"Me golpeó tan fuerte que casi detuvo mi corazón", empezaba recordando Sylvester Stallone en Cannes. Y parece que la mítica escena de Rocky IV podría haber acabado en desgracia.
La emblemática pelea entre Rocky Balboa e Ivan Drago - interpretado por Dolph Lundgren - en la película dirigida por el propio Stallone, era el momento culmen de la cinta.
Ambos personajes se veían las caras y el efecto en las cámaras debía quedar patente. Pero, quizás, se les fue de las manos.
"Le dije: '¿Por qué no lo intentamos? Intenta noquearme. Golpéame lo más fuerte que puedas'", le pedía Stallone a Lundgren, según relata Vulture. "Y, tras esa estupidez que le dije, lo siguiente que supe es que estaba en un avión de baja altitud para ir a la sala de emergencias, donde acabé en cuidados intensivos durante cuatro días con un montón de monjas a mi alrededor".
Por suerte, Stallone no tuvo que lamentar más daños y podremos verle en Rambo 5: Last Blood, que se estrenará el 20 de septiembre de manera mundial.