Neuralink, la compañía de implantes cerebrales de Elon Musk, está avanzando hacia un hito significativo: la búsqueda del primer voluntario humano para un procedimiento revolucionario que se llevará a cabo en 2024. Este involucra la extracción de una parte del cráneo para insertar un chip con 1.000 electrodos en el cerebro del paciente. ¿Qué gana el voluntario? Además de hacer ciencia, una oportunidad para curar sus dolencias.
Menor de 40 años
El perfil ideal para este primer paciente es un adulto menor de 40 años con cuadriplejía. La intención es insertar el implante de Neuralink en la zona del córtex premotor conocida como "área del nudo de la mano", que controla las manos, muñecas y antebrazos. El objetivo es demostrar que el dispositivo puede recolectar datos útiles de esta parte del cerebro de manera segura, un paso crucial en los esfuerzos de Neuralink para convertir los pensamientos de una persona en una gama de comandos que una computadora pueda entender.
Varios equipos y empresas han creado implantes que permiten a los pacientes realizar tareas básicas con sus pensamientos, como hacer clic en objetos en una pantalla con un cursor. Sin embargo, Neuralink, al estilo típico de Musk, ha prometido algo mucho más avanzado. Durante los últimos cuatro años, Musk ha dado a entender que pronto habría clínicas donde cualquiera podría someterse a una "robocirugía" de 15 minutos y convertirse en un híbrido humano-máquina, según cuenta Bloomerg.
Estos cíborgs podrían descargar conocimientos al estilo de Keanu Reeves en "The Matrix" o subir sus pensamientos a almacenamientos, incluso a otros cerebros. “Esto va a sonar bastante extraño, pero en última instancia lograremos una simbiosis con la inteligencia artificial”, dijo Musk en su primera demostración en 2019.
El implante de Neuralink se sitúa de manera invisible bajo el cuero cabelludo, al ras del cráneo, y está equipado con suficiente potencia informática para manejar tareas más allá de un simple "pensar y hacer clic". En un futuro cercano, se espera habilitar la escritura a alta velocidad y el uso fluido de un cursor.
Reestablecer el movimiento
Neuralink también está trabajando en un implante espinal complementario destinado a restaurar el movimiento y la sensación en personas paralizadas. “El objetivo a corto plazo de la compañía es construir una interfaz cerebral generalizada y restaurar la autonomía a aquellos con condiciones neurológicas debilitantes y necesidades médicas no satisfechas”, dice Dongjin 'DJ' Seo, cofundador y vicepresidente de ingeniería de Neuralink.
Durante las cirugías, un robot quirúrgico de siete pies de altura (dos metros con tres centímetros),apodado "R1", lleva a cabo la tarea ultra delicada de colocar los hilos con electrodos en el cerebro. Este robot está equipado con cámaras, sensores y una aguja fresada con láser para insertar con precisión 64 hilos, cada uno revestido con 16 electrodos, en el cerebro mientras evita cuidadosamente los vasos sanguíneos.
Estos han sido diseñados para ser una mezcla de delgadez, flexibilidad y resistencia, y están recubiertos con un polímero especial para evitar su deterioro a lo largo de los años. La preparación quirúrgica y la craniectomía se espera que tomen un par de horas, seguidas de unos 25 minutos para la implantación propiamente dicha.
En modelos animales no salió bien
A pesar de su promesa, la empresa ha enfrentado críticas y controversias, especialmente en relación con sus pruebas en animales. Neuralink ha realizado cientos de cirugías experimentales en animales como cerdos, ovejas y monos, lo que ha generado preocupaciones éticas y críticas por parte de grupos de derechos de los animales.
Agencias como Reuters indicaron que se habían sacrificado a más de 1.500 animales en los últimos años, incluidos más de 280 ovejas, cerdos y monos, siendo estos últimos los que más daño sufrieron en los estudios. Musk, el pasado 10 de septiembre, negó estas acusaciones y no las quiso reconocer, afirmando que dudaba que fuese el chip el causante de las mismas.
Estos desafíos no han detenido el progreso de la empresa de Musk hacia sus pruebas en humanos. De esta forma ha recibido autorización de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EEUU.) para comenzar ensayos clínicos en humanos, marcando un paso significativo hacia la realización de su ambiciosa visión.
Más allá de mejorar la calidad de vida de personas con parálisis, las ambiciones de Musk con Neuralink abarcan un rango más amplio de aplicaciones. Eventualmente, espera que la tecnología pueda tratar condiciones como obesidad, autismo, depresión y esquizofrenia, y que se extienda para mejorar las capacidades biológicas humanas en general. Además, los electrodos implantados están diseñados para registrar la actividad neuronal relacionada con la intención de movimiento, y estas señales neuronales serían decodificadas por computadoras de Neuralink.
Sin embargo, la ruta hacia la comercialización de esta tecnología es larga y llena de obstáculos. Neuralink debe superar rigurosos controles de seguridad y eficacia para obtener la aprobación para el uso comercial.
