Russell Crowe, que afirma descender del último ejecutado por decapitación en Reino Unido, uno de los grandes actores de Hollywood y una de las personalidades más icónicas del celuloide gracias a su interpretación de héroes de acción y personajes de una gran exigencia física. Sí, es el hombre que dio vida Máximo Décimo Meridio en Gladiator -que pronto tendrá una segunda parte- pero, también con Ridley Scott, sufrió uno de los rodajes más traumáticos, complejos y difíciles de toda su vida. Una experiencia tan dura que lo dejó con sus dos piernas rotas, algo de lo que no fue plenamente consciente hasta que pasó cierto tiempo.
Russell Crowe se sincera y desvela cómo fue el rodaje de la traumática película con Ridley Scott que casi lo deja en silla de ruedas
Tras Gladiator, Crowe volvió a colaborar con Ridley Scott en Robin Hood, una de las cintas históricas del británico, una producción muy ambiciosa que intentaba ofrecer una descripción realista del personaje pero que, desgraciadamente, no consiguió cubrir las expectativas depositadas por el estudio y se la pegó en taquilla.
Pese a ello, se pusieron muchos esfuerzos en el rodaje de la película, con un actor principal que lo dio todo en una de las secuencias. Una secuencia que casi acaba con su vida. El propio intérprete lo ha recordado en People.
"Salté desde el rastrillo de un castillo sobre un terreno irregular y duro como una roca. Tendríamos que haber preparado el terreno y enterrado una almohadilla, pero teníamos prisa por hacer la toma con una luz mortecina", recuerda el actor. "Cuando salté, recuerdo que pensé: Esto va a doler. Fue como una descarga eléctrica que me recorría el cuerpo. Estábamos rodando una gran película, así que te esfuerzas, pero el último mes de ese trabajo fue muy complicado. Hubo varias semanas en las que incluso caminar era un reto...", prosigue la estrella de Hollywood.
Y es que Crowe se lesionó de gravedad. "Aparentemente, acabé el rodaje con las dos piernas rotas. Todo por el arte. Sin yeso, sin férulas, sin analgésicos, sólo seguí yendo a trabajar, y con el tiempo, se curaron solas... Entre el tiempo libre y el entrenamiento para El hombre de acero las cosas se arreglaron solas", indica. Pero, ¿cómo es que el actor no se dio cuenta? Los efectos de su caída se ocultaron durante semanas, y no fue hasta muchos meses después, cuando se dio cuenta de su lesión. Una década después de su salto rodando Robin Hood, Crowe fue a un especialista para que le ayudase a descubrir el origen de unos terribles dolores en sus piernas.
El médico le mandó una radiografía y fue cuando el médico, asombrado, encontró restos de fracturas en ambas tibias. Había estado caminando con pequeñas fisuras durante años que no se habían curado del todo. Eso sí que es darlo todo por el arte.