Godzilla Minus One, la última entrega de la franquicia de Godzilla producida por Toho y marcando el inicio de la era Reiwa para el icónico monstruo, ha causado un gran impacto tanto en taquillas japonesas como internacionalmente. Celebrando el 70 aniversario de la franquicia, la película se convirtió en un éxito rotundo desde su estreno en Japón el pasado otoño, éxito que se amplificó con su lanzamiento internacional, captando aún más la atención y el afecto del público hasta recaudar los 50 millones de dólares. Uno de los aspectos más destacados de la película ha sido su impresionante uso de efectos visuales, los cuales han sido tan aclamados que el filme fue nominado a Mejores Efectos Visuales en la 96ª edición de los Premios de la Academia, poniéndola en competencia directa con gigantes cinematográficos como Oppenheimer.
No quiere que afecte a proyectos futuros
El director Takashi Yamazaki ha generado bastante curiosidad y admiración al mantener en secreto el presupuesto real de la película, que se rumorea estuvo entre los 10 y 15 millones de dólares. Yamazaki, con un toque de humor, reveló a Deadline su renuencia a divulgar la cifra exacta, sugiriendo que hacerlo podría establecer expectativas presupuestarias similares para futuros proyectos. Esta táctica no solo ha mantenido el misterio en torno a la producción, sino que también ha resaltado la habilidad del equipo para crear una película visualmente impresionante con recursos presumiblemente limitados, desafiando las expectativas de la industria sobre lo que se puede lograr con un presupuesto moderado.
En una reflexión más profunda sobre el contexto en el que la película fue desarrollada y lanzada, Yamazaki compartió sus pensamientos sobre cómo el clima global actual, marcado por tensiones crecientes y el temor a conflictos bélicos, pudo haber influido en la narrativa de la película y en el cine en general. Según el director, tanto Godzilla Minus One como Oppenheimer y otras producciones japonesas que tratan temas de guerra o la posguerra, reflejan una "atmósfera muy extraña" y un deseo de los cineastas y creativos de expresar sus percepciones y preocupaciones sobre la dirección en la que se dirige el mundo.
