No sucede muy a menudo que la industria del cine nos ofrezca películas juveniles de cierto poso. Películas que perduren en la memoria y que, pese a estar dirigidas a un público más infantil o a toda la familia, logren hablar de temas universales con trascendencia. El caso de la magnífica 'Un puente hacia Terabithia' es un caso aparte. Un filme que a todas luces sigue siendo recordado hoy por todos aquellos que la vieron en su momento, pues no en vano este relato de fantasía y amistad supuso para muchos el primer golpe con la dura realidad que la vida en ocasiones puede soltarnos en la cara.
'Un puente hacia Terabithia': Una de las películas sobre la infancia más especiales y emotivas para ver en Prime Video
Recientemente los suscriptores de Amazon Prime Video España ya tienen en el catálogo de la conocida plataforma de streaming 'Un puente hacia Terabithia', una película del año 2007 que se encargó de dirigir (por primera vez en su salto al cine y a un proyecto en acción real) el animador, escritor y diseñador gráfico Gábor Csupó, más conocido en el mundo de la animación por haber sido el creador en los años 90 de la mítica serie 'Rugrats' o el co-creador de 'Los Thornberrys', entre otras.
'Un puente hacia Terabithia' es la adaptación cinematográfica de una exitosa novela homónima de 1977 escrita por Katherine Paterson que dio el salto al cine directamente de la mano del hijo de la autora, David L. Paterson. En esta historia se nos presenta a Jess Aarons, un joven adolescente con alma de artista al que le encanta dibujar, pero que vive día a día intimidado por otros alumnos de su colegio y en un hogar que atraviesa ciertos problemas económicos.
Un día, Jess conoce a Leslie Burke, una simpática, enérgica e imaginativa niña que resulta ser su nueva vecina y con la que rápidamente crea un vínculo de lo más especial. Ambos conectan y comienzan a pasar su tiempo libre juntos, de tal forma que, explorando los bosques de los alrededores, descubren una casa en un árbol abandonada y deciden inventar su propio nuevo mundo secreto de fantasía en el que todo es posible, un mundo al que bautizan con el nombre de Terabithia.
En Terabithia, Jess y Leslie pueden ser quienes quieran ser, sin tener que preocuparse por sus compañeros del colegio o por sus problemas en casa. Así, autoproclamados rey y reina, los dos dan rienda suelta a su imaginación, luchan contra monstruos, ogros y trols y disfrutan de la compañía mutúa.
Pero evidentemente no todo es tan mágico como pueda parecer en esta tierna historia, y lo que comienza como una bonita amistad deriva en derroteros más aciagos en su tercio final... Un desenlace que fue inspirado en parte en su día por una triste historia real que le sucedió a David L. Paterson en su infancia. Un hecho que retratado a su propia manera en la película pilló desprevenidos a muchos espectadores y los azotó fuertemente en sus butacas.
Como decíamos al inicio, 'Un puente hacia Terabithia' no es una película infantil como muchas otras -y su campaña de marketing llevó a equívoco a muchos en su momento-. Es un relato especial, con una poderosa carga dramática (inusual en este género) y con un enfoque fantástico que incluye originales criaturas diseñadas por la mente de Csupó y llevadas a la pantalla con efectos especiales. Es una película que nos habla muy acertadamente de los anhelos, el paso de la infancia a la madurez y que nos recuerda el poder de la imaginación, ese que muchas veces olvidamos al convertirnos en adultos.