En la Academia Logística de Calatayud (ACLOG) se está gestando Gonzalo (GZLO), un asistente de IA pensado para recortar a la mitad los tiempos de trámites y soporte interno —del correo y la documentación a cálculos logísticos—, con una prioridad no negociable: seguridad y confidencialidad. El proyecto, liderado por el comandante Víctor Lobaco, nació como un RAG sobre documentación propia y hoy apunta a convertirse en un copiloto administrativo para Personal, Material y Operaciones, completamente on-premises (sin Internet) y bajo los controles del Centro Criptográfico Nacional (CCN).
Tras una primera fase con GPU local, CESTIC (TI y comunicaciones de Defensa) ha habilitado infraestructura dedicada —incluido un NVIDIA H100— y prepara un clúster en el Barcelona Supercomputing Center para los casos de inteligencia que lo requieran. Ese despliegue, más lento que en el sector civil, debe pasar acreditación CCN y trazabilidad de datos; a cambio, permite que GZLO opere con datos clasificados y sistemas heredados del ministerio, integrando información que hasta ahora vivía en silos, según recoge El Confidencial y Xataka.
Del RAG al agente MCP
El salto conceptual llega con la adopción de MCP (Model Context Protocol): de un bot que “busca y responde”, a un agente que planifica, elige herramientas internas (vía servidores MCP) y razona la mejor forma de contestar. Esto habilita preguntas compuestas (“¿qué subtenientes están destinados con X?”) que exigen varios pasos encadenados sobre fuentes distintas, más allá de PDFs indexados, y acerca el sistema a la automatización de flujos que antes requerían personal especializado.
En modelo base, GZLO mezcla lo abierto con lo propio: usa gpt-oss —los modelos de pesos abiertos de OpenAI orientados a razonamiento y tool-use— y Llama 3.3 para la redacción final y estilos de salida más verbosos. La combinación es pragmática: gpt-oss para ordenar tareas y MCP, y Llama para generar texto pulido y consistente.
Licencias y soberanía tecnológica
El marco legal/ético del uso de modelos abiertos en defensa se mueve rápido: Meta abrió el uso de Llama a agencias de seguridad de EE. UU. y, en 2025, lo extendió a aliados (OTAN/UE y países clave), siempre para aplicaciones de seguridad nacional no letales como logística, análisis documental o ciberdefensa. Para España, esa evolución clarifica que el uso gubernamental con fines de seguridad es compatible con las políticas de uso si se encuadra y audita; en cualquier caso, Defensa mantiene el plan B de emplear otros modelos abiertos europeos (p. ej., Mistral) cuando la licencia lo aconseje.
Siguiente reto: explicabilidad y métricas. El equipo trabaja en KPIs que descomponen la “caja negra” en indicadores verificables por el decisor (un comandante, por ejemplo), de modo que pueda adoptar o corregir la propuesta de la IA entendiendo por qué llegó ahí. Con ese enfoque, y si el clúster del BSC y la integración MCP maduran a tiempo, GZLO puede pasar de piloto prometedor a infraestructura de productividad transversal para el Ejército de Tierra en 2026–2027.
