Russell Crowe acaba de convertirse oficialmente en el exorcista de Hollywood. Después de triunfar con 'El exorcista del Papa', filme de Julius Avery basado en la vida del padre Gabriele Amorth, el oscarizado actor se prepara para estrenar en salas comerciales un nuevo proyecto de terror que, aunque no lo parezca, se rodó hace cinco años, pero no ha logrado ventana de lanzamiento hasta ahora. Bajo el título de 'El exorcismo de Georgetow', obra a cargo de Joshua John Miller (Las últimas supervivientes), Crowe aterrizará de nuevo a cartelera con su proyecto de género el 31 de mayo con una propuesta tan interesante como diferente.
Gracias al éxito de 'El exorcista del Papa', Russell Crowe estrena pronto una nueva película de exorcismos, aunque es muy diferente
El filme de Joshua John Miller tenía muchísimos problemas para encontrar distribución, pero el éxito de 'El exorcista del Papa' hizo que desde Vertical Entertainment apostaran por el proyecto, y es que el largometraje de Crowe logró recaudar 76 millones de dólares en base a un presupuesto de 18 millones, asegurándose incluso una secuela para dar forma a una nueva serie cinematográfica de terror.
'El exorcismo de Georgetown' volverá a enfrentar a Crowe contra los demonios, pero en esta ocasión con una premisa algo diferente: "Anthony Miller es un actor con problemas que empieza a desmoronarse durante el rodaje de una película de terror sobrenatural. Su distante hija se pregunta si su padre está volviendo a sus adicciones del pasado o si hay algo más siniestro detrás", reza la sinopsis.
La trama de gira en torno a la tensión entre la realidad y lo sobrenatural, con la hija de Anthony Miller, interpretada por Ryan Simpkins, tratando de descifrar si los problemas de su padre son el resultado de antiguas adicciones o de fuerzas demoníacas. El reparto de la película incluye a actores como Sam Worthington, Chloe Bailey, Adam Goldberg y David Hyde Pierce, quienes acompañan a Crowe en este thriller psicológico. La película permite a Crowe sumergirse en un papel complejo que explora tanto los demonios internos como los sobrenaturales, un desafío actoral
