La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha dado un paso histórico al autorizar la comercialización de 20 productos de bolsitas de nicotina, tras una extensa revisión científica que concluyó que cumplen con los estándares de salud pública exigidos por la Ley de Control del Tabaco de 2009. Estas bolsitas, conocidas como nicotine pouches, ofrecen una alternativa sin combustión al tabaco tradicional, liberando nicotina al colocarse entre la encía y el labio. Sin embargo, la decisión ha generado un intenso debate sobre su potencial para reducir el daño frente al riesgo de atraer a nuevos consumidores, especialmente jóvenes.
Menor riesgo en comparación con el tabaco tradicional
Uno de los principales argumentos a favor de estas bolsitas es su menor contenido de sustancias nocivas en comparación con los cigarrillos convencionales. Los estudios presentados a la FDA indican que el uso de nicotine pouches supone un riesgo significativamente menor de desarrollar enfermedades como el cáncer de pulmón y afecciones cardiovasculares. Sin embargo, la agencia ha advertido que su consumo no está exento de riesgos, y ha impuesto restricciones como la venta exclusiva a adultos mayores de 21 años. Además, se ha observado que muchos fumadores han optado por estas bolsitas como una alternativa menos dañina, lo que refuerza su potencial como herramienta de cesación tabáquica.
Regulación incierta en la Unión Europea
A diferencia de Estados Unidos, la Unión Europea no cuenta con una regulación clara para estos productos. El snus tradicional, que contiene tabaco, está prohibido en casi toda la UE excepto en Suecia, mientras que las bolsitas de nicotina se encuentran en un limbo legal, al no contener tabaco pero sí nicotina. Esta falta de regulación ha generado preocupación entre expertos en salud pública, quienes piden normativas específicas para controlar su comercialización y prevenir su acceso a menores. En países como España y Alemania, su venta ha crecido sin un marco normativo claro, planteando un desafío para las autoridades sanitarias.
El atractivo para los jóvenes y los riesgos de su popularización
A pesar de las restricciones impuestas por la FDA, las redes sociales han desempeñado un papel crucial en la popularización de las nicotine pouches. Plataformas como TikTok e Instagram están repletas de contenido donde se muestra su uso como una opción “segura” frente al tabaco, lo que ha generado preocupación entre los organismos de salud. Aunque el consumo entre estudiantes de secundaria y bachillerato sigue siendo bajo, expertos advierten que la tendencia podría cambiar si no se implementan políticas de prevención más estrictas para evitar que los jóvenes adopten estos productos como una nueva forma de consumo de nicotina.
La FDA aprobó las órdenes de comercialización de los siguientes sabores, cada uno con dos medidas de 3 miligramos y 6 miligramos:
- ZYN Chill
- ZYN Cinnamon
- ZYN Citrus
- ZYN Coffee
- ZYN Cool Mint
- ZYN Menthol
- ZYN Peppermint
- ZYN Smooth
- ZYN Spearmint
- ZYN Wintergreen

Un paso hacia la reducción del daño, pero con reservas
La aprobación de estas bolsitas de nicotina representa un avance en la estrategia de reducción del daño, pero los expertos insisten en la necesidad de un monitoreo constante. La nicotina sigue siendo una sustancia altamente adictiva, y la falta de estudios a largo plazo sobre sus efectos genera incertidumbre en la comunidad científica. La FDA ha asegurado que evaluará su impacto en la salud pública de manera continua y, si es necesario, tomará medidas adicionales para restringir su uso. Mientras tanto, la industria tabacalera sigue apostando por estos productos como una alternativa menos perjudicial, pero que no está exenta de controversia.