bien (sobre todo tras la llegada de Nano Banana). Sin embargo, lo más llamativo es el Pro Res Zoom, que nos permite alcanzar un Zoom 100x utilizando la IA para suavizar la imagen y conseguir resultados muy interesantes. Por ejemplo, la foto del eclipse de hace unas semanas que está justo aquí abajo se tomó utilizando esta tecnología y de noche, lo que pone las cosas aún más difíciles a la cámara:
Mejoras en el futuro
Además, lo que estamos probando ahora es solo el principio. Google no solo garantiza 7 años de actualizaciones de Android, sino que cada pocos meses llegan los denominados Pixel Drops: actualizaciones específicas que añaden o mejoran las herramientas de IA. Esto significa que el Pixel 10 Pro que usamos hoy será, con toda probabilidad, un teléfono aún más capaz dentro de un año.
Conclusiones
Después de un mes de uso del Pixel 10 Pro, no podemos estar más contentos con el nuevo teléfono de Google y con nuestra decisión de dejar iOS a un lado para volver a Android y, en este caso, al Android más puro, el que nos llega de la mano de Google que también está avanzando a pasos agigantados en el mundo de la inteligencia artificial.
No es que nuestro iPhone 14 funcionase mal tres años después, ni mucho menos. Seguía sacando buenas fotos, la batería cumplía y el sistema se notaba fluido. Pero en un momento en el que la IA se está convirtiendo en parte de nuestro día a día, lo cierto es que Apple se está quedando rezagada.
Con el Pixel 10 Pro no solo nos hemos encontrado con un teléfono premium tope de gama con una buena autonomía, una pantalla fantástica y un comportamiento excelente en todo tipo de usos, sino que también cuenta con ese factor Google o, más bien, factor Gemini que nos abre un gran abanico de posibilidades y que aún va a mejorar más si cabe durante los próximos meses.
Sí, puede que el chip pudiese ser un pelín más potente o quizás que algo más de carga rápida hubiese estado bien, pero son dos cosas que no hemos notado en nuestro día a día que, gracias a las nuevas funciones de IA de Gemini, ha sido mucho más fácil de llevar.
