Rian Johnson no sabía qué iba a suceder con el Episodio 9 de Star Wars mientras hacía y filmaba Star Wars: Los últimos Jedi. Una de las críticas más comunes sobre la trilogía de secuelas de Disney de Star Wars, fue la aparente falta de una estrategia cohesiva para su narrativa general. Tanto Johnson como J.J. Abrams recibieron libertad creativa a la hora de construir sus propias entregas e historias, y esa decisión, que podría haber funcionado como teoría, acabó jugando en contra del argumento. Tras una división entre los fans con el Episodio 8 de Johnson, el punto y final de la saga Skywalker con de Star Wars: El ascenso de Skywalker acabó de dar la puntilla (vía ScreenRant).
Lucasfilm y Marvel Studios: Dos enfoques distintos
El enfoque de Lucasfilm, individual, hermético y bastante contradictorio, contrasta con la otra mega propiedad de Disney, Marvel. Si bien Marvel Studios permite a sus directores cierto margen de maniobra, existe una comunicación constante entre los creativos para garantizar que todos estén en sintonía mientras el universo compartido continúa evolucionando. Esta estrategia está protegida por el gran valedor de esta empresa, Kevin Feige, que supervisa todo y que invita a los cineastas a colaborar entre ellos. Sabemos que James Gunn ha estado ayudando a Taika Waititi con respecto a los roles de Guardianes de la Galaxia en Thor: Love and Thunder, y el propio Feige ha estado trabajando con Sam Raimi para que los espectadores pudieran entender Doctor Strange en el Multiverso de la Locura sin ver la reciente WandaVision, con la que tendrá múltiples conexiones. Todo este trabajo colaborativo ha conseguido otorgar de gran consistencia al universo cinematográfico de Marvel durante la última década, pero con Star Wars se decidió ir en la otra dirección.
Me: "Did you know that Ben was going to die when you were making T L J? Did you know that from the beginning?"
— Sariah Wilson (@sariahwilson) March 3, 2021
Rian: "No, I did not. No."
Me, irritated because I realize that killing Ben Solo was not always the plan. Rian notices my expression and sigh of disgust
En una entrevista con la autora Sariah Wilson de USA Today, se ha confirmado que Johnson desconocía el destino de Star Wars cuando terminó su película, sin saber que Ben Solo iba a morir en el Episodio 9 ni su posible arco de redención. De hecho, en su cinta terminó como el Líder Supremo de la Primera Orden, con una visión fanática y muy peligrosa que apenas se toca en El ascenso de Skywalker. "No, no lo sabía ni conocía.
No me encargué de eso", explicando que él simplemente quería dejar la saga de Skywalker con múltiples direcciones y caminos tras su película. Una especie de lienzo en blanco con el que continuar de distinta manera en función del director que se encargase del siguiente proyecto cinematográfico.
And laughingly asked me what that was for. I told him I had a lot of feelings about that ending and then showed him my Ben Solo Deserved Better T-shirt, which made him laugh more.
— Sariah Wilson (@sariahwilson) March 3, 2021
He explained that it was very much a full hand-off between 7 and 8, just as it was from 8 to 9
A pesar de polarizar a los espectadores por varias razones, The Force Awakens y The Last Jedi, los capítulos 7 y 8 de la emblemática saga galáctica, fueron bien recibidos por la crítica, dejándonos ver que la estrategia de Lucasfilm podía ser arriesgada, pero funcionaba al fin y al cabo. Pero el Episodio 9 acabó generando demasiado controversia, también arrastrada por la división de la comunidad de la saga galáctica tras la anterior secuela, criticándose los hilos narrativos poco desarrollados, como el resurgimiento del Emperador Palpatine. También hay que destacar que durante un tiempo, este capítulo final iba a estar escrito y dirigido por Colin Trevorrow (Jurassic World), que tenía una aproximación distinta e igualmente arriesgada de la historia. Tras trabajar durante más de dos años en la película, escribir un guion definitivo y ultimar los detalles de lo que sería el capítulo final de la trilogía de secuelas de Disney, Lucasfilm decidió despedir a Trevorrow y pasar a Abrams. Las razones nunca fueron del todo claras, pero entre 2015 y 2017, la empresa capitaneada por Kathleen Kennedy experimentó una deriva creativa y una serie de discrepancias internas que casi echan por traste los planes de Disney con Star Wars a corto plazo. Esperemos que tras The Mandalorian y el nuevo estilo creativo tras el éxito registrado en Disney+, la cosa vaya a mejor.