Estrenado en Netflix el pasado 15 de mayo, Baila, Vini, el documental centrado en la figura de Vinícius Júnior, actual jugador del Real Madrid CF, ha tenido un aterrizaje accidentado en las principales plataformas de valoración cinematográfica. Apenas un día después de su llegada al catálogo, el título ya figura como el segundo peor valorado de toda la historia de FilmAffinity, con una media de 1,5 sobre 10 tras más de 1.900 puntuaciones registradas entre crítica y público.
El documental de Vinicius genera división: "Baila, Vini" entre lo más criticado en FilmAffinity e IMDb
La cinta, producida en Brasil, propone un recorrido por los orígenes del delantero, su salto al fútbol europeo y su consolidación en la élite, sin olvidar uno de los ejes centrales del relato: la lucha del jugador contra el racismo en el deporte. Sin embargo, la recepción ha sido más hostil que empática. Numerosos usuarios han reaccionado con puntuaciones mínimas, especialmente desde sectores de las aficiones del Valencia CF y el Atlético de Madrid, con quienes el jugador mantiene un historial de enfrentamientos mediáticos y gestuales sobre el césped.

Uno de los momentos más polémicos del documental se encuentra en el capítulo que rememora el ya célebre partido entre Real Madrid y Valencia en Mestalla (2023), en el que Vinícius denunció insultos racistas desde la grada. La polémica se ha avivado aún más por la traducción de los cánticos en los subtítulos, donde se transcriben expresiones como “¡Mono, mono!”, lo que ha desatado la indignación de parte de la afición ché.
Según Sport, el Valencia CF estaría valorando emprender acciones legales contra los responsables de la producción, al considerar que la traducción es inexacta y que en realidad se coreaba “¡Tonto, tonto!”, un grito habitual —aunque polémico— en muchos estadios españoles.
La controversia ha trascendido las redes sociales, donde algunos usuarios han hablado incluso de un "review bombing" organizado, mientras que otros simplemente consideran que el documental adolece de parcialidad y sobreactuación en su enfoque. La mala recepción no se limita a FilmAffinity: en IMDb, la base de datos internacional más consultada del sector, la puntuación no supera el 2,4 sobre 10, tras más de 1200 votos.
Lejos de buscar el consenso, Baila, Vini parece haber reavivado los debates que rodean al jugador dentro y fuera del campo. Para algunos, el documental funciona como una necesaria denuncia social, una reivindicación de la identidad y un alegato contra el racismo estructural en el deporte.
Para otros, sin embargo, se trata de una pieza propagandística que sobredimensiona conflictos individuales y presenta una narrativa que victimiza al protagonista a costa de generalizar comportamientos a toda una afición. Sea como sea, Netflix, más allá del resultado artístico o del valor documental, parece haber encontrado otro fenómeno mediático.