Denzel Washington será uno de los protagonistas de Here Comes the Flood, el nuevo thriller de atracos que prepara Netflix con Robert Pattinson y Daisy Edgar-Jones como compañeros de reparto. Bajo otras circunstancias, este titular habría pasado sin pena ni gloria hasta que llegara el tráiler. Pero hay un detalle que ha captado la atención de todo el mundo: el salario desorbitado que se embolsará el actor de Training Day.
Denzel Washington prefiere el streaming: cobra más que en el cine y no le sorprende
La cifra no es para tomársela a la ligera: 35 millones de dólares. Una cantidad que, a simple vista, puede parecer excesiva, pero que tiene todo el sentido dentro de la nueva economía del streaming. Porque si algo ha cambiado con la consolidación de las plataformas, es el modo en que se paga a las estrellas. Las películas exclusivas de streaming ya no pasan por cines, no llegan a editarse en físico y rara vez se emiten en televisión.
Y eso, claro, elimina los ingresos residuales que los actores solían recibir con cada reestreno, pase o copia vendida. Lo que se hace ahora es pagar por adelantado todo lo que podrían haber ganado. Y si eres Denzel Washington, eso significa cobrar lo mismo si tu película se convierte en un fenómeno global o si desaparece entre los pliegues infinitos del catálogo de Netflix.
Según Puck News, Washington también cobró esa misma cantidad —35 millones— por Highest to Lowest, el remake de El infierno del odio de Kurosawa dirigido por Spike Lee para Apple TV+. Un movimiento lógico: plataformas distintas, pero misma estrategia. Dinero asegurado desde el primer día. Nada de depender del boca a boca, la taquilla o los discos Blu-ray.
Por comparación, en sus últimas incursiones cinematográficas tradicionales —The Equalizer 3 y la exitosa Gladiator 2— cobró unos 20 millones, más bonus posteriores en función del rendimiento en salas. Pero en el universo del streaming, todo se resume a cerrar el trato con cifras redondas y sin margen para sorpresas.
Este fenómeno también explica por qué algunas superproducciones para plataformas acaban costando una fortuna sin parecerlo. Se destinan millones al talento delante de la cámara, pero no siempre se traducen en lo visual. Porque sí: tirar de nombres como Washington implica un presupuesto inflado de partida. Aunque tampoco hay muchos actores capaces de exigir —y justificar— ese tipo de honorarios. Denzel Washington, sincero y directo, es uno de ellos.
