El espacio parece el nuevo escenario de lucha de las grandes corporaciones. Tras conquistar nuestros bolsillos y nuestra atención a través de las más diversas pantallas, los grandes genios y emprendedores de nuestro tiempo parecen dispuestos a fijarse horizontes más ambiciosos. Jeff Bezos, el fundador de Amazon y una de las personas con mayor influencia del planeta, presentó Blue Moon, el primer vehículo lunar de su compañía aeroespacial Blue Origin.
Un módulo de aterrizaje muy avanzado
Según ha explicado el propio Bezos en una concurrida y espectacular rueda de prensa, Blue Moon lleva años en desarrollo, siendo una de las piezas más avanzadas jamás diseñadas en su campo. El módulo es capaz de descargar toneladas métricas múltiples de carga útil sobre la superficie de la Luna, algo que permitirá el rápido transporte de objetos y materiales para una futura conquista del satélite. Se trata, además, de un vehículo espacial muy preciso y exacto.
"Su capacidad para proporcionar aterrizajes precisos y suaves permitirá una presencia humana sostenida en la Luna", explican desde la web. En parte es también mérito de los ingenieros de Blue Origin, los cuales han diseñado un nuevo sistema de propulsión para los cohetes de la compañía, que rivalizan con los intentos de SpaceX y Elon Musk, el otro gran competidor en esta nueva carrera espacial liderada por la iniciativa privada. Bezos cree que con las nuevas tecnologías y vehículos de Blue Origin se podría cumplir con la fecha límite de la nueva campaña de viajes a la luna, prevista para el próximo 2024 .
Esta nueva fecha, establecida por el vicepresidente Mike Pence, pretende alentar a empresas privadas y a organismos como la NASA para poner de nuevo a los astronautas estadounidenses camino a la Luna en los próximos años, sin importar el gasto o los medios necesarios. La idea de Bezos, así como la de Elon Musk, es la de conseguir establecer estructuras permanentes en la Luna que sirvan de colonias para así adelantar el primer paso de cara a la conquista del sistema solar. Sin embargo, es un coste enorme, y en el Congreso de Estados Unidos no están dispuestos a aprobar este tipo de presupuestos colosales. Como confirmaron fuentes cercanas al partido republicano y demócrata, sin la ayuda del sector privado encabezado por SpaceX o Blue Origin, la nueva era de la exploración espacial será imposible.
