En las tranquilas aguas de la playa de Balerma, en Almería, ha aparecido un visitante inesperado: un ejemplar de Rhizostoma luteum, una medusa rara en las costas del Mediterráneo occidental. Fue avistada el 6 de julio por un bañista, que logró capturarla en una imagen ya compartida por el Centro de Investigación de Colecciones Científicas de la Universidad de Almería (CECOUAL), recoge D-cerca.
Es venenosa
Aunque su aspecto pueda intimidar y su picadora sí es venenosa, los expertos aseguran que no supone un grave peligro para los humanos. De hecho, se la considera de peligrosidad media porque puede causar reacciones alérgicas en la piel y el organismo.
Esta medusa, de gran tamaño y fácilmente reconocible por su umbrela opaca de tonos azulados o violáceos y sus márgenes lobulados, pertenece al orden Rhizostomeae. Según explican desde CECOUAL, como ocurre con la mayoría de las medusas, el principal riesgo para los bañistas es el contacto con su piel, que podría provocar irritación cutánea leve, sin mayor gravedad.
Lo que ha llamado especialmente la atención de los científicos no es solo su presencia, sino el contexto ecológico en el que se produce. Hasta ahora, Rhizostoma luteum era una especie poco frecuente en la zona, pero su aparición reciente podría estar relacionada con el aumento de la temperatura del agua en el mar de Alborán, una consecuencia directa del cambio climático y otros factores oceanográficos.
Los investigadores subrayan que este hallazgo pone de relieve la importancia de vigilar los cambios en las poblaciones de cnidarios en el litoral andaluz. La aparición de esta medusa se interpreta como un posible indicador de alteraciones ecológicas en las costas mediterráneas, y refuerza la necesidad de continuar con una monitorización constante de estos organismos.















