Malas noticias. El cineasta británico tenía planeado dirigir un western muy especial, un proyecto el cual lleva años preparando, pero la falta de un elemento clave ha impedido la filmación y ha complicado sobremanera su agenda. Ridley Scott, que tiene pendiente de estreno la esperada Gladiator 2 el próximo otoño tras los batacazos comerciales de Napoleón y El último duelo, tenía en esta historia del Salvaje Oeste su gran esperanza de dirigir un género clásico del Séptimo Arte que aún se le resiste. ¿Por qué no ha podido llevarla a cabo?
Ridley Scott quería rodar un western ambientado en la naturaleza más salvaje y la ausencia de un elemento clave ha echado por tierra la producción
Ridley Scott tiene varios proyectos en mente y no descansa a nivel creativo. Tras Gladiator 2, tenía pensado poner en esta época del año con su deseada Freewalkers, un western que lamentablemente ha tenido que cancelar su rodaje y queda en un estado incierto. Según informan distintas fuentes, el rodaje se había retrasado de su fecha original a principios de primavera y se esperaba comenzar en verano, concretamente en las próximas semanas. Sin embargo, esto presenta un pequeño problema: no hay nieve en verano, y Scott necesitaba nieve.
Ha sido la diseñadora de vestuario Janty Yates, colaboradora habitual del cineasta británico, la que ha confirmado que la película está en suspenso debido a la falta de nieve. "Es una película que no avanzará porque está ambientada en la nieve y, básicamente, la nieve desapareció. No sé qué pasará.
Me encantaría que se realizara, porque es un guion magnífico", explicaba Yates. Al parecer se han ofrecido alternativas para solucionar la falta de nieve, pero Scott quería el elemento natural disponible en su película, sin abusar de estudio o de recreaciones digitales.
El mayor problema es que, de momento, Freewalkers tendrá que esperar a que Scott, de 86 años de edad, pueda hacerse cargo del proyecto. Su agenda está llena en los próximos meses con varias películas y series que requieren su atención y se rumorea que tendrá que dejar la silla de dirección a otro cineasta, encargándose de la producción y la supervisión del western para que los avances no caigan en saco roto.