Los discursos entusiastas sobre la inteligencia artificial no dejan de repetirse, pero entre tanto optimismo comienzan a surgir voces que ponen el freno. No hablamos de alarmistas sin base, sino de figuras con experiencia de primera mano en la tecnología que está redefiniendo el mundo. Una de esas voces es la de Mo Gawdat, exejecutivo de Google, que no comparte precisamente la visión brillante y utópica de Sam Altman o Elon Musk.
Gawdat, que ocupó un puesto clave dentro de la compañía del buscador, ha mostrado recientemente una profunda preocupación sobre el rumbo que está tomando la IA generativa. Herramientas como ChatGPT, Claude o Gemini no le inspiran confianza. No por miedo a que se rebelen o dominen el mundo, sino por algo mucho más concreto y tangible: el trabajo humano está en peligro. Y no en un futuro lejano, sino ya.
Mo Gawdat, ex de Google, lanza una advertencia demoledora: la inteligencia artificial nos llevará al colapso social si no actuamos ya
Aunque su nombre no suene tanto como otros gigantes del sector, la trayectoria de Gawdat le da suficiente autoridad como para que sus advertencias no pasen desapercibidas. Alejado de distopías de ciencia ficción, su análisis es simple: la inteligencia artificial hará que una buena parte de los empleos actuales dejen de ser necesarios. No solo hablamos de redactores, diseñadores o analistas, sino de directivos, ejecutivos y altos cargos. Nadie está a salvo.
Lo ha vivido en carne propia: en una empresa reciente, cuenta, lo que antes requería 300 empleados ahora lo hacen tres. Su conclusión es tan clara como incómoda: quienes afirman que la IA generará más empleo del que destruirá "no están diciendo la verdad".
¿Y cuándo ocurrirá todo esto? Gawdat no se anda con rodeos. Según él, la disrupción será inminente. En apenas un par de años, hacia 2027, podríamos ver cómo se despliega una "década y media de infierno", con despidos masivos, inestabilidad social y una economía fracturada. Su única solución pasa por algo que pocos gobiernos se atreven siquiera a plantear: una renta básica universal que amortigüe el golpe.
El punto más crítico de su visión es el aumento salvaje de la desigualdad. Mientras algunos, como el CEO de OpenAI, predican que la IA nos convertirá en artistas, pensadores brillantes y que el mundo será mejor, Gawdat ve un futuro muy distinto: el capital y el poder concentrados en manos del 0,1% más rico. La clase media, dice, desaparecerá, y con ella cualquier equilibrio social.
Aun así, no todo está perdido. Cree que todavía estamos a tiempo de frenar la caída si se toman decisiones políticas valientes, pero avisa: la ventana de oportunidad se está cerrando a toda velocidad. Y de momento, nadie parece querer mirar hacia ella.
