Meses antes del estreno de The Umbrella Academy en febrero de 2019, el showrunner Steve Blackman ya sabía que había entregado a Netflix una serie que sería un éxito. Con 45 millones de hogares sintonizando la primera temporada, se convirtió en la tercera serie más vista de Netflix ese año, solo por detrás de Stranger Things y The Witcher. Sin embargo, tras bambalinas, comenzaron a surgir acusaciones sobre el comportamiento tóxico y abusivo de Blackman.
Quejas de más de 12 trabajadores vinculados a la serie
Según revela The Rolling Stone, el showrunner entrevistó a un equipo de dos guionistas mujeres en su oficina en los estudios de Netflix en Los Ángeles, una de las cuales estaba embarazada. A pesar de que les ofreció un contrato estándar de 20 semanas, tras el regreso de la guionista de su permiso de maternidad, en el que la otra escritora sí continuó trabajando, ambas se encontraron sin trabajo. Blackman se quejó de haberse sentido “estafado” porque no sabía del embarazo al contratarlas. Culpó su despido a cuestiones presupuestarias y al deseo de un guionista con más experiencia para reemplazarlas.
Sin embargo, una denuncia de recursos humanos presentada ante Universal Content Productions, la productora propiedad de NBC detrás de la serie, señalaba el verdadero motivo. “Me dijo que las despidió porque una estaba embarazada y no se lo dijo”, le dijo a la revista un guionista de la serie. Otras tres fuentes dicen que escucharon a Blackman hacer comentarios similares. Este tipo de comportamientos y desaires se repitieron en varias ocasiones con parte del personal. Por ejemplo, cuando un miembro del personal de apoyo que se había negado a contarle a Blackman detalles de una conversación privada y un asistente personal que accidentalmente recibió la información de una receta médica de Blackman.
Comentarios sexistas, homofóbicos y transfóbicos
En la queja presentada por recursos humanos se describe el ambiente de trabajo como tóxico y manipulador, detallando comportamientos abusivos, represalias y comentarios inapropiados. "Alguien me llamó, básicamente susurrando por teléfono, muy asustado, como, 'No aceptes este trabajo'”, recuerda en la publicación uno de los 12 guionistas contactados. "En contra de mi buen juicio, acepté el trabajo".
Estas quejas, presentadas además en el alegato, acusaba a Blackman de tener un “largo historial de comportamiento tóxico, abusivo, manipulador y vengativo” y describen al showrunner como una persona manipuladora y caótica que fomentaba un lugar de trabajo tóxico al enfrentar a los empleados entre sí; creando un ambiente de miedo y desconfianza; atribuyéndose el mérito del trabajo de otras personas; y supuestamente haciendo comentarios lascivos que, según las fuentes, consideraron sexistas, homofóbicos y transfóbicos.
A pesar de las múltiples quejas presentadas, una investigación realizada por UCP en la primavera de 2023 exoneró en gran medida a Blackman de las acusaciones. Sin embargo, esta investigación fue criticada por su falta de exhaustividad, ya que muchos de los mencionados en la queja no fueron contactados para compartir sus experiencias. La Writers Guild of America West también se alineó con algunos guionistas de la cuarta temporada en una disputa por un crédito de teleplay que Blackman intentó adjudicarse.
Un portavoz de Blackman negó todas las acusaciones de represalias y afirmó que todas las decisiones se basaron únicamente en el rendimiento y el presupuesto. A pesar de esto, varios empleados de The Umbrella Academy consideran que sus experiencias con Blackman reflejan un problema más amplio en la industria, donde los showrunners tienen un poder desmesurado y, a menudo, sin control. Con grandes presupuestos y equipos extensos bajo su mando, pueden manipular y explotar a su personal sin enfrentar consecuencias significativas. A lo largo de cuatro temporadas, varios ex guionistas y miembros del personal de apoyo describieron su tiempo en esta producción como una de las experiencias más tumultuosas de sus carreras.
