La Guardia Costera de Estados Unidos ha revelado las primeras imágenes de los restos del sumergible Titán, que implosionó en junio de 2023 durante su inmersión hacia los restos del Titanic. La tragedia, que cobró la vida de cinco personas, ha generado un interés mundial y una investigación exhaustiva por parte de las autoridades para esclarecer los hechos. En las imágenes, se observa el cono de cola del sumergible completamente destruido, lo que evidencia la enorme presión a la que fue sometido el vehículo antes de colapsar.
Un último mensaje antes del desastre
Los informes recientes también han revelado los últimos momentos de comunicación entre el sumergible y su buque nodriza, el Polar Prince. Pocos minutos antes de perder contacto, el piloto informó que todo parecía estar en orden. Sin embargo, tan solo seis segundos antes de que se cortara la comunicación, intentó realizar una maniobra de emergencia al soltar dos pesos para ascender a la superficie. Lamentablemente, esta medida no fue suficiente para evitar el desenlace fatal, ya que el vehículo implosionó poco después.
La misión de búsqueda que cautivó al mundo
Tras perder el contacto con el Titán, se desplegó una misión internacional de búsqueda que involucró a cientos de personas. El área de búsqueda estaba ubicada a más de 600 kilómetros de la costa de Terranova, en las profundidades del Atlántico Norte. A pesar de los esfuerzos y de la tecnología avanzada utilizada, no fue posible rescatar a los tripulantes. Finalmente, tras días de intensa búsqueda, se confirmaron los peores temores: el sumergible había colapsado y no había sobrevivientes.
Las investigaciones en curso sobre las causas del accidente
Un año después del accidente, las autoridades continúan investigando las causas exactas de la implosión del Titán. Entre los temas bajo escrutinio se encuentran los fallos mecánicos y estructurales del sumergible, así como el cumplimiento de las normativas de seguridad por parte de OceanGate, la empresa responsable del vehículo. El testimonio de antiguos empleados de la empresa ha señalado preocupaciones sobre la seguridad del casco del Titán en inmersiones previas, lo que añade una nueva capa de cuestionamientos sobre la responsabilidad de la empresa en este trágico accidente.
La falta de medidas de seguridad previas al accidente
Durante la audiencia pública, se ha revelado que en 2019 ya existían preocupaciones sobre la integridad del casco del Titán, lo que llevó a un ingeniero de OceanGate a oponerse a una inmersión en los restos del Titanic. A pesar de estos avisos, el director ejecutivo de la empresa, Stockton Rush, quien también falleció en el accidente, desestimó los riesgos y decidió continuar con las expediciones. Estos testimonios han generado una gran preocupación sobre la toma de decisiones dentro de la empresa y el grado de negligencia en la gestión de riesgos.
Según las evidencias, parece que no fue un simple accidente, sino el resultado de una serie de malas decisiones. Las investigaciones apuntan a la figura de Stockton Rush, fundador de OceanGate y uno de los fallecidos, quien, según testigos como David Lochridge, exdirector de operaciones de la empresa, ignoró reiteradas advertencias sobre la seguridad de las misiones. Lochridge relató cómo Rush actuaba de manera imprudente, priorizando la reducción de costes con materiales inadecuados para las profundidades a las que descendían. Estos conflictos culminaron en el despido de Lochridge, quien consideraba que OceanGate estaba más preocupada por obtener beneficios que por garantizar la seguridad.
El deterioro del Titan fue evidente en varias ocasiones previas al accidente fatal. Desde fallas durante pruebas de inmersión con modelos anteriores hasta daños severos en las estructuras durante los descensos al Titanic en años anteriores, Rush continuó tomando decisiones arriesgadas, como reutilizar partes dañadas y omitir la supervisión de autoridades competentes. En junio de 2023, a pesar de los claros indicios de problemas graves, el Titan emprendió su último viaje. La Guardia Costera ha presentado pruebas que revelan negligencias continuas, y la investigación busca determinar cómo un sumergible con tantos fallos pudo realizar la inmersión que acabó en su implosión y la muerte de sus ocupantes.