Liam Neeson ha estado repasando su carrera cinematográfica en los últimos meses. Ahora, como nos informan desde Cinemanía, ha hecho hincapié en su participación en Excalibur, el film estrenado en 1981 y dirigido por John Boorman, aquel que lo ayudó a catapultar su carrera y cimentar el éxito en la gran pantalla que llegaría más adelante.
Liam Neeson y Excalibur
"En cierto sentido, parece que hayan pasado apenas tres años. Pero fue en 1980, creo, cuando la hicimos. La película fue estrenada en 1981, pero se rodó en 1980. Me dio la oportunidad de empezar. Me sentí absolutamente enamorado del cine haciendo esa película. Aprendí a montar en caballo. También lanzó a mi amigo Gabriel Byrne. Un par de personas de la producción han fallecido Nicol Williamson, que descansen en paz. También Nigel Terry, que interpretó al rey Arturo. Pero es una película viva", matizaba el actor. Si bien Liam Neeson arrancó su carera en 1978 en cine y televisión, intercalando pequeños papeles, su primera interpretación relevante llegaría con el tercer largometraje en el que acabaría participando. A raíz de esa aparición, llegó a protagonizar La Misión en 1986, Darkman en 1990 o Maridos y mujeres de Woody Allen, triunfando por todo lo alto gracias a La lista de Schindler de Spielberg.
El intérprete irlandés piensa que que está en deuda con la película, agradeciendo el apoyo del director británico al confiar en él. "Me encantó John Boorman. Se convirtió en algo parecido a un mentor para mí, porque lo cierto es que algunos no teníamos demasiada experiencia ante las cámaras. Yo había hecho un montón de interpretaciones en teatro, sí, pero no ante las cámaras, y John fue un maravilloso mentor. Él me enseñó muchas cosas. Nos llevó tras las cámaras y nos dijo, 'Mirad. Desde aquí es donde lo estoy viendo.... Realmente fue una experiencia maravillosa", concluía. El actor, que confirmó que desearía aparecer en alguna de las series de Star Wars como la de Obi-Wan, ha estado afianzándose en el cine de acción en los últimos tiempos, aunque afirma estar cansado del género.
