Es la historia de nunca acabar. Ray Fisher, el actor que dio vida a Cyborg en la versión cinematográfica de Liga de la justicia, lleva varios meses sumido en una investigación particular y en otra dirigida por Warner Media sobre los supuestos abusos de Joss Whedon y varios productores durante la filmación del blockbuster de DC Cómics. Fisher, que ha lanzado acusaciones muy duras y que ha llegado incluso a hablar de manipulación por parte del estudio en las pesquisas, ha comentado que se sintió humillado y abusado por Whedon. Tras acusarlo de racista, ahora el intérprete afirma que Zack Snyder no intervino en la elección de Joss Whedon cuando entro el último a sustituirlo en la silla de dirección.
Un rodaje racista en el que se sintió incómodo y abusado
Fisher, informan desde Cinemanía en base a la entrevista de Forbes se encontró rodeado de una serie de actitudes racistas durante el tiempo en que Whedon fue director de Liga de la justicia. Pero hay más. Según relata el actor, desde el estudio se vendió que el propio Zack Snyder, luego de su abandono de la filmación por motivos personales, había elegido a Whedon de forma personal como sus sustituto.
"Se nos comunicó a todo el elenco y equipo que Zack había elegido a Joss para que terminara la película por él", explica en el citado medio. Este hecho se aceptó sin ningún tipo de dudas, ya que se creía que había sido una decisión personal, avalada por el estudio, pero completamente personal.
"De hecho, hasta después de los reshoots no me enteré de que todo era una completa mentira. Escuché rumores y había cosas que no encajaban, pero no descubrí nada concreto hasta bastante más tarde. Nos hicieron ir a la Comic-Con de San Diego en 2017 a decir que Zack eligió a Joss y que Joss era un gran tipo. Todavía tengo el correo electrónico con esas indicaciones", añade. Según Fisher, Warner quiso manejar el asunto con una finalidad clara. "En aquellos momentos has de entender lo que ocurrió, pues Zack se alejó para estar con su familia y quisimos darle espacio. No hablamos con él durante casi un año después de que se marchara", añade el actor de Cyborg. No fue hasta que Zack decidió volver con el montaje del director, retornando como el hijo pródigo a Warner y DC, cuando Fisher se armó de valor para criticar la actitud del estudio en estos años de ausencia, denunciando abusos y actitudes poco éticas.
Fisher, en la misma entrevista, arroja a la ecuación traumática del rodaje del film el elemento racista. "Siempre sospeché que la raza fue un factor determinante en cómo se desarrollaron las cosas, pero no fue hasta este verano que fui capaz de probarlo", argumenta, afirmando que se redujo el tono de color de su piel negra en el tratamiento de etalonaje de la película. Esta parte de la entrevista de Forbes ha sido muy polémica y tanto Warner Bros. como Whedon han respondido con sendos comunicados para matizar las palabras del actor, desmintiendo comentarios o actitudes racistas en la postproducción. A eso habría que sumarle la eliminación de su parte en la trama, vital en la anterior versión y que en la edición cinematográfica pasaba a ser testimonial. Mientras Fisher comenta que la investigación oficial de Warner está manipulada, y que hasta que no termine no empezará a hablar con pruebas, deja claro que no ha tirado por la borda su carrera por una tontería.
"No me preocupan las consecuencias, soy consciente de lo que hay en juego. Si la gente no quiere trabajar conmigo porque no quiero tolerar el comportamiento abusivo y la cultura del encubrimiento del viejo Hollywood, que así sea", concluía.
