Jack Black es un tipo muy especial. Es un actor querido, que ha participado en grandes éxitos y comedias de Hollywood y que pronto aparecerá en Borderlands, teniendo un futuro prometedor en la adaptación de otro videojuego, Minecraft. Si bien es cierto que alcanzó las mieles del triunfo con Super Mario Bros. como Bowser, en las últimas semanas se ha visto envuelto en la polémica con Tenacious D y un comentario bastante desafortunado de su compañero y amigo sobre Trump. Ahora, mirando al pasado, hay una película en su carrera de la que se arrepiente profundamente y la verdad es que no le falta razón.
'No me siento orgulloso': Jack Black se arrepiente de esta polémica película, que fue un error en su carrera en las comedias románticas y lo cierto es que no le falta razón
Viajemos al pasado. Allá por el 2001, Black acababa de entrar por todo lo alto en la industria del espectáculo gracias a su papel en Alta fidelidad y, en un futuro encadenaría otro éxito con Escuela de rock. Pero se le ofreció una comedia romántica subida de tono, dirigido por los hermanos Farrelly, autores de las exitosas Algo pasa con Mary y Dos tontos muy tontos, que le serviría como catapulta para su futura y prometedora carrera en Hollywood.
Hablamos de Amor ciego, que además, le juntaría en la pantalla grande Gwyneth Paltrow y Jason Alexander en el reparto. Todo parecía perfecto. Hasta que se vio involucrado en una comedia que no le hizo especial gracia y de la que se arrepiente con todas sus fuerzas.
En la película, Hal, el personaje de Black, es un mujeriego constante que es hipnotizado para ver solo la belleza interior de las personas. Por eso empieza a salir con Rosemary, a la que ve como una mujer físicamente increíble aunque, realmente, es una obesa mórbida. Durante la filmación de la película, se usaron trajes de gordo o fatsuits, unas prótesis que simulan obesidad y se hacían chistes bastante duros sobre el sobrepeso, la comidas y otras lindezas. El rodaje fue un infierno, con una doble de cuerpo de Paltrow muy tocada porque acabó con tremendas lesiones psicológicas tras su colaboración en la película.
Los directores defendieron la película como una parodia y una recopilación de chistes de gordos, así como una especie de fábula sobre la belleza interior, pero Jack Black se sintió mal desde casi el mismo momento de la promoción. Unos cinco años después, el intérprete abrió fuego y se sinceró sobre su papel en Amor ciego. "Tuve la oportunidad de trabajar con unos tíos que creía que eran realmente divertidos, pero no salió como esperaba, no me siento orgulloso de ella y me pagaron mucho dinero, así que, en retrospectiva, sentí que me había vendido", indicó sobre su generoso sueldo al respecto. Paltrow, compañera de reparto, informó hace unos años que hacer esa película fue "una decisión de mierda".
"Era tan triste. Era tan desgarrador. Nadie me hacía contacto visual porque estaba obesa. Me sentí humillada", recordó. El caso de Amor ciego no es único en Hollywood. Varias películas de la misma época y anteriores han sido reevaluadas bajo el prisma actual, revelando problemáticas similares, con chistes que ahora parecen más ofensivos.
Por ejemplo, Una rubia muy legal ha sido criticada por su representación estereotipada de las mujeres rubias, aunque ha sido celebrada por su mensaje de empoderamiento femenino. El diario de Bridget Jones también ha sido objeto de críticas por su obsesión con el peso de su protagonista, aunque muchos la defienden por su honesta representación de una mujer imperfecta. Estos ejemplos demuestran cómo el contexto y las sensibilidades culturales han evolucionado, llevando a la audiencia y a los críticos a mirar con otra perspectiva el contenido de las películas. Los tiempos cambian, y parece que Hollywood también.